16 Junio 2014
EN SUS MANOS. Neuer tiene la receta para mantener en cero el arco alemán. reuters
SALVADOR. -Cuatro semanas duró la lucha de Manuel Neuer para estar en Brasil 2014. Pero el arquero alemán, uno de los mejores del mundo, superó a tiempo una lesión en el hombro y hoy será uno de los responsables de intentar frustrar los goles del portugués Cristiano Ronaldo en el estreno alemán en el Mundial.
“Me siento bien, estoy en forma, puedo hacer todo”, anunció ayer el arquero ya en Salvador, donde Portugal y Alemania ofrecerán uno de los choques más atractivos de la fase de grupos. “Me gustan estos partidos, los grandes torneos, los grandes momentos”, enfatizó.
Con 28 años y 1,93 metros es uno de los sellos de identidad de la selección de Joachim Löw y un seguro de vida imprescindible para un equipo con espíritu ofensivo. Alemania ganó un 80% de los 45 partidos que jugó con él al arco.
Por eso a muchos hinchas alemanes se les heló la sangre cuando Neuer salió con el brazo vendado de una revisión médica, tras la final de la Copa Alemana ganada por el Bayern a Dortmund el 17 de mayo. El diagnóstico: un ligero desgarro en el hombro. Comenzaba una larga incertidumbre que se resolvió esta semana
Roman Weidenfeller, arquero de Dortmund, ocupó la portería alemana en los amistosos de preparación con Camerún (2-2) y Armenia (6-1). Pero Neuer volvió a entrenar en Campo Bahía, la concentración alemana en Brasil, y despejó toda duda a Löw.
“Completó todas las unidades de entrenamiento en su totalidad”, afirmó el técnico, que no vio ni peligro ni riesgo de alinear hoy a la estrella. “Entrenó y jugará sin infiltrarse”, dijo.
El regreso después de un mes de pausa podría convertirse en un desafío especial para Neuer, no sólo por los efectos del parate físico, sino también por la presión: los ojos de toda Alemania seguirán al detalle cada uno de sus movimientos. “Es verdad, no jugué ningún partido (desde la final de Copa), pero no significa nada”, explicó. “Vengo sin muchos ensayos. Pero para mí lo más importante era estar bien físicamente”, advirtió.
En su regreso tendrá delante a un Cristiano devastador que llega consagrado por el Balón de Oro como mejor jugador del mundo.
Pero Neuer tendrá una asistencia de lujo para frenar al luso: una línea defensiva de cuatro construida por Löw con Per Mertesacker, Mats Hummels, Jérome Boateng y Benedikt Höwedes, todos centrales. “Como arquero uno es relativamente feliz”, sonrió Neuer al repasar en esos nombres.
“Me siento bien, estoy en forma, puedo hacer todo”, anunció ayer el arquero ya en Salvador, donde Portugal y Alemania ofrecerán uno de los choques más atractivos de la fase de grupos. “Me gustan estos partidos, los grandes torneos, los grandes momentos”, enfatizó.
Con 28 años y 1,93 metros es uno de los sellos de identidad de la selección de Joachim Löw y un seguro de vida imprescindible para un equipo con espíritu ofensivo. Alemania ganó un 80% de los 45 partidos que jugó con él al arco.
Por eso a muchos hinchas alemanes se les heló la sangre cuando Neuer salió con el brazo vendado de una revisión médica, tras la final de la Copa Alemana ganada por el Bayern a Dortmund el 17 de mayo. El diagnóstico: un ligero desgarro en el hombro. Comenzaba una larga incertidumbre que se resolvió esta semana
Roman Weidenfeller, arquero de Dortmund, ocupó la portería alemana en los amistosos de preparación con Camerún (2-2) y Armenia (6-1). Pero Neuer volvió a entrenar en Campo Bahía, la concentración alemana en Brasil, y despejó toda duda a Löw.
“Completó todas las unidades de entrenamiento en su totalidad”, afirmó el técnico, que no vio ni peligro ni riesgo de alinear hoy a la estrella. “Entrenó y jugará sin infiltrarse”, dijo.
El regreso después de un mes de pausa podría convertirse en un desafío especial para Neuer, no sólo por los efectos del parate físico, sino también por la presión: los ojos de toda Alemania seguirán al detalle cada uno de sus movimientos. “Es verdad, no jugué ningún partido (desde la final de Copa), pero no significa nada”, explicó. “Vengo sin muchos ensayos. Pero para mí lo más importante era estar bien físicamente”, advirtió.
En su regreso tendrá delante a un Cristiano devastador que llega consagrado por el Balón de Oro como mejor jugador del mundo.
Pero Neuer tendrá una asistencia de lujo para frenar al luso: una línea defensiva de cuatro construida por Löw con Per Mertesacker, Mats Hummels, Jérome Boateng y Benedikt Höwedes, todos centrales. “Como arquero uno es relativamente feliz”, sonrió Neuer al repasar en esos nombres.
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