“Los argentinos somos pasionales al hacer teatro”

Ezequiel Martínez comenzó a actuar con Cristina Hynes O’Connor y ahora integra un elenco en Sydney, donde se radicó hace dos años

EN PLENO RODAJE. Ezequiel Martínez (de barba) trabaja con su equipo en la filmación de un cortometraje. fotos via ezequiel martinez    EN PLENO RODAJE. Ezequiel Martínez (de barba) trabaja con su equipo en la filmación de un cortometraje. fotos via ezequiel martinez
15 Diciembre 2014
Contarle a los australianos qué son y cómo actúan los fondos buitres en una economía parece una idea peregrina. Sin embargo, el tucumano Ezequiel Martínez la lleva a cabo cada vez que difunde el video que filmó sobre este tema en Sydney, donde está radicado y desarrolla una intensa actividad artística.

“Es una película explicativa sobre lo que está ocurriendo en la Argentina ahora. Hacerlo ha sido muy gratificante y divertido”, le dijo a LA GACETA en una entrevista por mail.

- ¿Hace cuánto tiempo que te fuiste de Tucumán y por qué decidiste partir?

- Hace dos años y medio que comencé a viajar. Respondió a la necesidad de explorar nuevos lugares y vivenciar la experiencia de enfrentarme a lo desconocido. Mi interés por Australia comenzó por 2004; sus paisajes, ciudades y multiculturalidad, hicieron que ponga mi atención en el país y en 2009, mientras cursaba mi último año de universidad y trabajaba, comencé a ahorrar y a planificar mi viaje, que concreté dos años después. Vine como turista por tres meses, luego me fui a Nueva Zelanda, conocí los paisajes donde se filmó el Señor de los Anillos, los más impresionantes que ví en mi vida, y volví a Australia para radicarme en Sydney.

- ¿Cuál es tu trayectoria profesional?

- Estudié Diseño de Interiores y Equipamiento en la Universidad Nacional de Tucumán, actúo en teatro y escribo para revistas de diseño. Pude trabajar en el departamento de Diseño Escenográfico en la Compañía de Teatro de Auckland.

- ¿Hace cuánto que actuás?

- Comencé cuando tenía 15 años, con Cristina Hynes O’Connor, primero cursando con ella y debuté en su obra “El show de los chicos enamorados”. Después cursé con el maestro y director Raúl Reyes, donde profundicé mi pasión, y participé en seminarios con grandes como Ricardo Bartís y Pompeyo Audivert. También tomé clases con César Romero.

- ¿Hacer teatro en otro idioma es un desafío especial?

- Actuar en otro idioma y en un país distinto era un desafío que quería cumplir, y al radicarme el año pasado acá, lo primero que hice fue un curso en una compañía de teatro independiente. Costó un poco, pero con práctica y tiempo me fui acostumbrando. El director Duncan Maurice me invitó a integrar el elenco de la performance “Los phobicos” para un festival organizado por Amnistía Internacional, y luego seguimos juntos en la obra “The silence came” (“El silencio llegó”), que partió de una idea mía y de la cual soy productor. La obra trata sobre una sociedad moderna divida en clases, contaminada por pecados y se montó en un restaurant de tres pisos, donde el público podía ir por donde quería. La experiencia fue impresionante y a sala llena. Con nuestra compañía “Mongrel mouth” (“Boca mestiza/callejera”) estamos ensayando otra producción, con un concepto nuevo: el teatro de inmersión.

- ¿Cuál fue la diferencia central que encontraste?

- Los tucumanos y los argentinos somos más viscerales y pasionales al hacer teatro; los australianos son más pragmáticos.

- ¿Qué significa, culturalmente, estar en un país distinto en historia, lengua y tradición?

- Es aprender a conocerse uno mismo más profundamente, a profundizar en tus raíces, de donde venís, y en tus conocimientos sobre cómo funciona el mundo. Te cruzás con gente de todas partes, y te enriquecés a través de escuchar y ver diversas historias de vida.

- ¿Cómo llegás al cine?

- Gracias a una amiga que me invitó a un evento donde cineastas, estudiantes y aficionados se juntan a presentar cortometrajes de hasta cinco minutos. Es un gran espacio donde todos tienen la posibilidad de mostrar sus trabajos, recibir devoluciones y generar contactos. Así realicé mi primer corto como director y escritor, y ya tengo dos más. A mí siempre me gustó mucho el cine, pero nunca tuve el coraje para meterme en ese mundo. Ahora ya estoy trabajando en un mediometraje de 15 minutos.

- ¿Cuáles son las cosas que más extrañás?

- A mis viejos; extraño los domingos, el almorzar en familia y la sobremesa. A mis amigos y a Lola, mi perra. Los detalles como compartir una cerveza y una charla con los más queridos. También extraño el teatro que se hace en Tucumán.

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