28 Noviembre 2014
“Si hubiésemos sido derrotados, estaríamos perdidos y estas semanas hubiesen sido de duelo”, se animó a decir Bruno Bianchi después del triunfo de Atlético sobre Sportivo Belgrano el domingo pasado. De hecho, Atlético estuvo a 45 minutos de vestirse de negro y llamarse a silencio por un largo tiempo, pero entre Cristian Menéndez y Leandro Díaz se encargaron en Córdoba de que el ambiente en estos entrenamientos sufra un cambio radical.
Los silencios entre ejercicio y ejercicio de la semana pasada fueron reemplazados por constantes arengas y alguno que otro chiste. En lugar de las caras largas y el rechazo de varios jugadores cuando terminaba la práctica y debían enfrentar a la prensa, aparecieron varias sonrisas y disponibilidad absoluta.
“El triunfo siempre trae como consecuencia otro estado de ánimo”, explica Juan Manuel Azconzábal que no conocía las caras de sus jugadores en versión ganadora. El “Vasco” llegó a Atlético después de tres derrotas consecutivas y en su debut sólo pudo conseguir un empate sin goles, de local, ante Patronato.
Con sólo recordar el final de ese partido que acabó 0 a 0, pareciera que estamos hablando de temporadas diferentes y aquella violenta protesta de hinchas genuinos en el hall del Monumental sólo sucedió hace menos de 10 días.
Toda esa bronca, insultos y hasta pedradas también fueron reciclados. Por las redes sociales, grupos de hinchas y programas partidarios como “Soy Decano”, invitan a recibir al equipo espectacularmente ante Santamarina, el 7 de diciembre. “Al recibimiento lo hacemos todos. Papeles, globos, todo sirve”, promocionaron desde su cuenta de Twitter.
“Cambia, todo cambia”, escribió el chileno Julio Numhauser y cantó nuestra Mercedes Sosa. La poesía sirve para explicar tantos escenarios que se transformó en cliché, pero eso es lo que pasó en 25 de Mayo y Chile.
“Levantamos el ánimo al 100%. Ganamos y estamos trabajando tranquilos. Lo necesitábamos”, confió Guillermo Acosta.
Incluso hasta algunas disposiciones del cuerpo técnico cambiaron ya que los entrenamientos a puertas cerradas no tendrán lugar esta semana. El cambio en la tabla es el más claro de todos: Atlético estaba igualado con Huracán en la quinta posición y con un partido más. Ahora, con tres puntos más que el “globo” y su próximo rival y un partido de local por delante, respira aliviado aunque no “relajado” como quiere hacer entender Azonzábal. “Igualmente ‘relajado’ no es una palabra que conduzca a un buen camino. Tenemos que estar alertas y preparados para la final contra Santamarina”, advierte el entrenador.
El juego de Atlético en el primer tiempo no cambió del que desplegó ante Patronato y es parte del pedido del “Vasco” de no relajarse. “Sí, hay que corregir varias cosas pero hacerlo con un triunfo es mucho más fácil”, dice el “Bebé” con razón. Y eso es parte del cambio.
Los silencios entre ejercicio y ejercicio de la semana pasada fueron reemplazados por constantes arengas y alguno que otro chiste. En lugar de las caras largas y el rechazo de varios jugadores cuando terminaba la práctica y debían enfrentar a la prensa, aparecieron varias sonrisas y disponibilidad absoluta.
“El triunfo siempre trae como consecuencia otro estado de ánimo”, explica Juan Manuel Azconzábal que no conocía las caras de sus jugadores en versión ganadora. El “Vasco” llegó a Atlético después de tres derrotas consecutivas y en su debut sólo pudo conseguir un empate sin goles, de local, ante Patronato.
Con sólo recordar el final de ese partido que acabó 0 a 0, pareciera que estamos hablando de temporadas diferentes y aquella violenta protesta de hinchas genuinos en el hall del Monumental sólo sucedió hace menos de 10 días.
Toda esa bronca, insultos y hasta pedradas también fueron reciclados. Por las redes sociales, grupos de hinchas y programas partidarios como “Soy Decano”, invitan a recibir al equipo espectacularmente ante Santamarina, el 7 de diciembre. “Al recibimiento lo hacemos todos. Papeles, globos, todo sirve”, promocionaron desde su cuenta de Twitter.
“Cambia, todo cambia”, escribió el chileno Julio Numhauser y cantó nuestra Mercedes Sosa. La poesía sirve para explicar tantos escenarios que se transformó en cliché, pero eso es lo que pasó en 25 de Mayo y Chile.
“Levantamos el ánimo al 100%. Ganamos y estamos trabajando tranquilos. Lo necesitábamos”, confió Guillermo Acosta.
Incluso hasta algunas disposiciones del cuerpo técnico cambiaron ya que los entrenamientos a puertas cerradas no tendrán lugar esta semana. El cambio en la tabla es el más claro de todos: Atlético estaba igualado con Huracán en la quinta posición y con un partido más. Ahora, con tres puntos más que el “globo” y su próximo rival y un partido de local por delante, respira aliviado aunque no “relajado” como quiere hacer entender Azonzábal. “Igualmente ‘relajado’ no es una palabra que conduzca a un buen camino. Tenemos que estar alertas y preparados para la final contra Santamarina”, advierte el entrenador.
El juego de Atlético en el primer tiempo no cambió del que desplegó ante Patronato y es parte del pedido del “Vasco” de no relajarse. “Sí, hay que corregir varias cosas pero hacerlo con un triunfo es mucho más fácil”, dice el “Bebé” con razón. Y eso es parte del cambio.
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