11 Julio 2014
Un concejal opositor sufrió una brutal golpiza y acusó a su compañera de acople
El edil Carlos Barros denunció un supuesto intento de asalto, y considera que trataron de matarlo para quedarse con su banca En 2011, la sospechosa, Nancy Millicay, secundaba a la víctima en el armado político que apadrinaba el ministro Edmundo Jiménez
SIGNOS DEL VIOLENTO EPISODIO. El concejal Barros recibió a LA GACETA en su casa. Apenas podía hablar por las heridas que tenía en la cara. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
La voz de Carlos Barros (55 años) tembló durante todo el relato. Por momentos, el corpulento hombre que trabajó de albañil y de barrendero sollozó como un niño y se enjugó las lágrimas. En el comedor de su modesta casa en Villa Mariano Moreno, el concejal opositor de Las Talitas relató ayer a LA GACETA los detalles del confuso episodio de terror y violencia que sufrió la noche del martes. Mientras viajaba en su auto junto con la dirigente del oficialismo que lo había secundado en la lista con la que ganó su banca en 2011, Nancy Millicay (39 años), habrían intentado ejecutarlo en un supuesto intento de asalto por parte de otro individuo, según denunció. Sin embargo, la hipótesis del robo no es la única que se maneja en el caso.
La Policía aprehendió a la ex candidata minutos después del hecho. Luego de que ella declarara ante el fiscal de feria, Washington Navarro Dávila, el juez de Instrucción de feria, Alejandro Tomas, dispuso su detención, informaron fuentes judiciales.
Tanto los investigadores como Barros creen que lo sucedido está relacionado con una interna política. “Ella es la segunda en la lista. Si muero ¿quién asume? Tengo sospechas. No quiero entorpecer la causa ni que crean que quiero sacar rédito de algo tan terrible. Quisieron matarme”, lanzó el edil opositor.
Confusión y disparos
Mientras hablaba, Barros pasaba un pañuelo por una de las comisuras de su boca, que dejaba correr un hilo de sangre. Su rostro quedó casi desfigurado por los cortes y las contusiones. Los golpes y culatazos que recibió le volaron seis dientes. “No puedo hablar bien”, se disculpó antes de repasar los hechos.
El martes, a las 20, Barros pasó a buscar con su auto a Millicay por la casa de una puntera política (el nombre de esta mujer se mantiene en reserva, pero el edil explicó que trabaja para un concejal que responde al intendente alperovichista Luis Morghenstein). “Millicay quería tomar un café para hablar de política. En 2011, ella estaba en mi lista pero no nos hablábamos. Tuvimos una interna porque ella no trabajaba para mí. Yo había llegado a un acuerdo con Reinaldo Jiménez (hoy legislador) y me la impusieron en el acople de ‘Todos por Tucumán’. Me insistió muchas veces de que fuera a buscarla y que de ahí nos iríamos a un bar”, explicó Barros. Detalló que cuando llegó al sitio de encuentro, en el barrio El Gráfico, su ex aliada no estaba. “Me pareció raro, pero no desconfié. Cuando me estaba por ir, me quedé en el auto revisando el celular. Entonces, ella me golpeó la ventanilla, y vi estaba con una persona. ‘¿Podemos llevar al compañero hasta (el barrio) Valle Hermoso?’, me preguntó. Le dije que sí y subieron: ella adelante y él, detrás de mi”, expresó el denunciante.
Barros afirmó haber conducido unos kilómetros hasta que llegaron al punto señalado. “El hombre (cuyos datos desconoce) me indicó que lo dejara al final del barrio, cerca de una finca. Cuando frené, pasó la mano rodeando el apoyacabezas, me agarró la cara con un guante y me apuntó a la cabeza con un arma. Me pidió la billetera. Nada más, ni siquiera el celular. Estaba oscuro. Para mí, me querían ejecutar. Estoy seguro. Pero comenzó a darme instrucciones de cómo seguir”, contó Barros, angustiado.
El hombre armado le indicó que diera vueltas en algunas calles y que no hiciera juego de luces. A estas órdenes siguieron momentos de máxima tensión.
“Él me gatilló en la cabeza. Me di vuelta y traté de sacarle el arma. Nancy me gritaba que siguiera manejando. En el forcejeo (el hombre) me volvió a intentar disparar, pero no salió el tiro. Choqué contra un montículo (de tierra). Ella salió del auto. Yo le grité que me ayudara, pero no hizo nada. Logré salir del auto y me caí al piso. El hombre ya estaba afuera. Disparó y la bala salió, pero no me dio. Después comenzó a patearme la cara”, recordó con desesperación.
Las confusas imágenes que se le agolpan en la memoria, y dan cuenta de más golpes y tironeos con su rival desconocido. “Logré derribarlo y él tiró el arma. Ella (por Millicay) la agarró e hizo un disparo. Le grité ‘Nancy, no me tirés’. Entonces, empecé a pegarle al hombre. Ella me pedía que lo dejara ir. Lo hice porque ya no tenía fuerzas”, detalló.
El concejal añadió que, con la ayuda de unos conductores que pasaban por allí, pudo bajar su vehículo del montículo. “Fuimos al CAPS, y luego a la comisaría a hacer la denuncia. Declaré y me fui al hospital. Ella quedó ahí (en la sede policial)”, agregó Barros.
El comisario de Villa Mariano Moreno, Juan Brandán, consignó que Millicay quedó aprehendida, luego de que agentes encontraran en su poder la billetera de Barros. El subcomisario Marcelo Quispe y el jefe de zona, Carlos Danielsen, detallaron en el acta policial que además tenía el DNI, dinero y tarjetas de crédito del edil opositor.
