05 Abril 2014
EN CONDICIONES. La casona fue inspeccionada por profesionales de la UNT. la gaceta / foto de héctor peralta
El camino para que el programa Educación Permanente para Adultos Mayores (EPAM) vuelva a dictarse en las viejas casonas de Virgen de la Merced (ex Rivadavia) 417 pareciera estar asfaltado. Mario Leal, titular de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) -área de la que depende el programa-, contó a LA GACETA que las negociaciones con los propietarios del inmueble se encuentran muy avanzadas, y se mostró confiado en que en las próximas horas se pueda firmar el contrato de alquiler.
Aquel inmueble había cerrado sus puertas a los cursos y talleres del EPAM cuando concluyó el ciclo lectivo 2012, a raíz de un juicio de desalojo motivado por una persistente mora en el pago del alquiler. Incluso, se trabó un embargo a la cooperadora del EPAM, por unos $ 800.000. Leal indicó que en las actuales negociaciones con los dueños se incluyó, además, el tema de esta deuda, aunque por tratarse de cuestiones de privados optó por no precisar. “Hicimos contacto con los dueños; tuvimos muy buena acogida, y comenzó un diálogo muy respetuoso. Fuimos avanzando, con la idea de concretar un acuerdo por el alquiler, que incluya la deuda con la cooperadora. Convenimos en una quita, en el congelamiento del pasivo, y en el pago financiado, en paralelo con el alquiler”, dijo; y agregó que se retirará la demanda judicial, por acuerdo de partes.
A raíz de la mudanza obligada, el ciclo lectivo del año pasado del EPAM se desarrolló en la ex usina termoeléctrica de Agua y Energía, de avenida Sarmiento al 1.100. Pero con el cursado empezaron las críticas: un grupo de alumnos cuestionó, en especial, la accesibilidad -se ingresa por la avenida y no hay semáforos- y las condiciones de salubridad -denunciaron la presencia de palomas y de roedores-. Se organizaron y comenzaron con las protestas, que fueron en aumento, al punto que trascendieron los muros de la UNT: el presidente de la Corte, Antonio Gandur, denunció ante la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación que el Rectorado desprotegía la ancianidad e incurría en regresión en derechos humanos. Luego, LA GACETA dio a conocer que en 2009, el rector, Juan Alberto Cerisola, había autorizado la compra del inmueble en Muñecas 436 para que allí se dicte el programa. No obstante, a poco de adquirido lo cedió a la Facultad de Derecho. Los alumnos comenzaron a exigir que se destine ese local para el EPAM; pero luego, tras la explicación de las autoridades de Derecho y tras la mediación de funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, los adultos mayores aceptaron que la UNT busque otro inmueble céntrico para el programa.
“A partir del reclamo de la gente, el rector había decidido el año pasado abrir una sede en el centro; y comenzamos a buscar. Esa búsqueda se suspendió cuando los alumnos reclamaron concretamente el inmueble de Muñecas 436. Pero recientemente, cuando ellos comprendieron que allí no se podía, retomamos la búsqueda”, explicó Leal. Añadió que a la UNT llegaron numerosas ofertas de inmuebles para alquilar: “pero se tornaba difícil, porque la mayoría de los que se encontraban en el microcentro no estaban adecuados para la escolaridad; y menos para los 1.300 preinscriptos que tenemos”, señaló.
El funcionario contó que los arquitectos de la Secretaría de Planeamiento que inspeccionaron el jueves el predio dijeron que se encuentra en muy buenas condiciones: “sólo habría que limpiar y fumigar, y pintar; pero fuera de eso, el inmueble se encuentra como lo dejamos a fines de 2012”. Adelantó que se acondicionarán una o dos piezas para que allí se realice la inscripción, a partir de las 8 del martes. “Queremos empezar las clases a fines de este mes o, como máximo, a principios de mayo; dependerá del clima”, dijo Leal.
Aquel inmueble había cerrado sus puertas a los cursos y talleres del EPAM cuando concluyó el ciclo lectivo 2012, a raíz de un juicio de desalojo motivado por una persistente mora en el pago del alquiler. Incluso, se trabó un embargo a la cooperadora del EPAM, por unos $ 800.000. Leal indicó que en las actuales negociaciones con los dueños se incluyó, además, el tema de esta deuda, aunque por tratarse de cuestiones de privados optó por no precisar. “Hicimos contacto con los dueños; tuvimos muy buena acogida, y comenzó un diálogo muy respetuoso. Fuimos avanzando, con la idea de concretar un acuerdo por el alquiler, que incluya la deuda con la cooperadora. Convenimos en una quita, en el congelamiento del pasivo, y en el pago financiado, en paralelo con el alquiler”, dijo; y agregó que se retirará la demanda judicial, por acuerdo de partes.
A raíz de la mudanza obligada, el ciclo lectivo del año pasado del EPAM se desarrolló en la ex usina termoeléctrica de Agua y Energía, de avenida Sarmiento al 1.100. Pero con el cursado empezaron las críticas: un grupo de alumnos cuestionó, en especial, la accesibilidad -se ingresa por la avenida y no hay semáforos- y las condiciones de salubridad -denunciaron la presencia de palomas y de roedores-. Se organizaron y comenzaron con las protestas, que fueron en aumento, al punto que trascendieron los muros de la UNT: el presidente de la Corte, Antonio Gandur, denunció ante la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación que el Rectorado desprotegía la ancianidad e incurría en regresión en derechos humanos. Luego, LA GACETA dio a conocer que en 2009, el rector, Juan Alberto Cerisola, había autorizado la compra del inmueble en Muñecas 436 para que allí se dicte el programa. No obstante, a poco de adquirido lo cedió a la Facultad de Derecho. Los alumnos comenzaron a exigir que se destine ese local para el EPAM; pero luego, tras la explicación de las autoridades de Derecho y tras la mediación de funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, los adultos mayores aceptaron que la UNT busque otro inmueble céntrico para el programa.
“A partir del reclamo de la gente, el rector había decidido el año pasado abrir una sede en el centro; y comenzamos a buscar. Esa búsqueda se suspendió cuando los alumnos reclamaron concretamente el inmueble de Muñecas 436. Pero recientemente, cuando ellos comprendieron que allí no se podía, retomamos la búsqueda”, explicó Leal. Añadió que a la UNT llegaron numerosas ofertas de inmuebles para alquilar: “pero se tornaba difícil, porque la mayoría de los que se encontraban en el microcentro no estaban adecuados para la escolaridad; y menos para los 1.300 preinscriptos que tenemos”, señaló.
El funcionario contó que los arquitectos de la Secretaría de Planeamiento que inspeccionaron el jueves el predio dijeron que se encuentra en muy buenas condiciones: “sólo habría que limpiar y fumigar, y pintar; pero fuera de eso, el inmueble se encuentra como lo dejamos a fines de 2012”. Adelantó que se acondicionarán una o dos piezas para que allí se realice la inscripción, a partir de las 8 del martes. “Queremos empezar las clases a fines de este mes o, como máximo, a principios de mayo; dependerá del clima”, dijo Leal.