03 Mayo 2014
REUTERS
KABUL, Afganistán.- Al menos 260 cadáveres fueron recuperados hasta hoy y entre 2.000 y 2.100 personas siguen desaparecidas tras un fuerte corrimiento de tierras ocurrido anoche en el pueblo de Ab-e-Barik, en el distrito de Argu, situado en el noreste de Afganistán, informaron hoy las autoridades.
Los desaparecidos son los miembros de unas 300 familias, dijo Gul Ahmad Bedar, vicegobernador de la provincia de Badakshan, donde se ubica Argu. Las autoridades temen que hayan quedado sepultados por el alud de lodo y que hayan muerto. Unas 2.000 personas huyeron del área del deslave ocurrido el viernes tras la caída de fuertes lluvias en la montañosa provincia, que sepultó un pueblo entero, informó hoy la policía, informó la agencia DPA.
Las operaciones de rescate siguen en marcha, señaló el jefe de la policía provincial, Fazluddin Ayyar, que aseguró que se desconoce el número exacto de víctimas. "Primero, enviamos alimentos, ropa de abrigo y medicina a las víctimas del desastre y se estableció una clínica móvil", dijo Ayyar, añadiendo que las organizaciones internacionales comenzaron también a enviar ayuda.
"Tenemos informaciones de que más de 300 viviendas y muchas hectáreas de granja quedaron dañadas", explicó el jefe de policía. Según Naciones Unidas, 120 de las 700 casas del pueblo quedaron destruidas. Otras 580 familias quedaron en peligro de ser arrastradas por nuevos aludes. La policía evacuó hoy a los habitantes de las casas en peligro.
El alud de tierra y grava arrastró en primer lugar a los asistentes a una boda, explicó el gobernador del distrito de Argu, Hadshi Abdul Wadud. "Allí murieron 250 personas", afirmó. Después, el alud enterró el pueblo casi por completo. "Todo el mundo perdió a un miembro de la familia o a amigos", explicó un líder tribal que se desplazo a la zona para ayudar a las víctimas.
Para los musulmanes el viernes es el día sagrado, por lo que la mayor parte de las familias se encontraban probablemente en casa en el momento de la tragedia. Las viviendas de esa zona de Afganistán están construidas normalmente con barro, por lo que es relativamente fácil que resulten dañadas si hay inundaciones.
El presidente afgano, Hamid Karzai, se mostró "profundamente triste" por lo ocurrido a través de un comunicado. El presidente estadounidense, Barack Obama, ofreció apoyo a Afganistán.