Amaya contrató a un ex alperovichista

La salida de José Luis Ruiz del Poder Ejecutivo provincial había pasado casi inadvertida públicamente. Quince días después, el ex director de Estadísticas provincial le pasó factura al alperovichismo por haberlo removido de su cargo y confirmó, con los hechos, que fue apartado por cuestiones políticas. El especialista asumió ayer como asesor en el gabinete del intendente de la capital, Domingo Amaya, y sumó un nuevo episodio en la interna del oficialismo con vistas a 2015.

El amayismo mimó al ex funcionario de José Alperovich y creó el Instituto Municipal de Estadística e Información (depende de la Secretaría Hacienda, a cargo de Silvio Bellomío).

“Preocupante”

Tras el acto de asunción, Amaya evitó confrontar con la Provincia. Al ser consultado sobre el pasado reciente de su nuevo funcionario, Amaya destacó sólo que gracias a ello contaba con una “vasta experiencia”. “(El objetivo) es conocer los datos reales para poder transformar el futuro de los tucumanos. Es una incorporación de lujo. Agradecemos al contador ‘Pepe’ Ruiz el haber aceptado”, afirmó el jefe municipal.

Ruiz, en cambio, puntualizó su adhesión al “proyecto político” amayista. “Asesoraré a Amaya acerca de la situación real de Tucumán”, explicó poniendo énfasis en la palabra real. Inmediatamente, agregó: “una cosa es lo que a veces se publica y se lee en los discursos y otra, es la situación real de la provincia. Me llena de satisfacción que Domingo permanentemente me exprese su preocupación por conocer las cifras reales”. Después, redobló la apuesta y consideró: “nadie me va a venir a contar nada sobre cómo está Tucumán. Hace ocho años que estudio la provincia y la verdad es que estamos en una situación preocupante”, disparó.

Ruiz se mostró exultante por la invitación de Amaya. “Le agradezco profundamente sumarme a su proyecto político”, consignó por si quedaba alguna duda del trasfondo de su incorporación al Municipio. “Vengo con mucha modestia y humildad, pero con una profunda convicción de que me estoy sumando a un proyecto que quiere un Tucumán mucho mejor que el que tenemos. Es superador de lo que hoy tenemos”, aseguró. En clara referencia a su despido, instó a “dejar atrás los faccionalismos (sic)” y el “pensar que el que tiene una posición política distinta debe ser eliminado o visto como enemigo”.

Fuentes de la Casa de Gobierno habían afirmado que Ruiz había sido separado de su puesto por asuntos políticos. El alperovichismo habría tomado conocimiento entonces de la cercanía de su entonces funcionario con Amaya y lo había reemplazado por Antonio García. Alperovich, al ser consultado por LA GACETA, prefirió no hacer declaraciones al respecto.

Amaya comenzó a “politizar” su entorno de trabajo desde fines del año pasado, cuando Germán Alfaro dejó su banca de concejal para asumir como secretario de Gobierno. A fines de mayo, “peronizó” su gabinete con la inclusión de 14 nuevos funcionarios justicialistas no alperovichistas. Los roces con la Casa de Gobierno habían comenzado cuando trascendió la intención de Amaya de postularse para la gobernación.