Por Federico Diego van Mameren
06 Mayo 2014
Cualquier reunión se contagia del estado de ánimo de sus interlocutores. A las 16.30 comenzó el encuentro para definir los temas principales y la tapa. TUcumanos contó que tenían la foto y que era un corto que había elogiado el cineasta Juan José Campanella.
Los más viejos entraron en el túnel del tiempo y recordaron cuando el padre del creador, Bernardo Vides Almonacid, trabajó en el diario La Tarde haciendo la tira “Goyito el Lustrín”. “Yo llegué a ser alumno de él y me hizo hacer un dibujo animado”, contó otro. Inmediantamente mostró el corto desde su Ipad y en silencio cada uno disfrutó de lo que veía. Fue el instante mágico que todo acto de creación aporta para tener el corazón henchido y la emoción a la flor de piel. Con ese ánimo fue más fácil seguir trabajando.
Los más viejos entraron en el túnel del tiempo y recordaron cuando el padre del creador, Bernardo Vides Almonacid, trabajó en el diario La Tarde haciendo la tira “Goyito el Lustrín”. “Yo llegué a ser alumno de él y me hizo hacer un dibujo animado”, contó otro. Inmediantamente mostró el corto desde su Ipad y en silencio cada uno disfrutó de lo que veía. Fue el instante mágico que todo acto de creación aporta para tener el corazón henchido y la emoción a la flor de piel. Con ese ánimo fue más fácil seguir trabajando.
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Juan José Campanella