Las pericias no confirman residuos de disparo en la mano de Nisman

Dio negativa la prueba del barrido electrónico, afirmó la fiscala Viviana Fein. Agregó que la pericia no descarta que él haya disparado.

SIN RASTROS. La fiscala señaló que aunque no hallaron restos de pólvora, las pericias son categóricas respecto a que se trató de un suicidio. DYN SIN RASTROS. La fiscala señaló que aunque no hallaron restos de pólvora, las pericias son categóricas respecto a que se trató de un suicidio. DYN
20 Enero 2015
BUENOS AIRES.- La fiscala Viviana Fein, que lleva adelante la investigación por la muerte del fiscal federal Alberto Nisman, afirmó esta mañana que dieron negativo los resultados de las pericias realizadas para determinar si había residuos de disparo en las manos del funcionario judicial que investigaba la causa AMIA. De todos modos, reiteró que no se descarta la hipótesis de un suicidio inducido.

"Eran muy pocas las partículas de residuos que se levantaron en el lugar. Además al ser un calibre .22 y no un arma de guerra, usualmente este provoca que el barrido electrónico no arroje resultados positivos", argumentó Fein en diálogo con "Radio Mitre".

La fiscala señaló que no obstante el resultado, la pericia no descarta que él se haya disparado y, en ese sentido, aseguró que la autopsia lo ha confirmado de manera categórica.

"Ahora hay muchas de pruebas para disponer en la causa: hay que esperar los resultados sobre la sangre que encontramos en el arma y en el lugar; todo eso se coteja directamente con ADN", informó la fiscala.

Fein confirmó que el arma encontrada en el piso de Nisman se la alcanzó un empleado de la fiscalía, muy allegado a él. "El arma estaba debidamente registrada a nombre de esa persona", explicó, al tiempo que agregó que en el piso del fiscal muerto no se encontró ninguna otra arma, ni en la caja de seguridad ni en los cajones.

Nisman, de 51 años, fue hallado muerto el domingo pasado en el baño de su departamento de Puerto Madero con un tiro en la sien. La semana pasada, el fiscal había denunciado a la presidenta Cristina Fernández y al canciller Héctor Timerman, entre otros funcionarios, de haber encubierto a los principales sospechosos por el atentado.

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