Por Marcelo Aguaysol
25 Octubre 2014
EN DEBATE. Los precandidatos presidenciables Hermes Binner, Julio Cobos, Ernesto Sanz y Sergio Massa, junto con el presidente de IDEA, Miguel Blanco. prensa idea
MAR DEL PLATA.- Más de lo mismo. Esa es la sensación que ayer quedó sobrevolando en el cierre del 50° Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA).
Desde el punto de vista económico, los ejecutivos han demostrado que la inversión seguirá con el mismo freno que no deja crecer a la actividad, que puede cerrar el año más cerca de una caída del 2,5% que de una mínima expansión del 0,5%, proyectada por el ministro de Economía Axel Kicillof. También que a la gestión que viene le puede llevar cuatro años bajar la inflación a un dígito, tal como lo pronosticó el asesor económico del gobernador Daniel Scioli, Miguel Bein. Claro que la corrección (no se usó el término ajuste) deberá ser gradual, con el fin de minimizar el costo social. Pero, además, quedó la sensación de que el gasto público explotó. “El último año nadie hace los deberes”, expuso Bein. “Mientras haya estos niveles de inflación, las empresas no van a poder dedicarse a la competitividad y a innovar, ya que están preocupadas por no perder capital”, dijo a su turno Francisco Cabrera, el ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde la óptica política, la ausencia del kirchnerismo a la cumbre anual de los hombres de negocio se mantuvo fiel al estilo de la Casa Rosada. Hasta el propio Scioli tomó distancia del foro, pese a haber sido quien lo inauguró. “Algunas expresiones que he escuchado de empresarios en el coloquio de IDEA me parecieron ingratas e injustas”, remarcó. “Si ellos organizan un coloquio, que hagan un coloquio de propuestas de iniciativas. Que no se queden solo en la crítica”, remarcó Scioli, criticado por sectores del kirchnerismo que vetaron su visita al Coloquio. Miguel Blanco, el presidente de IDEA, excusó al ex motonauta y al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, que decidió no viajar a Mar del Plata. Sí asistieron al debate otros precandidatos presidenciales: el líder del Frente Renovador Sergio Massa, el socialista Hermes Binner, y los radicales Ernesto Sanz y Julio Cobos. Ellos contestaron algunas dudas de los ejecutivos. Más temprano, Kicillof calentaba el ambiente al decir que el Coloquio era un ámbito de la crítica que permitió sólo el desfile de opositores. “El Coloquio de IDEA es una reunión de los nostálgicos de los 90”, había dicho el titular del Palacio de Hacienda. Y coincidió con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien en su habitual conferencia de prensa matutina señaló: “el Coloquio de IDEA no tiene ideas”.
Una vez más, el presidente del Instituto tuvo que salir a responderle al Gobierno. “No queremos etiquetar años y tendencias. Pero hay algo concreto y real: la alta inflación no es nostalgia, ni tampoco ideología”, le dijo a LA GACETA el también presidente de Swiss Medical Group. Blanco señaló que, en materia de comparación sobre rumbos económicos, sería saludable que se mirara cómo están los países limítrofes respecto de la Argentina. “Hemos cumplido el objetivo buscado en el Coloquio: los empresarios están construyendo una agenda para el futuro de nuestro país”.
En la misma línea se expresó la presidenta de la edición 50 del Coloquio, Isela Constantini. “La propuesta sigue siendo la misma: buscar el diálogo y los sectores público y privado deben integrase porque todos queremos un país mejor”, afirmó a nuestro diario. Recordó las palabras del Papa Francisco, respecto de que es saludable la diversidad en la adversidad para buscar los mejores caminos. “Polemizar, estigmatizar o clasificar no ayuda al trabajo conjunto”, acotó la CEO de General Motors. Cristiano Rattazzi, CEO de Fiat, compartió la apreciación y dijo que sigue siendo optimista de que las cosas en el país cambien para el bien de todo. Pero hizo un lugar para contestarle a Kicillof: “si dicen que somos nostálgicos, diría que del primer período de la gestión Menem; somos nostálgicos de la no inflación”, indicó.
La pelea cruzada entre Gobierno y empresas se asemeja a una cortina de humo en medio de los problemas que afligen a la economía argentina. Un arreglo con los holdouts y un freno a la aplicación de la ley de abastecimiento, en medio de la escasez de dólares y una elevada inflación, marcan el ritmo del cierre del año, y del medio centenario del Coloquio que -anualmente- en esta ciudad balnearia, reúne al establishment argentino. Tal vez por eso, las palabras de Bein sonaron como música para muchos de los presentes. “No hay secretos para salir de la crisis. Hace falta un programa de inversión de largo plazo que requiere de créditos; sin eso, no se construye un país”, expresó en su disertación.
