Por Guillermo Monti
07 Junio 2014
"Luna de miel en familia": Todo es cuestión de buena química
Jim y Lauren se conocieron en una cita a ciegas y el resultado no pudo ser peor. Pero el destino mete la nariz y -casualidades de por medio- ambos terminan compartiendo unas vacaciones en África. No están solos: los hijos de cada uno tienen mucho que decir en esta historia.
Si no hay buena química entre los protagonistas las comedias naufragan irremediablemente, por más ingenioso que sea el guión. Pues bien, entre Adam Sandler y Drew Barrymore se establece esa corriente tan intangible como real que provoca que las cosas funcionen. Es la tercera película que los reúne y el feeling se mantiene, potenciado aquí por una historia simplona y muy entretenida. Bien contada por Frank Coraci y bien escrita por la dupla Ivan Menchell-Clare Sera.
Sandler se puso al servicio de la película y no de sí mismo, y ese es todo un activo de “Luna de miel en familia”. Sandler ha rodado películas francamente estúpidas y este, afortunadamente, no es el caso. Está contenido y eso torna graciosas sus intervenciones. Claro que el brillo aquí le pertenece a Drew Barrymore, fresca, bella y bien capaz de reirse de sus infortunios.
El título original (“Blended”) hace alusión a la combinación, a la mixtura. Forzada por unas insólitas vacaciones en África, la unión de las familias disfuncionales de Jim y de Lauren termina adquiriendo un buen sabor. Como el blend de los mejores tés. Por supuesto que las afinidades entre los chicos y el naciente romance de sus padres están cantados, pero no por previsibles dejan de caer simpáticos.
El gancho está conformado por el escenario: un resort lujoso, de esos que ofrecen safaris y pinceladas de cultura africana para turistas. Allí se dan cita, durante una semana, las parejas decididas a ensamblar hijos propios y ajenos en algo parecido a una familia. De eso aprenden rápido Jim y Lauren.
Los chicos -todos con experiencia en el cine y la TV- dan el tono justo, al igual que el gigante Shaquille O’Neal, otro que hace reir con facilidad.
Sandler se puso al servicio de la película y no de sí mismo, y ese es todo un activo de “Luna de miel en familia”. Sandler ha rodado películas francamente estúpidas y este, afortunadamente, no es el caso. Está contenido y eso torna graciosas sus intervenciones. Claro que el brillo aquí le pertenece a Drew Barrymore, fresca, bella y bien capaz de reirse de sus infortunios.
El título original (“Blended”) hace alusión a la combinación, a la mixtura. Forzada por unas insólitas vacaciones en África, la unión de las familias disfuncionales de Jim y de Lauren termina adquiriendo un buen sabor. Como el blend de los mejores tés. Por supuesto que las afinidades entre los chicos y el naciente romance de sus padres están cantados, pero no por previsibles dejan de caer simpáticos.
El gancho está conformado por el escenario: un resort lujoso, de esos que ofrecen safaris y pinceladas de cultura africana para turistas. Allí se dan cita, durante una semana, las parejas decididas a ensamblar hijos propios y ajenos en algo parecido a una familia. De eso aprenden rápido Jim y Lauren.
Los chicos -todos con experiencia en el cine y la TV- dan el tono justo, al igual que el gigante Shaquille O’Neal, otro que hace reir con facilidad.