07 Enero 2015
SIN RESIGNACIÓN. Los familiares de Franco Nuñez afirmaron que no piensan desistir de la búsqueda. la gaceta / foto de héctor peralta
La familia Nuñez contiene las lágrimas. Franco está desaparecido desde la madrugada del 8 de diciembre del año pasado. La esperanza de encontrarlo con vida es cada vez menor. Pero ellos saben que en su dolor se nutre su fuerza y, quizás por eso, prefieren guardar el llanto para el desenlace de esta realidad que les perturba el ánimo. “Lo buscamos desde el primer día y no lo vamos a dejar de hacer. Ya pasó mucho tiempo, pero queremos encontrarlo como sea; esté como esté”, dijo ayer Sandra Nuñez, una de las hermanas del joven de 22 años que fue arrastrado por una correntada que derrumbó el puente por el que caminaba cuando cruzaba el Canal Sur.
Desde el inicio de la búsqueda, los Nuñez se quejaron por la falta de colaboración por parte de las autoridades. “Acá no se acercó nadie. Estuvimos golpeando puerta por puerta para que nos ayuden y, a pesar de que algunos políticos nos ayudaron en el primer momento, ahora ni siquiera nos atienden el teléfono”, remarcó Octavio Nuñez, hermano del joven. A pesar de la bronca que sienten, según dijeron, por el desinterés con el que se trabajó en la búsqueda reconocieron que el municipio capitalino les entrega periódicamente combustible para que puedan continuar con la búsqueda. “Voy a buscar nafta en la municipalidad y se la llevo a los bomberos voluntarios de Bella Vista, que nos ayudaron desde el principio. Y ahora los bomberos de Santiago del Estero están recorriendo el cauce con perros de búsqueda”, agregó.
Los Nuñez son una familia de vendedores ambulantes que vive al sur de la capital, en el barrio Ejército Argentino. Y, según dijeron, casi todos los días recorren el cauce del canal tratando de encontrar a Franco. Los primeros días formaron grupos de hasta unas 70 personas que recorrieron el canal revolviendo escombros y basura en busca de “Chapulin”, el apodo con el que todos conocían a este joven que asistía al Instituto de Educación Especial e Integración Escolar (Edapi) debido a un retraso madurativo que tenía. “Recorrimos el canal de punta a punta y ya pasamos la zona de Los Vázquez pero todavía no encontramos nada. El domingo salimos unas 30 personas a la mañana y volvimos a la tarde. Y hoy (por ayer) volvimos a salir”, dijo Octavio Nuñez.
La pérdida de un hijo
Franco Nuñez había planeado peregrinar hasta La Reducción junto con un grupo de amigos para venerar a la Virgen del Valle. En la víspera de esta festividad religiosa, había vuelto a su casa para buscar una campera impermeable que le había regalado uno de sus primos que vive en Mar del Plata. “Él iba siempre para fiesta de la virgen. Cuando volvió le dije si, a pesar de la lluvia, iba a ir lo mismo. Me dijo que sí porque iban a ir a caballo. El año pasado (por 2013) ya los había pillado una tormenta mientras iban caminando. Siempre lo dejábamos ir porque sus amigos lo cuidaban”, recordó Margarita Luna, madre del desaparecido en la que iba a convertirse en la última charla que tuvieron.
La noche en la que fue arrastrado por la correntada del Canal Sur cayeron unos 98 milímetros de agua sobre la capital de acuerdo con los registros difundidos por Defensa Civil de la Provincia.
Antonio Ricardo Nuñez, padre del desaparecido, habló poco durante la entrevista y tenía puesta una gorra negra que llevaba escrito en letras blancas el nombre de su hijo. “La navidad y el año nuevo no se festejaron. Él (por Franco) me faltaba en la mesa. No teníamos nada para festejar”, remarcó. Al referirse a la gorra que tenía puesta explicó: “era de él, ahora se va a quedar conmigo”.
Desde el inicio de la búsqueda, los Nuñez se quejaron por la falta de colaboración por parte de las autoridades. “Acá no se acercó nadie. Estuvimos golpeando puerta por puerta para que nos ayuden y, a pesar de que algunos políticos nos ayudaron en el primer momento, ahora ni siquiera nos atienden el teléfono”, remarcó Octavio Nuñez, hermano del joven. A pesar de la bronca que sienten, según dijeron, por el desinterés con el que se trabajó en la búsqueda reconocieron que el municipio capitalino les entrega periódicamente combustible para que puedan continuar con la búsqueda. “Voy a buscar nafta en la municipalidad y se la llevo a los bomberos voluntarios de Bella Vista, que nos ayudaron desde el principio. Y ahora los bomberos de Santiago del Estero están recorriendo el cauce con perros de búsqueda”, agregó.
Los Nuñez son una familia de vendedores ambulantes que vive al sur de la capital, en el barrio Ejército Argentino. Y, según dijeron, casi todos los días recorren el cauce del canal tratando de encontrar a Franco. Los primeros días formaron grupos de hasta unas 70 personas que recorrieron el canal revolviendo escombros y basura en busca de “Chapulin”, el apodo con el que todos conocían a este joven que asistía al Instituto de Educación Especial e Integración Escolar (Edapi) debido a un retraso madurativo que tenía. “Recorrimos el canal de punta a punta y ya pasamos la zona de Los Vázquez pero todavía no encontramos nada. El domingo salimos unas 30 personas a la mañana y volvimos a la tarde. Y hoy (por ayer) volvimos a salir”, dijo Octavio Nuñez.
La pérdida de un hijo
Franco Nuñez había planeado peregrinar hasta La Reducción junto con un grupo de amigos para venerar a la Virgen del Valle. En la víspera de esta festividad religiosa, había vuelto a su casa para buscar una campera impermeable que le había regalado uno de sus primos que vive en Mar del Plata. “Él iba siempre para fiesta de la virgen. Cuando volvió le dije si, a pesar de la lluvia, iba a ir lo mismo. Me dijo que sí porque iban a ir a caballo. El año pasado (por 2013) ya los había pillado una tormenta mientras iban caminando. Siempre lo dejábamos ir porque sus amigos lo cuidaban”, recordó Margarita Luna, madre del desaparecido en la que iba a convertirse en la última charla que tuvieron.
La noche en la que fue arrastrado por la correntada del Canal Sur cayeron unos 98 milímetros de agua sobre la capital de acuerdo con los registros difundidos por Defensa Civil de la Provincia.
Antonio Ricardo Nuñez, padre del desaparecido, habló poco durante la entrevista y tenía puesta una gorra negra que llevaba escrito en letras blancas el nombre de su hijo. “La navidad y el año nuevo no se festejaron. Él (por Franco) me faltaba en la mesa. No teníamos nada para festejar”, remarcó. Al referirse a la gorra que tenía puesta explicó: “era de él, ahora se va a quedar conmigo”.
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