“Las bodegas apuntan a las mujeres y a los gays, porque son más innovadores”

La enóloga Tania Guadalupe Höy afirmó que ya no se habla de vinos buenos o malos. Y que las mujeres saben mucho de esta bebida

CATA. Tania Höy ejemplifica uno de los pasos para evaluar un vino; la joven enóloga salteña dio una charla y encabezó una degustación en Tucumán.  la gaceta / fotos de diego aráoz CATA. Tania Höy ejemplifica uno de los pasos para evaluar un vino; la joven enóloga salteña dio una charla y encabezó una degustación en Tucumán. la gaceta / fotos de diego aráoz
06 Septiembre 2014
Sin dudas, es un prejuicio. Pero es inevitable que los 25 años de Tania Guadalupe Höy no sean su mejor carta de presentación si se los analiza a la luz de parámetros sociales que sostienen que sólo sabe más aquel que es más viejo. En muchísimos casos, eso es cierto. Pero basta comenzar a charlar con esta salteña para advertir que sabe de lo que habla y mucho. Su currículum lo confirma: es enóloga y trabajó en grandes bodegas, como Norton y Trapiche, e incluso en Estados Unidos; ahora asesora a bodegas y a productores de los Valles Calchaquíes (entre ellos, dos tucumanos), y se desempeña en la empresa vitivinícola familiar. Llegó a Tucumán para encabezar una degustación y, durante una entrevista, aseguró que hoy la industria apunta a captar a las mujeres y a los gays que por lo general son más innovadores y representan oportunidades de crecimiento.

- ¿Cómo te trata el mundo del vino siendo tan chica?

- Tenés que moverte mucho, animarte a hacer cosas. Muchas veces las mujeres se autolimitan. Vos podés levantar las cajas, podés tener gente a cargo, podés degustar. Pero primero te lo tenés que creer vos misma.

- ¿Cuál es la situación del vino del norte?

- Está creciendo mucho. Si bien ya se hacía vino, siempre fue el torrontés la variedad en la que más se enfocó el consumidor; también se tomaba mucho mistela, vino de la casa. Ahora se sabe que el malbec, el tannat, el chardonnay también se adaptan muy bien. Estamos saliendo al mundo a mostrar que hay potencial.

- ¿Hablar de vino de altura es referirse solamente a un concepto de marketing?

- No es mentira que el vino es de altura. De hecho, acá en los Valles tenemos los viñedos más altos del mundo a 3.011 metros sobre el nivel del mar. Eso te da características diferentes. El clima, el sol, la luz, el viento, las precipitaciones escasas dan un buen producto que es muy característico de la zona. Podés saber que un vino es del norte, porque tiene tipicidad.

- ¿Cuál es esa tipicidad?

- Muchísimo color, que se logra porque las noches son frías y los días, cálidos. Son vinos muy sanos, con PH muy controlados. Y son muy frutados. Justamente eso es lo que se está buscando.

- ¿Qué proyección tiene la región?

- Cafayate sigue siendo el caballito de batalla, pero hoy hablamos de los Valles Calchaquíes. A media hora de Cafayate está Tucumán, que está dando muy buenos vinos.

- ¿El vino se convirtió en un objeto que da estatus o la gente aprendió a tomar mejor?

- Hoy no podés engañar al consumidor, porque sabe. No hace falta ser experto para decir si un vino te gusta o no te gusta, si tiene algo raro. Se compara mucho el precio con la calidad. No podés poner a $200 un vino que no llega a esa precio, porque no te lo van a comprar. Pero si lo vale, seguramente lo llevan. Antes, el consumo per cápita por año era de 90 litros. Hoy es de 28. Se toma menos, pero vinos de mucha más calidad.

- ¿Podés tomar buenos vinos por $40 o $50?

- Sí. Al precio se lo da el añejamiento. La madera y la cantidad de días que pasan en la bodega los hacen valer más. Los vinos con ese precio son jóvenes. Encontrás mucha fruta, los tomás fácilmente, no tienen tanta graduación alcohólica, pero son excelentes. No hablamos de vinos malos, sino de diferentes líneas.

- ¿Creés que la gente va a tomar más y mejor?

- Eso espero. Fundamentalmente las mujeres y los gays. Las bodegas apuntan mucho a esos mercados. El hombre heterosexual es más tradicionalista; las mujeres y los gays, más innovadores. Las bodegas buscan esos mercados, porque andan muy bien.

- ¿Cómo es la relación entre la mujer y el vino?

- Antes, la mujer no tomaba. Hoy en día sabe de vino. Es mentira que sólo el vino blanco es para ellas. También toma tinto. Normalmente cuando empieza busca algo suave y ahí están los blancos. Después quieren algo más complejo, con más cuerpo. Y conocen los tintos.

- ¿El sueño de producir el vino propio es posible?

-Sí se puede. No es complicado, pero tenés que dedicarte mucho y ver que te funcione el marketing y las ventas. Por ejemplo, en Colalao del Valle estamos tratando de que la marca se posicione y recién entonces empezar a construir una bodega.

¿El marketing juega un rol fundamental?

- Totalmente. El marketing, el posicionamiento en el mercado es importantísimo. Si hago vino y no lo puedo vender, no tiene sentido.

A PROBAR

Torrontés

“Casi todas las bodegas de los Valles lo hacen bien”, dice Tania.

Malbec
“Es la cepa insignia”, indica.

Cabernet
“En la zona hay bastante y compite con el malbec”, dice.

Malbec-tannat
“Con el tannat se hacen vinos de mucha calidad”, afirma.

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