20 Mayo 2014
PURA FELICIDAD. Ramón Díaz recibe la medalla de campeón de manos de Rodolfo D’Onofrio. “Lo que más quiero es seguir ganando títulos con River”, dijo el técnico.
BUENOS AIRES.- Todo es felicidad en el “millonario”. “Este título es el que más disfruté de todos porque pasé mucho tiempo fuera del club. Soy hincha de River y este es uno de los mejores clubes de mundo para estar. Quizá a muchos no les guste mi manera de ser, pero no hay dudas que doy lo máximo por River”, aseguró Ramón Díaz, el DT más ganador de la historia del club, con ocho conquistas (seis locales y dos internacionales).
El entrenador resaltó la tarea de Leandro Chichizola cuando le tocó reemplazar a Marcelo Barovero. “Sin Chichizola no hubiésemos ganado el título. El partido con Estudiantes fue clave, porque si nos ganaban se nos escapaba mucho”, rememoró a modo de reconocimiento al arquero suplente que atajó dos penales fundamentales, ante Estudiantes y Racing. “A este equipo lo venimos armando hace mucho tiempo y por eso estamos muy felices de lo que lograron. Cuando nosotros llegamos a este club, después de tanto tiempo, solamente se hablaba de descenso y de conseguir 30 puntos”, agregó.
Según Fernando Cavenaghi y Cristian Ledesma, la victoria frente a Boca fue clave para lograr el título. “Fue un título especial para mí porque soñaba con volver y salir campeón con River. Este es un gran plantel, que se sobrepuso a momentos complicados. Para mí fue clave el partido en la Bombonera (triunfo 2 a 1 ante Boca) porque hacía mucho que ahí no se ganaba. Eso nos dio mucha fuerza y nos convenció de que podíamos. También fueron muy importantes los partidos ante Argentinos y Racing, por lo que significaron”, dijo el “Torito”. “El partido de Boca fue el del campeonato, fue algo inolvidable. Era lo más justo que River ganara el título. Ganamos partidos claves y fuimos los más parejos dentro de lo irregular que fue el campeonato”, aseguró el “Lobo” Ledesma.
En tanto, Barovero resaltó que con el título se le cumplió el sueño que nació el día en que llegó al club. “Este título es algo que soñaba cuando llegué a River. Son momentos imborrables, una alegría enorme, sobre todo cuando uno se pone a pensar en todo el camino que hizo. Uno tiene la tranquilidad del deber cumplido, la satisfacción de luchar tanto y poder conseguir algo que marca un momento importante en la historia de la institución”, contó. El primero en abrazarlo cuando se tiró en el piso para festejar el título fue Chichizola, el arquero suplente que rindió de la mejor manera cuando lo reemplazó las semanas que duró su lesión. (Especial-Télam-DyN)
El entrenador resaltó la tarea de Leandro Chichizola cuando le tocó reemplazar a Marcelo Barovero. “Sin Chichizola no hubiésemos ganado el título. El partido con Estudiantes fue clave, porque si nos ganaban se nos escapaba mucho”, rememoró a modo de reconocimiento al arquero suplente que atajó dos penales fundamentales, ante Estudiantes y Racing. “A este equipo lo venimos armando hace mucho tiempo y por eso estamos muy felices de lo que lograron. Cuando nosotros llegamos a este club, después de tanto tiempo, solamente se hablaba de descenso y de conseguir 30 puntos”, agregó.
Según Fernando Cavenaghi y Cristian Ledesma, la victoria frente a Boca fue clave para lograr el título. “Fue un título especial para mí porque soñaba con volver y salir campeón con River. Este es un gran plantel, que se sobrepuso a momentos complicados. Para mí fue clave el partido en la Bombonera (triunfo 2 a 1 ante Boca) porque hacía mucho que ahí no se ganaba. Eso nos dio mucha fuerza y nos convenció de que podíamos. También fueron muy importantes los partidos ante Argentinos y Racing, por lo que significaron”, dijo el “Torito”. “El partido de Boca fue el del campeonato, fue algo inolvidable. Era lo más justo que River ganara el título. Ganamos partidos claves y fuimos los más parejos dentro de lo irregular que fue el campeonato”, aseguró el “Lobo” Ledesma.
En tanto, Barovero resaltó que con el título se le cumplió el sueño que nació el día en que llegó al club. “Este título es algo que soñaba cuando llegué a River. Son momentos imborrables, una alegría enorme, sobre todo cuando uno se pone a pensar en todo el camino que hizo. Uno tiene la tranquilidad del deber cumplido, la satisfacción de luchar tanto y poder conseguir algo que marca un momento importante en la historia de la institución”, contó. El primero en abrazarlo cuando se tiró en el piso para festejar el título fue Chichizola, el arquero suplente que rindió de la mejor manera cuando lo reemplazó las semanas que duró su lesión. (Especial-Télam-DyN)
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