“Existía una red de trata que unía Tucumán con Santa Cruz”

No había pasado ni siquiera un mes desde que la Ley de Trata de Personas había sido promulgada, cuando la madre de CM denunció que su hija de 17 años estaba siendo trasladada por su sobrina al sur del país, para que ejerciera la prostitución.

Por ello, el jefe de la división Trata de Personas de la Policía de Tucumán, Julio Fernández, cree que el caso que comenzó a ser juzgado el miércoles no sólo es el primer debate oral que se realiza en la provincia en el marco de la nueva legislación, sino que constituye uno de los primeros casos del país (tal vez el primero) que se investigó bajo la figura de trata de personas con fines de explotación sexual. La norma fue promulgada el 29 de abril de 2008, y el caso de CM ocurrió el 21 de mayo de ese año. Por motivos legales, sólo se pueden difundir las iniciales de la víctima.

“Para nosotros fue un logro muy grande. Recién se había creado el delito de Trata de Personas, y logramos rescatar a esta menor que estaba siendo llevada a Córdoba. La investigación nos permitió conocer que había una red que conectaba Tucumán, Córdoba y Santa Cruz”, describió el comisario Fernández, que declaró el miércoles en el juicio oral.

Cruces telefónicos

Fernández comentó que en las próximas audiencias del juicio deberían incorporarse las pruebas que conectan a Verónica de Jesús Olivera (la mujer que trasladaba a su prima adolescente) con Ana Alicia Taviansky (propietaria de un prostíbulo en Puerto San Julián, provincia de Santa Cruz). “La conexión era vía Córdoba. Se demostró que los pasajes que le enviaron a Olivera habían sido comprados en Río Cuarto. Para despistar se habían planificado rutas cortas: Tucumán-Córdoba, Córdoba-Río Cuarto y Río Cuarto-San Julián”, explicó el jefe de la división Trata de Personas.

“Los cruces telefónicos permitieron demostrar que Taviansky estaba comunicada con Olivera para que llevara a la menor”, afirmó Fernández. Además, los pasajes que se habían comprado estaban a nombre de Olivera y de la hermana mayor de edad de la víctima. El DNI y la partida de nacimiento de las dos hermanas estaban en poder de Olivera cuando la detuvieron en Córdoba, en el momento en el que CM fue rescatada.