27 Abril 2014
BAJO EL CIELO. Innumerables fieles acamparon junto al río Tíber y cerca del Castel Sant´Angelo. REUTERS
CIUDAD DEL VATICANO.- Cientos de personas pasaron la noche a la intemperie para poder lograr un buen lugar en la ceremonia de canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII que hoy ofician el papa Francisco y el papa emérito Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
En los 2.000 años de historia de la Iglesia Católica jamás se había canonizado a dos papas y tampoco dos pontífices vivos habían concelebrado una misa.
Muchos fieles desafiaron a los pronósticos de lluvia y, decididos a no perderse esta jornada histórica, pasaron la noche en las calles próximas a la Plaza San Pedro, que hoy amaneció con el cielo encapotado.
A las cuatro de la mañana se podía ver todavía a peregrinos durmiendo en la calle, mientras una marea humana se apresuraba ya a hacer la fila para entrar. A las 05:30 (03:30 GMT) se abrieron las puertas y comenzaron los empujones, las prisas y las ansias por ocupar un lugar desde el cual no perder detalle alguno.
Ante la gran afluencia de peregrinos, voluntarios de protección civil estuvieron ya desde las 19 horas de la tarde del sábado repartiendo botellines de agua. De los 3.5000 voluntarios que participan en este dispositivo especial, cientos han pasado la noche de pie, sin descanso ni relevo. Muchos de ellos son creyentes, por lo que borran el cansancio del rostro con una sonrisa. "Es una oportunidad única estar hoy aquí", señalaba una joven ama de casa italiana, miembro de la orden de Malta.
Hay varios hospitales ambulantes instalados en la zona y, según dijeron a primera hora de hoy miembros de ARES (Azienda Regionale Emergenza Sanitaria) tan sólo atendieron casos de fatiga y mareo. Asimismo han repartido varias mantas térmicas. "La gente está muy cansada. Y acaba mareándose con tanta gente alrededor", señaló a dpa una voluntaria de la Cruz Roja.
que no lleguen a entrar en la plaza y los alrededores, con capacidad para 250.000 personas, podrán seguir la ceremonia desde la veintena de pantallas gigantes que se han instalado en las proximidades. Por primera vez, el Vaticano retransmite un evento en 3D.
Sobre todo los italianos recuerdan con gran cariño la figura de Angelo Giuseppe Roncalli (1881-1963), el papa Juan XXIII que transformó la Iglesia Católica con el Concilio Vaticano II. Sin embargo, aunque han pasado nueve años de la muerte del polaco Karol Wojtyla (1920-2005), su recuerdo sigue muy vivo y no sólo entre sus compatriotas, que hoy se cuentan en cientos de miles en Roma. Su largo pontificado de 26 años en los que viajó a más 120 países le convirtieron en una figura especialmente querida en todo el mundo.
La ceremonia arranca a las 09:30 horas con una procesión en la que se reza el rosario. Los coros de la filarmónica polaca de Cracovia y de la diócesis de Bérgamo, la región natal de Roncalli, participarán en la misa de beatificación, que será concelebrada además por unos 150 cardenales y 700 obispos. También asisten 6.000 sacerdotes.
A la izquierda del altar se encuentran los representantes de los 90 países que asisten a la ceremonia, entre ellos cerca de 20 jefes de Estado como los reyes de España, Juan Carlos y Sofía. La delegación española es una de las más representadas, ya que son cuatro los ministros que no han querido perderse esta cita con la historia en la Plaza de San Pedro: el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo; el de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón y el de Interior, Jorge Fernández Díaz. (DPA)
En los 2.000 años de historia de la Iglesia Católica jamás se había canonizado a dos papas y tampoco dos pontífices vivos habían concelebrado una misa.
Muchos fieles desafiaron a los pronósticos de lluvia y, decididos a no perderse esta jornada histórica, pasaron la noche en las calles próximas a la Plaza San Pedro, que hoy amaneció con el cielo encapotado.
A las cuatro de la mañana se podía ver todavía a peregrinos durmiendo en la calle, mientras una marea humana se apresuraba ya a hacer la fila para entrar. A las 05:30 (03:30 GMT) se abrieron las puertas y comenzaron los empujones, las prisas y las ansias por ocupar un lugar desde el cual no perder detalle alguno.
Ante la gran afluencia de peregrinos, voluntarios de protección civil estuvieron ya desde las 19 horas de la tarde del sábado repartiendo botellines de agua. De los 3.5000 voluntarios que participan en este dispositivo especial, cientos han pasado la noche de pie, sin descanso ni relevo. Muchos de ellos son creyentes, por lo que borran el cansancio del rostro con una sonrisa. "Es una oportunidad única estar hoy aquí", señalaba una joven ama de casa italiana, miembro de la orden de Malta.
Hay varios hospitales ambulantes instalados en la zona y, según dijeron a primera hora de hoy miembros de ARES (Azienda Regionale Emergenza Sanitaria) tan sólo atendieron casos de fatiga y mareo. Asimismo han repartido varias mantas térmicas. "La gente está muy cansada. Y acaba mareándose con tanta gente alrededor", señaló a dpa una voluntaria de la Cruz Roja.
que no lleguen a entrar en la plaza y los alrededores, con capacidad para 250.000 personas, podrán seguir la ceremonia desde la veintena de pantallas gigantes que se han instalado en las proximidades. Por primera vez, el Vaticano retransmite un evento en 3D.
Sobre todo los italianos recuerdan con gran cariño la figura de Angelo Giuseppe Roncalli (1881-1963), el papa Juan XXIII que transformó la Iglesia Católica con el Concilio Vaticano II. Sin embargo, aunque han pasado nueve años de la muerte del polaco Karol Wojtyla (1920-2005), su recuerdo sigue muy vivo y no sólo entre sus compatriotas, que hoy se cuentan en cientos de miles en Roma. Su largo pontificado de 26 años en los que viajó a más 120 países le convirtieron en una figura especialmente querida en todo el mundo.
La ceremonia arranca a las 09:30 horas con una procesión en la que se reza el rosario. Los coros de la filarmónica polaca de Cracovia y de la diócesis de Bérgamo, la región natal de Roncalli, participarán en la misa de beatificación, que será concelebrada además por unos 150 cardenales y 700 obispos. También asisten 6.000 sacerdotes.
A la izquierda del altar se encuentran los representantes de los 90 países que asisten a la ceremonia, entre ellos cerca de 20 jefes de Estado como los reyes de España, Juan Carlos y Sofía. La delegación española es una de las más representadas, ya que son cuatro los ministros que no han querido perderse esta cita con la historia en la Plaza de San Pedro: el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo; el de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón y el de Interior, Jorge Fernández Díaz. (DPA)