Escenario frente al conflicto por la deuda

29 Junio 2014

Eliana Raszewski - Agencia Reuters

BUENOS AIRES.- La Argentina corre el riesgo de caer en un nuevo default de deuda, y si bien una eventual cesación de pagos no frenará millonarias inversiones en el promisorio yacimiento Vaca Muerta, el país tendría que ceder beneficios más jugosos a las empresas extranjeras por apostar en el país.

Para desarrollar Vaca Muerta, 30.000 kilómetros cuadrados en la Patagonia que podrían albergar una de las mayores reservas de hidrocarburos no convencionales del mundo, se requieren unos 250.000 millones de dólares según algunas estimaciones privadas. Y el capital privado es clave para poder lograrlo.

Argentina intenta evitar un default técnico antes del 30 de julio, tras un fallo en Estados Unidos que la obliga a saldar cuentas con tenedores de bonos que rechazaron reestructuraciones para poder pagarles a sus acreedores que sí las aceptaron.

Una nueva cesación de pagos arruinaría los intentos del país de volver a los mercados de capitales, complicando su financiamiento en medio de una recesión y una desaceleración de sus exportaciones que hizo menguar las reservas internacionales atesoradas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

El mayor riesgo ahuyentaría a algunos inversores. Pero no a los que tienen el ojo puesto en el megaemprendimiento Vaca Muerta.

“Van a exigir un nivel más alto de rentabilidad o negociarán mejores condiciones”, dijo a la agencia internacional Reuters Martín Redrado, ex presidente del Banco Central.

Eso obligaría a la Argentina a hacer mayores concesiones impositivas a las exportaciones de hidrocarburos u ofrecer una mejor rentabilidad a las empresas, aumentando la presión sobre las cuentas de las provincias y sobre el creciente déficit fiscal federal.

“La lógica en el sector petrolero es distinta a la del mercado financiero”, manifestó Víctor Bronstein, director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad, que aseguró que la industria trabaja con un horizonte de mediano a largo plazo.

“No van a perderse la oportunidad de entrar a un área que tiene tantas posibilidades de desarrollo”, agregó el ejecutivo.

La Argentina apuesta a Vaca Muerta para recuperar la independencia energética perdida en 2011 debido a la caída en la producción fruto de lo que el Gobierno nacional asegura fue la falta de inversión privada.

Eso obligó al país a gastar millones para importar energía, erosionando su superávit comercial.

Buscando más certezas

La letra chica de los acuerdos es la que probablemente será revisada a fondo por las empresas en caso de un default (cesación de pagos) de los compromisos argentinos.

Las puntos clave para las petroleras extranjeras son:

• La remisión de utilidades a sus casas matrices.

• El pago de impuestos sobre las exportaciones.

• El precio que recibirán sobre el producto final.

Hasta ahora, la estadounidense Chevron ha sido la petrolera extranjera más activa en Vaca Muerta, en asociación con la compañía estatizada YPF, que posee la concesión del 36% del yacimiento petrolero del sur del país.

YPF acordó el año pasado ceder a Chevron el 50% de una concesión de 395 kilómetros cuadrados en Vaca Muerta a cambio de un desembolso de 1.240 millones de dólares para ingresar al “joint venture” y de perforar 100 pozos de crudo en una zona de 20 kilómetros cuadrados.

Para aceitar el acuerdo entre Chevron e YPF, la presidenta argentina, Cristina Fernández, estableció que las petroleras con planes de inversión de al menos 1.000 millones de dólares a cinco años podrán vender al exterior, libre de impuestos, el 20% de su producción de crudo o gas natural.

Y también podrán quedarse con las divisas generadas por la exportación, algo vetado para el resto de las industrias por un control de cambios que desde 2011 busca frenar una fuga de capitales, pero que, según algunos analistas locales, desalienta la inversión extranjera.

“Las empresas podrían demandar la liberación total del mercado de cambios, sin condicionamientos, y mayores certezas en el marco regulatorio del sector”, opinó Camilo Tiscornia, economista de C&T Consultores. De esta manera, el experto aludió a la condición de un monto mínimo de inversión para acceder a los beneficios.

El dinero comprometido


Por lo pronto, YPF ya cuenta con la mayor parte de los 5.500 millones de dólares comprometidos de inversión para este año y no necesita salir a los mercados internacionales de deuda, según analistas del mercado. En cierta medida, todo esto le quita algo de presión a la Argentina.

Pero las autoridades argentinas no pueden olvidarse del tema, sobre todo cuando la inversión extranjera directa cayó un 25% el año pasado, según un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) difundido el martes pasado.

El reporte de ese organismo destacó, al mismo tiempo, las “perspectivas interesantes” que generan para la Argentina la explotación de los hidrocarburos no convencionales.

“Las empresas necesitan de algún grado de certeza y la Argentina genera demasiados riesgos”, opinó el economista Claudio Loser, ex director para el hemisferio occidental del Fondo Monetario Internacional.

“Seguramente verán qué tipo de recaudos deberían tomar o decidirán esperar (hasta fines de 2015) a que termine el actual gobierno”, puntualizó el analista.

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