20 Abril 2014
El Gobierno necesita cosechar más dólares
Hasta ahora, el Gobierno nacional trató de captar más divisas a través de una batería de medidas que, según una consultora, implicó un ingreso extraordinario al país de U$S 8.900 millones. Sin embargo, esos dólares no fortalecieron los fondos atesorados por el Central. La liquidación de los exportadores de soja es clave para alentar la política cambiaria.
ACUMULANDO DIVISAS. El Banco Central trata de aprovechar la liquidación de agrodivisas, para fortalecer el nivel de reservas internacionales del país. BIVEDA BANK
A pesar de la calma de los mercados de las últimas semanas, la Argentina atraviesa una crisis cambiaria que ubica a las reservas internacionales en el centro de la escena macroeconómica.
El problema surge como consecuencia de las propias inconsistencias de política que se vienen implementando desde hace años, dice el reporte semanal de Economía & Regiones (E&R). Se intenta mantener un tipo de cambio fijo o cuasi fijo (con pequeñas devaluaciones) y a la vez llevar a cabo una política fiscal excesivamente expansiva financiada con emisión. El Banco Central emite para financiar el déficit fiscal generando un exceso de oferta en el mercado de dinero, sostiene el informe al que accedió LA GACETA.
El público percibe que “sobran pesos” y se desprende de ellos demandando divisas contra las reservas internacionales, con lo cual disminuye la demanda de dinero, aumenta el desequilibrio monetario. En resumen, dice la consultora, la sucesiva pérdida de reservas financia el constante déficit fiscal. A más déficit, más pérdida de reservas.
En 2013, el Banco Central perdió U$S 12.700 millones, aproximadamente el 30% de su stock total de reservas. El drenaje de dólares se fue acelerando sucesivamente hacia fin de año y alcanzó un récord de U$S 2.900 millones en enero de este año. “Esto indujo una fuerte devaluación del 22% hacia fin del primer mes del año, que fue acompañada con una fuerte suba de tasas de interés y otras medidas complementarias que intentan aumentar la oferta y pisar la demanda de dólares con el objeto de atemperar las presiones en el mercado cambiarios y sobre las reservas”, sostiene el reporte privado. Sin solucionar el problema de fondo, el BCRA logró anestesiar el mercado de divisas haciendo que la pérdida de reservas se reduzca en febrero pasado (-U$S 200 millones) y marzo (-U$S 540 millones) e incluso empiece a incrementarse en los días transcurridos de abril.
Dos metas
El fortalecimiento de las reservas se ha convertido en el principal desafío para la gestión de la presidenta Cristina Fernández. De hecho, el equipo económico ha puesto en práctica, en los últimos tres meses, un conjunto de medidas que, según Economía & Regiones, han generado un ingreso extraordinario de divisas por U$S 8.900 millones. Sin embargo, las inconsistencias de política económica sumado al hecho de que el sector público es un despilfarrador serial de divisas -según la consultora-, hacen que el problema cambiario sea doblemente difícil de revertir y que las reservas no se incrementen de la forma que deberían. Es más, en realidad las reservas siguen cayendo a pesar de que se han tomado medidas excepcionales que generaron un ingreso de divisas al BCRA.
Desde que Juan Carlos Fábrega asumió como presidente de la entidad monetaria argentina su principal misión fue reducir al máximo la brecha cambiaria (la cotización del dólar paralelo está en un 29% respecto del valor oficial de mercado) y estabilizar el stock de reservas. La dinámica que habían tomado estas variables hacia fines del último año y el riesgo real de una crisis cambiaria le dieron al nuevo titular de la entidad el margen de maniobra necesario como para llevar a cabo algunos ajustes necesarios y contrarios al discurso dominante en el equipo económico del gobierno: devaluación y suba de tasas, advierte Delphos Investment en su último informe.
El paquete fue completado con la restauración del límite a la posición global neta de moneda extranjera de las entidades financieras, lo que obligó a muchos bancos a cerrar sus posiciones en instrumentos nominados en dólares.
Según Delphos, los resultados fueron satisfactorios: la presión sobre el contado con liquidación (y otros tipos de cambio informales) se redujo considerablemente llevando la brecha a valores mínimos desde 2012. De hecho, el mencionado tipo de cambio llegó a ubicarse en valores similares al del llamado “dólar ahorro”, resultante de la suma del tipo de cambio oficial y la retención de 20% de la AFIP. Sin embargo, la contracción económica puede atentar contra esta política oficial y presionar el tipo de cambio, alerta la consultora.
