A elegir las especies adecuadas

La existencia de cubiertas verdes se remonta a épocas antiguas. Están de vuelta, no solo como moda, sino por los beneficios que ofrecen. La idea de una cubierta verde es un techo plano de hormigón, sobre el que se dispone una capa de tierra en la que se planta. Pueden ser de uso intensivo o extensivo, determinando ello el espesor del sustrato y las especies vegetales que se pueden utilizar. También puede resolverse con la disposición de maceteros sobre la cubierta plana o con el uso de bandejas modulares removibles, que permiten cubiertas verdes no transitables de rápido montaje y de fácil recambio de ser necesario. ¿Por qué no se ha difundido su uso aquí? Principalmente, por falta de información y la existencia de mitos, lo que genera cierto miedo a las mismas. Se puede creer que en un clima como el nuestro, las cubiertas verdes generaran problemas de filtraciones y humedades. Pero lo cierto es que estos problemas están presentes a diario en nuestros edificios, y que son solucionables si se aplican las técnicas, sistemas constructivos y materiales adecuados. Tecnológicamente hay mucho desarrollado y sin dudas se puede lograr una solución adecuada para cada caso. Se cree que encarecen sustancialmente los costos de obra, pero en el balance de costo-beneficio, que debe ser a mediano plazo, no solo se debe tener en cuenta el costo directo de construcción, sino la mejora en el confort y la calidad de vida.

Otro punto que se plantea en contra es al pensar en los requerimien tos de mantenimiento y riego. Pero ¿acaso no los tienen todos nuestros jardines? En este punto se trata de realizar una adecuada selección de las especies vegetales adaptadas al clima y con poca exigencia de agua, el concepto de xerojardinería.

Las cubiertas verdes, son una forma viable no solo en edificios nuevos, sino también en la rehabilitación de cubiertas existentes con problemas. Siempre será necesario realizar las consultas necesarias a los profesionales idóneos.