18 Enero 2015
A la caída del precio internacional del petróleo se suman las bajas, en distintas medidas, de los valores de otros bienes primarios. A la economía argentina le afecta mucho más la caída de los precios de bienes agrícolas. En este segmento, el país es exportador neto, por lo que la disminución de los precios globales, por ejemplo de la soja, le quita a la economía nacional la posibilidad de generar divisas mediante exportaciones.
En el caso de la energía, la Argentina es importadora neta. En esa línea, la baja internacional de los precios del petróleo le permite al país ahorrar divisas, pero el efecto total sobre la balanza comercial es negativo, ya que por la caída precios la economía generará menos de lo que dejará de importar.
Por otro lado, el nivel de empleo será menor en los sectores que sufren la baja de precios de bienes agrícolas, en especial en economías regionales. Aunque en el mercado de los combustibles se pueden esperar algunas bajas en el surtidor. Lamentablemente, el “combo total” no es positivo. Ocurre que, ante la caída del precio del crudo, la provincias argentinas que producen hidrocarburos pueden tener problemas presupuestarios porque perderán regalías. Las empresas petroleras que operan en el país perderán capitalización y, por ende, su capacidad para tomar fondos en el mercado financiero. Lógicamente, la caída de precios del crudo hace que las empresas tengas menos fondos propios para invertir.
Cuál es el piso del crudo
Hay dos factores que condicionan el valor del petróleo a mediano y a largo plazo. Uno es el valor del dólar respecto de otras monedas. El otro es que el dólar (la moneda en la que mayoritariamente se pactan los contratos de energía) se esta apreciando respecto del resto de las monedas. Pero hay un factor más, que es el balance de la oferta y de la demanda de crudo. En la actualidad, la demanda esta muy tranquila, mientras que la producción sigue en aumento. Con el nuevo escenario de precios es muy probable que los yacimientos más caros salgan de producción y esto podría equilibrar al mercado. De momento, los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se mantienen en la posición de no bajar su producción, para que el problema de los precios bajos lo afronten los productores menos competitivos. Es una reacción casi de manual. Así es como se espera que reaccione un cartel ante una baja en el precio que no es generada por ellos.
En el caso de la energía, la Argentina es importadora neta. En esa línea, la baja internacional de los precios del petróleo le permite al país ahorrar divisas, pero el efecto total sobre la balanza comercial es negativo, ya que por la caída precios la economía generará menos de lo que dejará de importar.
Por otro lado, el nivel de empleo será menor en los sectores que sufren la baja de precios de bienes agrícolas, en especial en economías regionales. Aunque en el mercado de los combustibles se pueden esperar algunas bajas en el surtidor. Lamentablemente, el “combo total” no es positivo. Ocurre que, ante la caída del precio del crudo, la provincias argentinas que producen hidrocarburos pueden tener problemas presupuestarios porque perderán regalías. Las empresas petroleras que operan en el país perderán capitalización y, por ende, su capacidad para tomar fondos en el mercado financiero. Lógicamente, la caída de precios del crudo hace que las empresas tengas menos fondos propios para invertir.
Cuál es el piso del crudo
Hay dos factores que condicionan el valor del petróleo a mediano y a largo plazo. Uno es el valor del dólar respecto de otras monedas. El otro es que el dólar (la moneda en la que mayoritariamente se pactan los contratos de energía) se esta apreciando respecto del resto de las monedas. Pero hay un factor más, que es el balance de la oferta y de la demanda de crudo. En la actualidad, la demanda esta muy tranquila, mientras que la producción sigue en aumento. Con el nuevo escenario de precios es muy probable que los yacimientos más caros salgan de producción y esto podría equilibrar al mercado. De momento, los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se mantienen en la posición de no bajar su producción, para que el problema de los precios bajos lo afronten los productores menos competitivos. Es una reacción casi de manual. Así es como se espera que reaccione un cartel ante una baja en el precio que no es generada por ellos.
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