28 Noviembre 2014
PRESENTACIÓN. Zaffaroni, Lorenzetti y Maqueda (de izquierda a der.) divulgan el informe sobre homicidios dolosos. telam
Con 112 fallecidos y una tasa de 7,73 víctimas cada 100.000 habitantes, Tucumán encabeza el mapa de los homicidios dolosos de 2013 que presentó ayer la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN). Este estudio impulsado por el ministro Eugenio Zaffaroni reveló que la tasa promedio general es de 5,82 (dicha cifra fue construida a partir de los datos de las seis jurisdicciones estudiadas, que entre todas suman 7,2 millones de habitantes).
El mapeo practicado en función de los expedientes judiciales expuso que un tucumano corre más riesgo de ser asesinado que un porteño, un correntino, un misionero, un puntano y un riojano. Zaffaroni explicó que los últimos resultados no incluyen al conurbano bonaerense porque la provincia correspondiente decidió ampliar la investigación y facilitará los datos actualizados más adelante. En 2012 hubo 7,66 víctimas cada 100.000 habitantes en Lomas de Zamora, La Matanza, Moreno, Morón, Quilmes, San Isidro y San Martín. Es decir, la última tasa conocida del conurbano es menor que la tasa de 2013 de Tucumán.
La provincia se integró este año al “Plan integral de monitoreo preventivo de la conflictividad violenta” que la CSJN desarrolla desde 2009 (el trabajo toma los números de población del censo de 2010). A diferencia de las otras jurisdicciones adheridas a la iniciativa de Zaffaroni, la información de Tucumán fue extraída por un equipo de funcionarios del Poder Judicial, del Ministerio Público y del Poder Ejecutivo de la Nación a cargo de Antonio Gandur, presidente de la Corte Suprema de Justicia local. Ese grupo, que luego envió los datos crudos a la CSJN, estuvo formado por Luis Eugenio Acosta, Andrés Garmendia, Marcelo Rubinstein, Eloísa Rodríguez Campos, Marta María Cajal, Agustina María Duhart, María Soledad Hernández, Luis Marcelo Zelarayán de Escalada, Fabián Ríos, Augusto Moeykens, Jimena Vallejo y Cristina de Robles Avalos.
“Genocidio por goteo”
“El mapa de delitos dolosos es una información precisa, verificada y corroborada”, dijo este jueves Ricardo Luis Lorenzetti, presidente de la CSJN, en el acto de presentación del informe. El magistrado expresó que la política criminal era un tema central para la ciudadanía y que los discursos al respecto debían estar fundados en hechos chequeados. “Esta investigación ofrece información confiable para que los poderes del Estado tomen decisiones”, añadió Lorenzetti en presencia de su par Juan Carlos Maqueda, del gobernador correntino Ricardo Colombi y de tres vocales de la Corte de Tucumán (Gandur, Claudia Sbdar y Daniel Posse), entre otras autoridades.
“Todos los delitos afectan bienes jurídicos y deben ser prevenidos, pero el primer esfuerzo ha de estar encaminado a evitar los homicidios”, expresó Zaffaroni durante su intervención. El ministro dimisionario enfatizó que la investigación establecía un indicador de violencia y que esta observaba los estándares internacionales en la materia.
“Estamos marcando una tasa general de 6,08 víctimas cada 100.000 habitantes para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En las zonas más calientes de la capital, ese índice asciende a 13,1 mientras que en el resto de la ciudad baja a 2,3”, matizó el penalista. Luego, dio las cifras latinoamericanas: Honduras, 90; Venezuela, 58; El Salvador, 41,2; Colombia, 30,8; Trinidad y Tobago, 28,3; Brasil, 25,2; México, 21,5, etcétera. “No digo esto para nuestro consuelo porque cada muerto es irreemplazable. Estamos en una situación de relativo privilegio respecto de la región pero hay que bajar el número de muertos”, reflexionó. E incitó a concentrar la acción preventiva en las villas de miseria, y a reducir la incidencia del alcohol y la profusión de armas de fuego. “Estos números son propios de un genocidio por goteo”, definió.
En el caso de Tucumán, el estudio subrayó que la tasa más alta (8,24) pertenece al centro judicial capital -que es el más densamente poblado-. Luego siguen Concepción (7,48) y Monteros (4,16). La primera investigación exploratoria en la provincia expuso que la mayoría de los homicidios dolosos de 2013 fueron cometidos en la vía pública (52%), de noche (59%) y durante los fines de semana (76%). El arma de fuego apareció en el 63% de los casos. En el 53% de los homicidios había una relación entre la víctima y el victimario, y en el 37%, un conflicto. La discusión, la riña, el ajuste de cuentas y la venganza fueron los móviles predominantes al determinar el 45% de las muertes violentas.
