Es ahora o nunca

Que aún faltan, con la de hoy, ocho finales; que matemáticamente hablando hay muchas chances, etcétera. Atlético, palabras más palabras menos, puede hipotecar hoy su deseo de ascender a Primera si es que Banfield, uno de los terrores de la divisional, le gana o siquiera le empata en el Monumental, desde las 16. Es el partido del semestre en 25 de Mayo y Chile.

Y créase o no, el pensamiento del plantel está enfrascado en tal determinación triunfalista que todo lo malo que viene sucediendo está tan lejos como los Alpes suizos del cerro San Javier. Optimismo, ese es el principal referente de un grupo renovado que entrará a imponerse con fútbol ante el “taladro”. Hay hambre de gloria...

Un caso puntual es el de Gonzalo Ontivero, el chico de la casa que de Diego Erroz en adelante cobró mayor protagonismo. “Todavía no tengo nada, estoy en busca en un futuro como futbolista profesional. Dios me ayude, y también al equipo, a encontrar ese camino”, pide el moreno delantero, cuya misión será emular al carrilero César Montiglio (lesionado). “Si el técnico me pidió eso es porque cree que estoy capacitado para esa función. Bienvenido sea”, agradece el “Negro” la mano de “Chulo”, que le dejó otra tarea para la hora del partido. La media distancia a veces brilla por su ausencia en Atlético. Hoy no será el caso. “Si hay chances de probar, voy a probar. Ya vas a ver, voy a dar la sorpresa. Hay que terminar la jugada, no importa si va o no al arco”, promete Ontivero e intenta grabar en su cabeza un festejo para Kiara, su hija. “Todo es para ella. Lo que gano se lo doy a mi familia. Nunca les va a faltar un plato de comida en la mesa, ni a mi hija, ni a mi familia ni a mi mujer, María”.

La determinación lo puede todo, y hoy Ontivero se siente parte del refrán de Mahoma. Está preparado para ir a la montaña llamada Banfield y conquistarla.