Shaqiri y 10 más

Suiza, rival de Argentina en octavos, sufrió atrás pero goleó a Honduras con su propio “Messi”

INATAJABLE. El zurdazo de Shaqiri se incrustó en el ángulo, igual que el de Messi a Irán. Si tiene espacios, es incontrolable. INATAJABLE. El zurdazo de Shaqiri se incrustó en el ángulo, igual que el de Messi a Irán. Si tiene espacios, es incontrolable.
Listo, el rival de Argentina en octavos será Suiza, segundo clasificado del Grupo E. Aunque a partir de ahora para ser campeón haya que ganarle al que se ponga enfrente, siempre es mejor que los rivales más complicados aparezcan más tarde que temprano. Por caso, Francia, que se las verá con Bosnia en Brasilia.

A no confundirse: Suiza tampoco es precisamente una manteca. Sin duda, hablamos de un rival táctica e individualmente superior a los que la Selección ha tenido que enfrentar hasta aquí, y contra el que hará falta algo más que la zurda de Lionel Messi.

La importancia del rosarino en el esquema de Alejandro Sabella encuentra su correlato suizo en Xhander Shaqiri: zurdo y con 1,69 metro de estatura -igual que “Lio”-, se trata de un volante con muchísima vocación ofensiva, comprobada ayer mismo con su hat-trick a Honduras. Rápido, encarador, carasucia, como salido de un potrero. Si las caderas de Shakira no mienten, las piernas de Shaqiri sí: amaga por acá, engancha para allá y saca el latigazo. Para mayor similitud, el primero de su sus tres goles fue un calco del de Messi a Irán.

No juega solo: también hay un Di María llamado Josip Drmic, con pinta de 9 pero que ataca desde las bandas y le abre espacios al chiquitín. Ojo con esos dos.

De todos modos, lo mejor de Suiza sigue siendo el tenista Roger Federer. Con las hectáreas libres que dejó la defensa hondureña, cualquiera se hubiera hecho un picnic. Aunque el mediocampo argentino no es una delicia, en las subidas tendrán que pasar a Mascherano. Por otro lado, ninguna Guardia Suiza protege al 1: de milagro terminó con el arco en cero ante una de las delanteras más infértiles del Mundial. No sería extraño que el DT Ottmar Hiztfeld ordene cerrar filas y jugar de contra. Con Shaqiri arriba, alcanza.

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