El mapeo practicado en función de los expedientes judiciales expuso que un tucumano corre más riesgo de ser asesinado que un porteño, un correntino, un misionero, un puntano y un riojano. Zaffaroni explicó que los últimos resultados no incluyen al conurbano bonaerense porque la provincia correspondiente decidió ampliar la investigación y facilitará los datos actualizados más adelante. En 2012 hubo 7,66 víctimas cada 100.000 habitantes en Lomas de Zamora, La Matanza, Moreno, Morón, Quilmes, San Isidro y San Martín. Es decir, la última tasa conocida del conurbano es menor que la tasa de 2013 de Tucumán.
La provincia se integró este año al “Plan integral de monitoreo preventivo de la conflictividad violenta” que la CSJN desarrolla desde 2009 (el trabajo toma los números de población del censo de 2010). A diferencia de las otras jurisdicciones adheridas a la iniciativa de Zaffaroni, la información de Tucumán fue extraída por un equipo de funcionarios del Poder Judicial, del Ministerio Público y del Poder Ejecutivo de la Nación a cargo de Antonio Gandur, presidente de la Corte Suprema de Justicia local. Ese grupo, que luego envió los datos crudos a la CSJN, estuvo formado por Luis Eugenio Acosta, Andrés Garmendia, Marcelo Rubinstein, Eloísa Rodríguez Campos, Marta María Cajal, Agustina María Duhart, María Soledad Hernández, Luis Marcelo Zelarayán de Escalada, Fabián Ríos, Augusto Moeykens, Jimena Vallejo y Cristina de Robles Avalos.
“Genocidio por goteo”
“El mapa de delitos dolosos es una información precisa, verificada y corroborada”, dijo este jueves Ricardo Luis Lorenzetti, presidente de la CSJN, en el acto de presentación del informe. El magistrado expresó que la política criminal era un tema central para la ciudadanía y que los discursos al respecto debían estar fundados en hechos chequeados. “Esta investigación ofrece información confiable para que los poderes del Estado tomen decisiones”, añadió Lorenzetti en presencia de su par Juan Carlos Maqueda, del gobernador correntino Ricardo Colombi y de tres vocales de la Corte de Tucumán (Gandur, Claudia Sbdar y Daniel Posse), entre otras autoridades.
“Todos los delitos afectan bienes jurídicos y deben ser prevenidos, pero el primer esfuerzo ha de estar encaminado a evitar los homicidios”, expresó Zaffaroni durante su intervención. El ministro dimisionario enfatizó que la investigación establecía un indicador de violencia y que esta observaba los estándares internacionales en la materia.
“Estamos marcando una tasa general de 6,08 víctimas cada 100.000 habitantes para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En las zonas más calientes de la capital, ese índice asciende a 13,1 mientras que en el resto de la ciudad baja a 2,3”, matizó el penalista. Luego, dio las cifras latinoamericanas: Honduras, 90; Venezuela, 58; El Salvador, 41,2; Colombia, 30,8; Trinidad y Tobago, 28,3; Brasil, 25,2; México, 21,5, etcétera. “No digo esto para nuestro consuelo porque cada muerto es irreemplazable. Estamos en una situación de relativo privilegio respecto de la región pero hay que bajar el número de muertos”, reflexionó. E incitó a concentrar la acción preventiva en las villas de miseria, y a reducir la incidencia del alcohol y la profusión de armas de fuego. “Estos números son propios de un genocidio por goteo”, definió.
En el caso de Tucumán, el estudio subrayó que la tasa más alta (8,24) pertenece al centro judicial capital -que es el más densamente poblado-. Luego siguen Concepción (7,48) y Monteros (4,16). La primera investigación exploratoria en la provincia expuso que la mayoría de los homicidios dolosos de 2013 fueron cometidos en la vía pública (52%), de noche (59%) y durante los fines de semana (76%). El arma de fuego apareció en el 63% de los casos. En el 53% de los homicidios había una relación entre la víctima y el victimario, y en el 37%, un conflicto. La discusión, la riña, el ajuste de cuentas y la venganza fueron los móviles predominantes al determinar el 45% de las muertes violentas.