Por Jose Ariel Ibañez
22 Junio 2014
El Mundial avanza y las sensaciones cambian día a día, partido a partido. Cuesta hablar de sorpresas y de candidatos. La primera fecha dejó actuaciones memorables como las de Holanda y Alemania. Fue tan bueno, que muchos los daban anticipadamente en la final. Pero los holandeses sufrieron para derrotar a Australia y los alemanes apenas empataron con Ghana. Brasil no pudo vencer a México y Argentina, pese a estar en octavos de final, no convence con su juego. A eso hay que sumarle que Italia, otro que entró a escena con una buena imagen, perdió contra Costa Rica, mientras que España e Inglaterra ya preparan las valijas para regresar la próxima semana. Después del partido contra Irán vale preguntarse: ¿hay que festejar por los triunfos o preocuparse por el rendimiento? ¿Hay que ser optimista o pesimista? Si jugando mal Argentina se clasificó, mejorando, ¿hasta donde puede llegar? Todo indica que en octavos enfrentará a Suiza o Ecuador, aunque no hay que descartar a Francia. Un eventual duelo contra Holanda llegaría en semifinales. Pero en un torneo tan cambiante, los casilleros pueden modificarse. Todo depende del rival, de como estén los equipos ese día y en el caso de la Selección, depende fundamentalmente de una genialidad de Messi.