19 Octubre 2014
PATEADOR Y GOLEADOR. José Federico Mentz brilló en todo su esplendor, dándole mucha seguridad al juego de Lawn Tennis. la gaceta / fotos de héctor peralta
Puntería, humildad y servir siempre al equipo es el objetivo de Federico Mentz, capitán, pateador de Lawn Tennis y goleador del Torneo Regional 2014, con 327 puntos.
El “10” de un equipo de rugby es el moderador, el que da la pausa; y si patea con regularidad a los palos, mejor. Y todo eso demostró “Manino” en la gran final del rugby tucumano. No fue poco lo que hizo (anotó 19 puntos de los 32), pero lo mejor fue que se mostró solido, dio tranquilidad al equipo y a la hora de elegir el destino de la pelota lo hizo casi sin errores. “Sólo sabía que era una final y había que jugarla así, con mucha vehemencia, en el buen sentido de la palabra, siendo inteligente. Hicimos eso para poder salir campeón”, reconoció la figura.
Se sabe: a todos los partidos hay que jugarlos motivado, y esa fue otra de las cualidades que mostró el apertura del “benjamín”. “Estuve muy motivado y eso pasó por los chicos que tenía al lado. Ellos hicieron un gran esfuerzo para estar acá. Tuvimos un partido perfecto, sin dudas fue el mejor del año”, entendió “Fede” con razón.
Tan simple como le resulta a él patear a los palos es entender que Mentz fue clave, especialmente en el primer tiempo, donde tuvo un desempeño casi perfecto. “Siempre traté de ejecutar el plan de juego que querían los entrenadores. Todo el grupo creyó mucho en el staff”, destacó el hombre.
Cuando salía de la cancha reemplazado, los aplausos lo inundaron y a él se le cruzaron por la cabeza los mejores momentos de la final. ¿También el futuro de un final que puede estar cada vez más cerca? Mentz fue sincero para responder: “por ahora sólo pienso en disfrutar este logro. Al retiro lo voy a pensar a partir de mañana...”.
El “10” de un equipo de rugby es el moderador, el que da la pausa; y si patea con regularidad a los palos, mejor. Y todo eso demostró “Manino” en la gran final del rugby tucumano. No fue poco lo que hizo (anotó 19 puntos de los 32), pero lo mejor fue que se mostró solido, dio tranquilidad al equipo y a la hora de elegir el destino de la pelota lo hizo casi sin errores. “Sólo sabía que era una final y había que jugarla así, con mucha vehemencia, en el buen sentido de la palabra, siendo inteligente. Hicimos eso para poder salir campeón”, reconoció la figura.
Se sabe: a todos los partidos hay que jugarlos motivado, y esa fue otra de las cualidades que mostró el apertura del “benjamín”. “Estuve muy motivado y eso pasó por los chicos que tenía al lado. Ellos hicieron un gran esfuerzo para estar acá. Tuvimos un partido perfecto, sin dudas fue el mejor del año”, entendió “Fede” con razón.
Tan simple como le resulta a él patear a los palos es entender que Mentz fue clave, especialmente en el primer tiempo, donde tuvo un desempeño casi perfecto. “Siempre traté de ejecutar el plan de juego que querían los entrenadores. Todo el grupo creyó mucho en el staff”, destacó el hombre.
Cuando salía de la cancha reemplazado, los aplausos lo inundaron y a él se le cruzaron por la cabeza los mejores momentos de la final. ¿También el futuro de un final que puede estar cada vez más cerca? Mentz fue sincero para responder: “por ahora sólo pienso en disfrutar este logro. Al retiro lo voy a pensar a partir de mañana...”.
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