“Me empezaron a dar golpes desde atrás, en la cabeza y las costillas”

Un cabo de la Policía frenó un linchamiento

PARALIZADO. Raúl Alberto Chaile no podrá trabajar durante algunos meses. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO PARALIZADO. Raúl Alberto Chaile no podrá trabajar durante algunos meses. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO
09 Septiembre 2014
“La situación era caótica, la gente estaba muy alterada”, recordó el cabo Raúl Alberto Chaile. El policía, que tiene 37 años y presta servicio en el Sistema de Emergencias 911, sufrió una lesión en el tobillo derecho en medio de los incidentes que se produjeron el domingo en Mate de Luna al 2.800, cuando trataban de linchar a un presunto ladrón.

Chaile estaba de franco y había salido vestido de civil para almorzar con un sobrino, el domingo al mediodía. Alrededor de las 15.30, escuchó gritos que venían de afuera. Cuando salió del restaurante, vio a una persona tirada en la vereda de la heladería de al lado. A su alrededor, un grupo de gente le propinaba patadas, lo insultaba y lo escupía.

“El hombre sangraba por la boca y la nariz, los ojos se le iban para atrás, lo vi mal”, describió el policía. Según relató, la gente pretendía lincharlo porque -comentaba- había intentado arrebatar un celular. En ese instante, Chaile decidió intervenir. “En la Policía nos inculcan que hay que preservar la integridad física de las personas, sean o no delincuentes”, afirmó.

“Delimité la zona, llamé al 911 y pedí que manden un móvil urgente, que llegó a los tres minutos. Lo levanté al individuo para cargarlo y ahí me empezaron a dar golpes desde atrás, en la cabeza y en las costillas”, contó Chaile. Dolorido, el policía se dio vuelta, identificó al joven que lo había agredido y comenzó a perseguirlo. “Lo seguí para arrestarlo y alguien me pegó, perdí el equilibrio, pisé mal y se me salió el tobillo. Quedé en cuatro pies y este individuo me tiró una patada en la cara. Un hombre grande se metió y gracias a él no me sacó la cabeza”, siguió contando Chaile.

Según indicó el policía, las personas que lo agredieron venían del barrio Ángela Riera (Villa Piolín), ubicado a pocos metros del lugar, donde viviría el presunto delincuente. “El hombre quedó aprehendido. No sé que pasó después porque me llevaron”, aseguró. El fiscal de Instrucción de la X° Nominación, Guillermo Herrera, le tomó declaración al sospechoso y luego dispuso el cese de aprehensión, informaron fuentes policiales. Chaile, por su parte, recibió asistencia médica y le inmovilizaron la pierna derecha, de la rodilla para abajo. Por esa lesión, no podrá prestar servicio durante algunos meses.

Los incidentes duraron alrededor de 40 minutos en la zona y la Policía tuvo que reprimir con balas de goma para controlar la situación.

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