Fuentes policiales detallaron que Millicay fue alojada en la Brigada femenina. Ante el fiscal Navarro Dávila, en su declaración, negó los hechos imputados, indicaron desde los Tribunales. La Policía sospecha que su supuesto cómplice -ella habría dicho que no lo conocía- se trataría de alguien de su entorno.
Millicay es una dirigente peronista. En 2011 se había postulado junto a Barros en uno de los acoples del oficialismo que impulsó el ministro de Gobierno, Edmundo Jiménez. En febrero de 2012 fue nombrada como empleada de esa cartera junto a una decena de ex postulantes no electos.
La Policía aprehendió a la ex candidata minutos después del hecho. Luego de que ella declarara ante el fiscal de feria, Washington Navarro Dávila, el juez de Instrucción de feria, Alejandro Tomas, dispuso su detención, informaron fuentes judiciales.
Tanto los investigadores como Barros creen que lo sucedido está relacionado con una interna política. “Ella es la segunda en la lista. Si muero ¿quién asume? Tengo sospechas. No quiero entorpecer la causa ni que crean que quiero sacar rédito de algo tan terrible. Quisieron matarme”, lanzó el edil opositor.
Confusión y disparos
Mientras hablaba, Barros pasaba un pañuelo por una de las comisuras de su boca, que dejaba correr un hilo de sangre. Su rostro quedó casi desfigurado por los cortes y las contusiones. Los golpes y culatazos que recibió le volaron seis dientes. “No puedo hablar bien”, se disculpó antes de repasar los hechos.
El martes, a las 20, Barros pasó a buscar con su auto a Millicay por la casa de una puntera política (el nombre de esta mujer se mantiene en reserva, pero el edil explicó que trabaja para un concejal que responde al intendente alperovichista Luis Morghenstein). “Millicay quería tomar un café para hablar de política. En 2011, ella estaba en mi lista pero no nos hablábamos. Tuvimos una interna porque ella no trabajaba para mí. Yo había llegado a un acuerdo con Reinaldo Jiménez (hoy legislador) y me la impusieron en el acople de ‘Todos por Tucumán’. Me insistió muchas veces de que fuera a buscarla y que de ahí nos iríamos a un bar”, explicó Barros. Detalló que cuando llegó al sitio de encuentro, en el barrio El Gráfico, su ex aliada no estaba. “Me pareció raro, pero no desconfié. Cuando me estaba por ir, me quedé en el auto revisando el celular. Entonces, ella me golpeó la ventanilla, y vi estaba con una persona. ‘¿Podemos llevar al compañero hasta (el barrio) Valle Hermoso?’, me preguntó. Le dije que sí y subieron: ella adelante y él, detrás de mi”, expresó el denunciante.
Barros afirmó haber conducido unos kilómetros hasta que llegaron al punto señalado. “El hombre (cuyos datos desconoce) me indicó que lo dejara al final del barrio, cerca de una finca. Cuando frené, pasó la mano rodeando el apoyacabezas, me agarró la cara con un guante y me apuntó a la cabeza con un arma. Me pidió la billetera. Nada más, ni siquiera el celular. Estaba oscuro. Para mí, me querían ejecutar. Estoy seguro. Pero comenzó a darme instrucciones de cómo seguir”, contó Barros, angustiado.
El hombre armado le indicó que diera vueltas en algunas calles y que no hiciera juego de luces. A estas órdenes siguieron momentos de máxima tensión.
“Él me gatilló en la cabeza. Me di vuelta y traté de sacarle el arma. Nancy me gritaba que siguiera manejando. En el forcejeo (el hombre) me volvió a intentar disparar, pero no salió el tiro. Choqué contra un montículo (de tierra). Ella salió del auto. Yo le grité que me ayudara, pero no hizo nada. Logré salir del auto y me caí al piso. El hombre ya estaba afuera. Disparó y la bala salió, pero no me dio. Después comenzó a patearme la cara”, recordó con desesperación.
Las confusas imágenes que se le agolpan en la memoria, y dan cuenta de más golpes y tironeos con su rival desconocido. “Logré derribarlo y él tiró el arma. Ella (por Millicay) la agarró e hizo un disparo. Le grité ‘Nancy, no me tirés’. Entonces, empecé a pegarle al hombre. Ella me pedía que lo dejara ir. Lo hice porque ya no tenía fuerzas”, detalló.
El concejal añadió que, con la ayuda de unos conductores que pasaban por allí, pudo bajar su vehículo del montículo. “Fuimos al CAPS, y luego a la comisaría a hacer la denuncia. Declaré y me fui al hospital. Ella quedó ahí (en la sede policial)”, agregó Barros.
El comisario de Villa Mariano Moreno, Juan Brandán, consignó que Millicay quedó aprehendida, luego de que agentes encontraran en su poder la billetera de Barros. El subcomisario Marcelo Quispe y el jefe de zona, Carlos Danielsen, detallaron en el acta policial que además tenía el DNI, dinero y tarjetas de crédito del edil opositor.
Fuentes policiales detallaron que Millicay fue alojada en la Brigada femenina. Ante el fiscal Navarro Dávila, en su declaración, negó los hechos imputados, indicaron desde los Tribunales. La Policía sospecha que su supuesto cómplice -ella habría dicho que no lo conocía- se trataría de alguien de su entorno.
Millicay es una dirigente peronista. En 2011 se había postulado junto a Barros en uno de los acoples del oficialismo que impulsó el ministro de Gobierno, Edmundo Jiménez. En febrero de 2012 fue nombrada como empleada de esa cartera junto a una decena de ex postulantes no electos.