Por LA GACETA
22 Diciembre 2014
En su última sesión el Senado de la Nación convirtió en ley un proyecto por el que se designa el 23 de enero Día Nacional del Músico, en conmemoración del nacimiento de Luis Alberto Spinetta. La iniciativa, impulsada por el titular de Instituto Nacional de Música, Diego Boris, había ingresado en Diputados. La difusión del proyecto generó una réplica en Facebook, que tuvo por protagonista al músico tucumano Juan Falú.
El proyecto busca fomentar el reconocimiento de la noble labor que llevan adelante los músicos nacionales en el desarrollo de la cultura de nuestro pueblo. “Considero pertinente memorar a los músicos en el día del natalicio de Luis Alberto Spinetta, popularmente conocido como “El Flaco”, como forma de eterno homenaje a este emblemático compositor nacional, poeta, músico y cantante”, se expresa. Tras ponderar la importancia de la obra del mentor de “Almendra”, indica que la presidenta Cristina de Kirchner hizo mención a “Muchacha”, como una canción que los hizo soñar y ser románticos a todos cuando eran muy jóvenes y que todavía hoy los hace soñar. Recuerda que al día siguiente de su muerte, la Presidenta dijo: “El Flaco tenía la misma edad de mi Flaco. Era del ‘50 (en relación a Néstor Kirchner)... Hoy se nos fue un cacho de juventud, porque Almendra fue, él, El Flaco, que era un poeta realmente, fue el símbolo de toda una generación”. La iniciativa faculta al Poder Ejecutivo a publicar las obras más importantes de Spinetta, con el fin de “ser distribuidas en las instituciones que considere oportunas”.
En una carta abierta del 26 de noviembre, sin desmerecer la trayectoria de Spinetta, Falú dijo que un país que cuenta con Gardel, Chazarreta, Horacio Salgán, pasando por Atahualpa Yupanqui, Ariel Ramírez, Eduardo Falú, Astor Piazzolla, Ramón Navarro, Ramón Ayala, María Elena Walsh o Gustavo Leguizamón, y que ha contado con hacedores de las más bellas e imperecederas canciones que calaron profundo en el alma colectiva nacional, resulta hasta increíble que se proponga compulsivamente a un representante del rock para tamaña representatividad simbólica. En otro tramo de su carta, Falú afirmó que el tema era complejo. “El apresuramiento en llevar al Congreso un proyecto sin la necesaria discusión y consenso, contiene rasgos autoritarios por el irreflexivo uso de los recursos democráticos para plasmar una ley que difícilmente pueda cuestionarse una vez sancionada. ¿Quién osaría derogar una ley que unge a Spinetta con tal carga simbólica? Posiblemente nadie. Pero eso no le confiere una necesaria legitimidad porque parte de un atropellamiento que, a la mirada de muchos que piensan como yo, responde a una recortada perspectiva de la cultura nacional”, dijo.
No es la primera vez que se convierte en ley un proyecto sin el debate y el consenso necesarios, en este caso, los músicos deberían ser los que eligieran a quienes homenajear en su día, así como darle una significación que seguramente iría más allá de publicar las obras de un músico en particular. Se hubiera declarado el Día Nacional del Rock o de Spinetta, si el deseo era homenajear al mentor de “Invisible”. ¿Por qué rehuir al debate? ¿Cuál era la urgencia? En lugar de generar la unión entre los músicos, esta ley arbitraria, que soslaya a creadores de dos siglos de música argentina, logra el efecto contrario.
El proyecto busca fomentar el reconocimiento de la noble labor que llevan adelante los músicos nacionales en el desarrollo de la cultura de nuestro pueblo. “Considero pertinente memorar a los músicos en el día del natalicio de Luis Alberto Spinetta, popularmente conocido como “El Flaco”, como forma de eterno homenaje a este emblemático compositor nacional, poeta, músico y cantante”, se expresa. Tras ponderar la importancia de la obra del mentor de “Almendra”, indica que la presidenta Cristina de Kirchner hizo mención a “Muchacha”, como una canción que los hizo soñar y ser románticos a todos cuando eran muy jóvenes y que todavía hoy los hace soñar. Recuerda que al día siguiente de su muerte, la Presidenta dijo: “El Flaco tenía la misma edad de mi Flaco. Era del ‘50 (en relación a Néstor Kirchner)... Hoy se nos fue un cacho de juventud, porque Almendra fue, él, El Flaco, que era un poeta realmente, fue el símbolo de toda una generación”. La iniciativa faculta al Poder Ejecutivo a publicar las obras más importantes de Spinetta, con el fin de “ser distribuidas en las instituciones que considere oportunas”.
En una carta abierta del 26 de noviembre, sin desmerecer la trayectoria de Spinetta, Falú dijo que un país que cuenta con Gardel, Chazarreta, Horacio Salgán, pasando por Atahualpa Yupanqui, Ariel Ramírez, Eduardo Falú, Astor Piazzolla, Ramón Navarro, Ramón Ayala, María Elena Walsh o Gustavo Leguizamón, y que ha contado con hacedores de las más bellas e imperecederas canciones que calaron profundo en el alma colectiva nacional, resulta hasta increíble que se proponga compulsivamente a un representante del rock para tamaña representatividad simbólica. En otro tramo de su carta, Falú afirmó que el tema era complejo. “El apresuramiento en llevar al Congreso un proyecto sin la necesaria discusión y consenso, contiene rasgos autoritarios por el irreflexivo uso de los recursos democráticos para plasmar una ley que difícilmente pueda cuestionarse una vez sancionada. ¿Quién osaría derogar una ley que unge a Spinetta con tal carga simbólica? Posiblemente nadie. Pero eso no le confiere una necesaria legitimidad porque parte de un atropellamiento que, a la mirada de muchos que piensan como yo, responde a una recortada perspectiva de la cultura nacional”, dijo.
No es la primera vez que se convierte en ley un proyecto sin el debate y el consenso necesarios, en este caso, los músicos deberían ser los que eligieran a quienes homenajear en su día, así como darle una significación que seguramente iría más allá de publicar las obras de un músico en particular. Se hubiera declarado el Día Nacional del Rock o de Spinetta, si el deseo era homenajear al mentor de “Invisible”. ¿Por qué rehuir al debate? ¿Cuál era la urgencia? En lugar de generar la unión entre los músicos, esta ley arbitraria, que soslaya a creadores de dos siglos de música argentina, logra el efecto contrario.