29 Diciembre 2014
BAJA. Los precios de las materias primas que exporta la Argentina cayeron un 17% en los últimos dos años. reuters
El año que termina trajo como novedad el debilitamiento de la bonanza en los precios de las materias primas y el fin de los últimos vestigios de enfrentamiento ideológico con el acercamiento de Cuba y Estados Unidos. Esto plantea nuevos escenarios y la necesidad de evaluar el desempeño de la Argentina en las últimas décadas, indica un informe preparado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa).
La entidad señala que “para superar el retardo, el país necesita despojarse de preconceptos ideológicos que hicieron enfrentar al Estado con el sector privado, cuando las tendencias modernas señalan que ambos son complementarios”.
Los precios internacionales de las materias primas están cayendo. Según datos publicados por el Banco Central, los precios de las materias primas que exporta el país disminuyeron en el 2014 un 10% respecto de 2013 y un 17% respecto de 2012. Se trata de un fenómeno asociado principalmente a la desaceleración de las economías asiáticas y sugiere que la bonanza económica internacional se estaría debilitando. Aunque el contexto sigue siendo favorable, se trata de un nuevo escenario del que se derivan renovados desafíos.
En este marco -continúa el estudio- resulta pertinente aludir a un reciente estudio de la OECD que señala que Latinoamérica no aprovechó debidamente la bonanza en los precios de sus exportaciones para construir bases sustentables de crecimiento. Subsisten todavía barreras estructurales que impiden acortar las brechas entre la región y los países más desarrollados. De todas formas, el estudio también reporta visibles diferencias entre países de la región.
El informe estima, en base a datos oficiales, que el Producto Bruto Interno (PBI) per capita medido en dólares del año 1990 de la Argentina pasó entre los años 1980 y 2013 de U$S 8.200 a U$S 11.000. Esto implica que el país adicionó un tercio a su ingreso per cápita en las últimas tres décadas. En la comparación con otros países, aparece que:
• En Chile, el PBI per cápita aumentó entre los años 1980 y 2013 de U$S 5.700 a 15.400 dólares, es decir, se multiplicó por 2,7.
• En Uruguay, en el mismo período, el PBI per cápita pasó de U$S 6.500 a U$S 12.800, o sea que prácticamente se duplicó.
• En Venezuela, en cambio, prevaleció el estancamiento, ya que el PBI per capita era de U$S 10.000 en 1980 y para 2013 se estima en U$S 10.500 dólares.
Según Idesa, Venezuela, que disfrutaba hasta el año 1980 de los niveles de ingresos per capita más altos, en tres décadas fue ampliamente superado por Uruguay y Chile. Una derivación de este proceso es que Chile alcanzó los más altos indicadores de desarrollo humano en la región. En este marco, la Argentina muestra un desempeño más parecido al de Venezuela que a Chile o Uruguay.
“Así, no es arriesgado afirmar que Venezuela y la Argentina lideran el rezago de Latinoamérica”, concluye el informe.
La entidad señala que “para superar el retardo, el país necesita despojarse de preconceptos ideológicos que hicieron enfrentar al Estado con el sector privado, cuando las tendencias modernas señalan que ambos son complementarios”.
Los precios internacionales de las materias primas están cayendo. Según datos publicados por el Banco Central, los precios de las materias primas que exporta el país disminuyeron en el 2014 un 10% respecto de 2013 y un 17% respecto de 2012. Se trata de un fenómeno asociado principalmente a la desaceleración de las economías asiáticas y sugiere que la bonanza económica internacional se estaría debilitando. Aunque el contexto sigue siendo favorable, se trata de un nuevo escenario del que se derivan renovados desafíos.
En este marco -continúa el estudio- resulta pertinente aludir a un reciente estudio de la OECD que señala que Latinoamérica no aprovechó debidamente la bonanza en los precios de sus exportaciones para construir bases sustentables de crecimiento. Subsisten todavía barreras estructurales que impiden acortar las brechas entre la región y los países más desarrollados. De todas formas, el estudio también reporta visibles diferencias entre países de la región.
El informe estima, en base a datos oficiales, que el Producto Bruto Interno (PBI) per capita medido en dólares del año 1990 de la Argentina pasó entre los años 1980 y 2013 de U$S 8.200 a U$S 11.000. Esto implica que el país adicionó un tercio a su ingreso per cápita en las últimas tres décadas. En la comparación con otros países, aparece que:
• En Chile, el PBI per cápita aumentó entre los años 1980 y 2013 de U$S 5.700 a 15.400 dólares, es decir, se multiplicó por 2,7.
• En Uruguay, en el mismo período, el PBI per cápita pasó de U$S 6.500 a U$S 12.800, o sea que prácticamente se duplicó.
• En Venezuela, en cambio, prevaleció el estancamiento, ya que el PBI per capita era de U$S 10.000 en 1980 y para 2013 se estima en U$S 10.500 dólares.
Según Idesa, Venezuela, que disfrutaba hasta el año 1980 de los niveles de ingresos per capita más altos, en tres décadas fue ampliamente superado por Uruguay y Chile. Una derivación de este proceso es que Chile alcanzó los más altos indicadores de desarrollo humano en la región. En este marco, la Argentina muestra un desempeño más parecido al de Venezuela que a Chile o Uruguay.
“Así, no es arriesgado afirmar que Venezuela y la Argentina lideran el rezago de Latinoamérica”, concluye el informe.