17 Enero 2015
“Toda premiación relacionada con una disciplina artística tiene algo extraño o distorsivo, porque la competencia no es un rasgo natural de la actividad. Al estar en una terna se produce la competencia, pero no es esencial a la actividad. Más allá de estas salvedades, (estar nominado al Oscar) me alegra mucho porque te abre todas las puertas del mundo. Es una invitación a que la gente vea el material en el que estuviste trabajando años”. Así -con cautela, aunque con expresa satisfacción- reaccionaba Damián Szifrón ante el anuncio de que “Relatos salvajes” está oficialmente en carrera por el premio mayor de Hollywood.
Entrevistado por el diario Clarín, el director de la película más vista en la historia del cine argentino contó que recibió la noticia estando de vacaciones en Pinamar junto con su mujer, la actriz María Marull, quien también forma parte del filme: es la protagonista del primer relato. “Yo tenía expectativas altas, pero ni en los mejores pronósticos me imaginaba esto. Tres millones y medio de espectadores, Cannes, el Oscar... Todo lo que pasa con la película sigue sorprendiéndome”.
En cambio, el realizador admite como naturales algunas lecturas que se hicieron del filme, como la que supone que alienta la justicia por mano propia. “No pienso eso, pero cada uno puede leer en ella lo que quiera. Estoy a favor de esas discusiones”, señaló, y consideró que uno de los méritos de “Relatos salvajes” es el humor. “No se suele ver películas con tanto humor que lleguen a una competencia en Cannes ni al Oscar. Y eso que es un aspecto esencial de la comunicación humana. También diría que la película produce cierta sensación de liberación de energía; se la experimenta de forma muy física”.
Szifrón indicó que hasta ahora no vio los filmes que comparten nómina con el suyo: “Leviathan” (Rusia), “Tangerines” (Estonia), “Timbuktu” (Mauritania) e “Ida” (Polonia). “Leí mucho sobre ellas y gente a la que respeto mucho las vio. Sabía que era un año particularmente difícil en el rubro Mejor Película Extranjera. Aunque siempre lo es, porque (habiendo propuestas) de tantos países, el grupo reducido que llega ya es muy fuerte”.
Por último, el director señaló que no prefiere a ningún relato sobre otro. “Había escrito muchas historias y dejé las que me resultaban esenciales. Son distintos hijos a los que adorás”.
Locura y satisfacción
Leonardo Sbaraglia, otro de los protagonistas, también expresó su felicidad. “La película estuvo muy bien afectada desde siempre. Desde el elenco, el guión, la coproducción que tiene... era obvio que mal no le iba a ir. Pero nadie se esperaba que le vaya tanto (sic), a este nivel de locura. Locura y satisfacción. Estamos hablando de una película que emociona a la gente, que la vive como propia y que se siente movilizada”, sintetizó.
A diferencia de Szifrón, que no quiso aventurar cuáles son las posibilidades de “Relatos salvajes” de ganar el Oscar, Sbaraglia: agregó: “tiene muchas. Es increíble lo que pasa cuando la gente la ve. En el lugar donde se estrena, tiene mucha repercusión. Todavía sigue en algunas salas (argentinas); el número es increíble”.
Entrevistado por el diario Clarín, el director de la película más vista en la historia del cine argentino contó que recibió la noticia estando de vacaciones en Pinamar junto con su mujer, la actriz María Marull, quien también forma parte del filme: es la protagonista del primer relato. “Yo tenía expectativas altas, pero ni en los mejores pronósticos me imaginaba esto. Tres millones y medio de espectadores, Cannes, el Oscar... Todo lo que pasa con la película sigue sorprendiéndome”.
En cambio, el realizador admite como naturales algunas lecturas que se hicieron del filme, como la que supone que alienta la justicia por mano propia. “No pienso eso, pero cada uno puede leer en ella lo que quiera. Estoy a favor de esas discusiones”, señaló, y consideró que uno de los méritos de “Relatos salvajes” es el humor. “No se suele ver películas con tanto humor que lleguen a una competencia en Cannes ni al Oscar. Y eso que es un aspecto esencial de la comunicación humana. También diría que la película produce cierta sensación de liberación de energía; se la experimenta de forma muy física”.
Szifrón indicó que hasta ahora no vio los filmes que comparten nómina con el suyo: “Leviathan” (Rusia), “Tangerines” (Estonia), “Timbuktu” (Mauritania) e “Ida” (Polonia). “Leí mucho sobre ellas y gente a la que respeto mucho las vio. Sabía que era un año particularmente difícil en el rubro Mejor Película Extranjera. Aunque siempre lo es, porque (habiendo propuestas) de tantos países, el grupo reducido que llega ya es muy fuerte”.
Por último, el director señaló que no prefiere a ningún relato sobre otro. “Había escrito muchas historias y dejé las que me resultaban esenciales. Son distintos hijos a los que adorás”.
Locura y satisfacción
Leonardo Sbaraglia, otro de los protagonistas, también expresó su felicidad. “La película estuvo muy bien afectada desde siempre. Desde el elenco, el guión, la coproducción que tiene... era obvio que mal no le iba a ir. Pero nadie se esperaba que le vaya tanto (sic), a este nivel de locura. Locura y satisfacción. Estamos hablando de una película que emociona a la gente, que la vive como propia y que se siente movilizada”, sintetizó.
A diferencia de Szifrón, que no quiso aventurar cuáles son las posibilidades de “Relatos salvajes” de ganar el Oscar, Sbaraglia: agregó: “tiene muchas. Es increíble lo que pasa cuando la gente la ve. En el lugar donde se estrena, tiene mucha repercusión. Todavía sigue en algunas salas (argentinas); el número es increíble”.