03 Enero 2015
HAY EQUIPO. Chicas o grandes, las mujeres de San Martín trabajan a destajo para perfeccionar su plantel superior. Su premio no sólo se traduce en títulos, sino también en extender el fútbol femenino en el club. foto de soledad miranda villagra
La iniciativa salió desde el mismo equipo y pegó a lo grande. Las jugadoras del equipo femenino de San Martín tienen a su cargo la escuelita del fútbol femenino que nació hace apenas cuatro meses pero que ya comenzó a dar alegrías. Esto porque en el equipo B de las “santas” son varias las futbolistas que subieron de nivel con la promesa de seguir escalando.
“Lo hicimos para mantener la costumbre, es nuestro semillero. Vemos que ellas son el futuro y esa era la idea, además de que sea algo que esté manejado por nosotras. Lo hicimos también para fomentar el fútbol femenino, para que otros clubes imiten esta iniciativa y que tengan inferiores”, contó Noelia Gramajo, figura del equipo A y DT de las formativas (de 8 a 16 años) junto con Romina Lamas. Soledad Miranda Villagra es la preparadora física, mientras que Katerina Reynoso y Carla Moreira colaboran con el nuevo emprendimiento.
“El trabajo que hacemos con ellas es el mismo que efectuamos nosotras pero, claro, difiere la intensidad. Es adaptado a ellas. Trabajamos mucho en técnica, táctica y sobre todo en los fundamentos del fútbol para que vayan aprendiendo. Acá comienzan de cero”, dijo “Noe”, una de las jugadoras experimentadas y estrella de las “santas”, que en su momento fue tentada hasta por Boca y River.
Los amistosos con otros equipos se iniciaron no bien la escuelita comenzó a funcionar. “Jugamos con Juventud de Tafí Viejo, Aconquija, Las Talitas... Con equipos más grandes pero que son principiantes. Contra ellos entrenamos a la escuelita”, cuenta la jugadora, feliz de que el número de alumnas siga creciendo. “Ahora tenemos un grupo de 40 chicas y todos los días viene una nueva. Pasan la voz y hablan sobre esto, que es una realidad y está bueno. No hay nada improvisado”, explica la 10 “santa” y DT de ocasión.
“Es que nosotras podemos tener muchos logros, que es lo que más queremos. Pero para nosotros es una enorme satisfacción que los padres vengan y nos feliciten por cómo trabajamos, o por cómo se está manejando el grupo. Que vengan los socios, los dirigentes y nos feliciten porque sumamos gente, te pone contenta porque ves que el esfuerzo tuvo sus frutos y eso es bueno”, entiende Soledad, otra de las experimentadas que contagia su afición desde que entró al equipo, en 1996.
Las “santas” siguen fomentando su pasión y eso las reconforta tanto como sus títulos. “Podemos decir que fuimos parte de todo el crecimiento del fútbol femenino, que lo sacamos adelante. Hoy estamos como estamos gracias a este San Martín, que es un ejemplo de equipo, recontra campeón, con el que el fútbol creció mucho a nivel regional. Por el club, por el nombre y por cómo lo representamos ganando y sacando chicas de selección. Falta mucho, pero la idea es que esto siga creciendo”, subrayaron a coro las chicas. Que el semillero siga creciendo, para ellas, lo es todo.
“Lo hicimos para mantener la costumbre, es nuestro semillero. Vemos que ellas son el futuro y esa era la idea, además de que sea algo que esté manejado por nosotras. Lo hicimos también para fomentar el fútbol femenino, para que otros clubes imiten esta iniciativa y que tengan inferiores”, contó Noelia Gramajo, figura del equipo A y DT de las formativas (de 8 a 16 años) junto con Romina Lamas. Soledad Miranda Villagra es la preparadora física, mientras que Katerina Reynoso y Carla Moreira colaboran con el nuevo emprendimiento.
“El trabajo que hacemos con ellas es el mismo que efectuamos nosotras pero, claro, difiere la intensidad. Es adaptado a ellas. Trabajamos mucho en técnica, táctica y sobre todo en los fundamentos del fútbol para que vayan aprendiendo. Acá comienzan de cero”, dijo “Noe”, una de las jugadoras experimentadas y estrella de las “santas”, que en su momento fue tentada hasta por Boca y River.
Los amistosos con otros equipos se iniciaron no bien la escuelita comenzó a funcionar. “Jugamos con Juventud de Tafí Viejo, Aconquija, Las Talitas... Con equipos más grandes pero que son principiantes. Contra ellos entrenamos a la escuelita”, cuenta la jugadora, feliz de que el número de alumnas siga creciendo. “Ahora tenemos un grupo de 40 chicas y todos los días viene una nueva. Pasan la voz y hablan sobre esto, que es una realidad y está bueno. No hay nada improvisado”, explica la 10 “santa” y DT de ocasión.
“Es que nosotras podemos tener muchos logros, que es lo que más queremos. Pero para nosotros es una enorme satisfacción que los padres vengan y nos feliciten por cómo trabajamos, o por cómo se está manejando el grupo. Que vengan los socios, los dirigentes y nos feliciten porque sumamos gente, te pone contenta porque ves que el esfuerzo tuvo sus frutos y eso es bueno”, entiende Soledad, otra de las experimentadas que contagia su afición desde que entró al equipo, en 1996.
Las “santas” siguen fomentando su pasión y eso las reconforta tanto como sus títulos. “Podemos decir que fuimos parte de todo el crecimiento del fútbol femenino, que lo sacamos adelante. Hoy estamos como estamos gracias a este San Martín, que es un ejemplo de equipo, recontra campeón, con el que el fútbol creció mucho a nivel regional. Por el club, por el nombre y por cómo lo representamos ganando y sacando chicas de selección. Falta mucho, pero la idea es que esto siga creciendo”, subrayaron a coro las chicas. Que el semillero siga creciendo, para ellas, lo es todo.
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