“La hipnosis es una técnica, no un poder sobrenatural”

El mentalista trae su show “Tranze”, en el que interviene el público “sin ser humillado”

PURA SUGESTIÓN. Aryel Altamar no humilla al público que participa. gentileza aryel altamar PURA SUGESTIÓN. Aryel Altamar no humilla al público que participa. gentileza aryel altamar
17 Mayo 2014
A los seis años, Aryel Altamar quedó deslumbrado por el programa “Las manos mágicas” en televisión y por Tu Sam, en vivo y en directo. Por contactos que tenía su abuelo, pudo ver varias veces su espectáculo desde bambalinas, con los ojos bien abiertos para descifrar el truco. Cuando entendió que no lo había, que la hipnosis era real, supo cuál sería su futuro.

“La base de mi show es acercar a la gente a la hipnosis, que es una técnica específica que se enseña en las universidades y no son poderes sobrenaturales ni una forma de dominar al otro, porque nadie puede hacer nada que no quiera. El subconsciente siempre está presente y te controla. La hipnosis es sugestión”, le explica a LA GACETA.

Altamar le ofrecerá “Tranze” al público tucumano esta noche. Lo define como un divertido show en el que participa mucho el público: “lo normal es que haga subir al escenario a entre 30 y 40 personas para hacer algo distinto, que jamás se vio, algo espectacular y con mucho humor”.

“Les hago hacer las cosas más increíbles, como olvidar un número o un nombre, percibir un olor raro, tocar en una orquesta o saludar a un supuesto Diego Maradona en la platea. Pero jamás harán algo que los avergüence, porque estoy totalmente en contra de la humillación”, aclara, y se diferencia expresamente del propio Tu Sam o de Tony Kamo. “Ellos usan la hipnosis antigua, que apunta a que el público te tenga miedo”, afirma.

Su maestro es Mark Savard, el mentalista más reconocido en este momento en Las Vegas, del que fue su discípulo directo cuando vivió en Estados Unidos. Altamar está ahora afincado con un show en la calle Corrientes al 1.600, donde se presentará todos los domingos durante los próximos tres años.

“Hay mucho escepticismo. Cuando empiezo, el 99% del público cree que es todo mentira, pero al terminar la función salen completamente dados vuelta, asombrados porque ven cosas imposibles. No es un show para competir conmigo: no se puede hipnotizar a quien no quiere ser hipnotizado. Es un estado comparable a la borrachera; al salir te podés acordar de todo, de nada o tener lagunas en la memoria. Pero nunca vas a recordar el 100% de lo que ocurrió”, señala.

El hipnotista se siente orgulloso de que se haya dicho que su espectáculo debe verse dos veces: una desde arriba, como participante, y la otra desde abajo del escenario, como público. También hace funciones en fiestas privadas e incorpora números de magia al show, pero no los pondrá en escena hoy ya que se centra en su especialidad. Otra de sus actividades son los cursos cerrados para dejar de fumar o contra las fobias, con una efectividad “del 80%, mayor a cualquier terapia o a medicamento”. “Todo es cierto”, concluye, a modo de desafío encubierto.

ACTÚA HOY

• A las 21,30, en el Centro Cultural Virla de la UNT, 25 de Mayo 265.

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