Por esa razón, los expertos consideran que el Gobierno acelera la cosecha de dólares a través de las liquidaciones por la exportación de soja. De esta manera, trata de corregir los desfases en la acumulación de dólares por parte del BCRA, acelerados por la emisión monetaria y el déficit fiscal, dos situaciones que ahora pretende corregir a través de ajustes graduales.
El problema surge como consecuencia de las propias inconsistencias de política que se vienen implementando desde hace años, dice el reporte semanal de Economía & Regiones (E&R). Se intenta mantener un tipo de cambio fijo o cuasi fijo (con pequeñas devaluaciones) y a la vez llevar a cabo una política fiscal excesivamente expansiva financiada con emisión. El Banco Central emite para financiar el déficit fiscal generando un exceso de oferta en el mercado de dinero, sostiene el informe al que accedió LA GACETA.
El público percibe que “sobran pesos” y se desprende de ellos demandando divisas contra las reservas internacionales, con lo cual disminuye la demanda de dinero, aumenta el desequilibrio monetario. En resumen, dice la consultora, la sucesiva pérdida de reservas financia el constante déficit fiscal. A más déficit, más pérdida de reservas.
En 2013, el Banco Central perdió U$S 12.700 millones, aproximadamente el 30% de su stock total de reservas. El drenaje de dólares se fue acelerando sucesivamente hacia fin de año y alcanzó un récord de U$S 2.900 millones en enero de este año. “Esto indujo una fuerte devaluación del 22% hacia fin del primer mes del año, que fue acompañada con una fuerte suba de tasas de interés y otras medidas complementarias que intentan aumentar la oferta y pisar la demanda de dólares con el objeto de atemperar las presiones en el mercado cambiarios y sobre las reservas”, sostiene el reporte privado. Sin solucionar el problema de fondo, el BCRA logró anestesiar el mercado de divisas haciendo que la pérdida de reservas se reduzca en febrero pasado (-U$S 200 millones) y marzo (-U$S 540 millones) e incluso empiece a incrementarse en los días transcurridos de abril.
Dos metas
El fortalecimiento de las reservas se ha convertido en el principal desafío para la gestión de la presidenta Cristina Fernández. De hecho, el equipo económico ha puesto en práctica, en los últimos tres meses, un conjunto de medidas que, según Economía & Regiones, han generado un ingreso extraordinario de divisas por U$S 8.900 millones. Sin embargo, las inconsistencias de política económica sumado al hecho de que el sector público es un despilfarrador serial de divisas -según la consultora-, hacen que el problema cambiario sea doblemente difícil de revertir y que las reservas no se incrementen de la forma que deberían. Es más, en realidad las reservas siguen cayendo a pesar de que se han tomado medidas excepcionales que generaron un ingreso de divisas al BCRA.
Desde que Juan Carlos Fábrega asumió como presidente de la entidad monetaria argentina su principal misión fue reducir al máximo la brecha cambiaria (la cotización del dólar paralelo está en un 29% respecto del valor oficial de mercado) y estabilizar el stock de reservas. La dinámica que habían tomado estas variables hacia fines del último año y el riesgo real de una crisis cambiaria le dieron al nuevo titular de la entidad el margen de maniobra necesario como para llevar a cabo algunos ajustes necesarios y contrarios al discurso dominante en el equipo económico del gobierno: devaluación y suba de tasas, advierte Delphos Investment en su último informe.
El paquete fue completado con la restauración del límite a la posición global neta de moneda extranjera de las entidades financieras, lo que obligó a muchos bancos a cerrar sus posiciones en instrumentos nominados en dólares.
Según Delphos, los resultados fueron satisfactorios: la presión sobre el contado con liquidación (y otros tipos de cambio informales) se redujo considerablemente llevando la brecha a valores mínimos desde 2012. De hecho, el mencionado tipo de cambio llegó a ubicarse en valores similares al del llamado “dólar ahorro”, resultante de la suma del tipo de cambio oficial y la retención de 20% de la AFIP. Sin embargo, la contracción económica puede atentar contra esta política oficial y presionar el tipo de cambio, alerta la consultora.
Por esa razón, los expertos consideran que el Gobierno acelera la cosecha de dólares a través de las liquidaciones por la exportación de soja. De esta manera, trata de corregir los desfases en la acumulación de dólares por parte del BCRA, acelerados por la emisión monetaria y el déficit fiscal, dos situaciones que ahora pretende corregir a través de ajustes graduales.
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