Desde el punto de vista económico, los ejecutivos han demostrado que la inversión seguirá con el mismo freno que no deja crecer a la actividad, que puede cerrar el año más cerca de una caída del 2,5% que de una mínima expansión del 0,5%, proyectada por el ministro de Economía Axel Kicillof. También que a la gestión que viene le puede llevar cuatro años bajar la inflación a un dígito, tal como lo pronosticó el asesor económico del gobernador Daniel Scioli, Miguel Bein. Claro que la corrección (no se usó el término ajuste) deberá ser gradual, con el fin de minimizar el costo social. Pero, además, quedó la sensación de que el gasto público explotó. “El último año nadie hace los deberes”, expuso Bein. “Mientras haya estos niveles de inflación, las empresas no van a poder dedicarse a la competitividad y a innovar, ya que están preocupadas por no perder capital”, dijo a su turno Francisco Cabrera, el ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde la óptica política, la ausencia del kirchnerismo a la cumbre anual de los hombres de negocio se mantuvo fiel al estilo de la Casa Rosada. Hasta el propio Scioli tomó distancia del foro, pese a haber sido quien lo inauguró. “Algunas expresiones que he escuchado de empresarios en el coloquio de IDEA me parecieron ingratas e injustas”, remarcó. “Si ellos organizan un coloquio, que hagan un coloquio de propuestas de iniciativas. Que no se queden solo en la crítica”, remarcó Scioli, criticado por sectores del kirchnerismo que vetaron su visita al Coloquio. Miguel Blanco, el presidente de IDEA, excusó al ex motonauta y al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, que decidió no viajar a Mar del Plata. Sí asistieron al debate otros precandidatos presidenciales: el líder del Frente Renovador Sergio Massa, el socialista Hermes Binner, y los radicales Ernesto Sanz y Julio Cobos. Ellos contestaron algunas dudas de los ejecutivos. Más temprano, Kicillof calentaba el ambiente al decir que el Coloquio era un ámbito de la crítica que permitió sólo el desfile de opositores. “El Coloquio de IDEA es una reunión de los nostálgicos de los 90”, había dicho el titular del Palacio de Hacienda. Y coincidió con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien en su habitual conferencia de prensa matutina señaló: “el Coloquio de IDEA no tiene ideas”.
Una vez más, el presidente del Instituto tuvo que salir a responderle al Gobierno. “No queremos etiquetar años y tendencias. Pero hay algo concreto y real: la alta inflación no es nostalgia, ni tampoco ideología”, le dijo a LA GACETA el también presidente de Swiss Medical Group. Blanco señaló que, en materia de comparación sobre rumbos económicos, sería saludable que se mirara cómo están los países limítrofes respecto de la Argentina. “Hemos cumplido el objetivo buscado en el Coloquio: los empresarios están construyendo una agenda para el futuro de nuestro país”.
En la misma línea se expresó la presidenta de la edición 50 del Coloquio, Isela Constantini. “La propuesta sigue siendo la misma: buscar el diálogo y los sectores público y privado deben integrase porque todos queremos un país mejor”, afirmó a nuestro diario. Recordó las palabras del Papa Francisco, respecto de que es saludable la diversidad en la adversidad para buscar los mejores caminos. “Polemizar, estigmatizar o clasificar no ayuda al trabajo conjunto”, acotó la CEO de General Motors. Cristiano Rattazzi, CEO de Fiat, compartió la apreciación y dijo que sigue siendo optimista de que las cosas en el país cambien para el bien de todo. Pero hizo un lugar para contestarle a Kicillof: “si dicen que somos nostálgicos, diría que del primer período de la gestión Menem; somos nostálgicos de la no inflación”, indicó.
La pelea cruzada entre Gobierno y empresas se asemeja a una cortina de humo en medio de los problemas que afligen a la economía argentina. Un arreglo con los holdouts y un freno a la aplicación de la ley de abastecimiento, en medio de la escasez de dólares y una elevada inflación, marcan el ritmo del cierre del año, y del medio centenario del Coloquio que -anualmente- en esta ciudad balnearia, reúne al establishment argentino. Tal vez por eso, las palabras de Bein sonaron como música para muchos de los presentes. “No hay secretos para salir de la crisis. Hace falta un programa de inversión de largo plazo que requiere de créditos; sin eso, no se construye un país”, expresó en su disertación.
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