28 Noviembre 2014
BUENOS AIRES.- Después de un resultados puesto es cuando comienzan a aparecer los análisis en busca de los por qué. Y a la derrota de Boca sobre River por 1-0 en el juego de vuelta de la Copa Sudamericana tiene uno muy claro: la mala noche del delantero Emmanuel Gigliotti.
El “Puma” venía siendo una de las grandes figuras del equipo dirigidos por Rodolfo Arruabarrena, pero siempre saliendo desde la banca para completar el segundo tiempo. Aunque en esta oportunidad le tocó la titularidad por la lesión de Andrés Chávez y nada le salió bien.
Fueron realmente tres pelotas claras las que tuvo en su poder y no logró concretar: la primera fue el penal que seguramente no olvidara (y no se lo dejarán olvidar) por largo tiempo; el segundo, gol mal anulado por un offside inexistentes; y el tercero y último un cabezazo que no pudo direccionar con justeza dentro del área chica.
Con esos tres sinsabores, Gigliotti y Boca siguen hoy masticando bronca por la gran chance desperdiciada de meterse en la final de la competencia continental.