25 Enero 2015
MARIÚPOL (Ucrania).- Al menos 27 personas murieron y 100 civiles fueron heridos ayer en un bombardeo contra una zona periférica del puerto ucraniano de Mariúpol, informó. El líder separatista Alexaner Zajarchenko confirmó que las fuerzas prorrusas iniciaron la ofensiva que habían anunciado con un ataque a esa ciudad.
Los medios ucranianos mostraban imágenes de automóviles en llamas en la ciudad y se veía alzarse al cielo una columna de humo negro. El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, convocó para hoy a una reunión del Consejo Nacional de Seguridad. El primer ministro Arseni Yatseniuk pidió al Consejo de Seguridad de la ONU una reunión urgente.
La Unión Europea (UE) instó a Rusia a que deje de apoyar militar y financieramente a los separatistas, “para evitar consecuencias devastadoras para todos”, según la jefa diplomática de la UE, Federica Mogherini. Recordó que Moscú ejerce una influencia considerable sobre los prorrusos y advirtió del riesgo de que las relaciones entre la UE y Rusia se deterioren más.
El gobierno de Kiev y los separatistas se acusaron mutuamente del ataque a Mariúpol. Según el Ejército ucraniano, el barrio residencial fue alcanzado por cohetes del tipo Grad. Los separatistas dijeron que sus combatientes no dispararon.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), en tanto, aseguró que el ataque fue lanzado desde territorio controlado por prorrusos.
Esta escalada de violencia amenaza la posibilidad de una solución pacífica del conflicto. La situación en la convulsa región Este de Ucrania se ha deteriorado notablemente desde la reunión del miércoles en Berlín entre los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Rusia, Ucrania y Francia.
Aunque la OSCE se declaró dispuesta a mediar entre las partes en conflicto, los separatistas se han negado por el momento a asistir a nuevas conversaciones en Minsk. Zajarchenko dijo que solo está dispuesto a hablar con Poroshenko.
Según datos de la ONU, el conflicto en el este de Ucrania ha causado desde abril de 2014 la muerte de más de 5.000 personas. (DPA)
Los medios ucranianos mostraban imágenes de automóviles en llamas en la ciudad y se veía alzarse al cielo una columna de humo negro. El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, convocó para hoy a una reunión del Consejo Nacional de Seguridad. El primer ministro Arseni Yatseniuk pidió al Consejo de Seguridad de la ONU una reunión urgente.
La Unión Europea (UE) instó a Rusia a que deje de apoyar militar y financieramente a los separatistas, “para evitar consecuencias devastadoras para todos”, según la jefa diplomática de la UE, Federica Mogherini. Recordó que Moscú ejerce una influencia considerable sobre los prorrusos y advirtió del riesgo de que las relaciones entre la UE y Rusia se deterioren más.
El gobierno de Kiev y los separatistas se acusaron mutuamente del ataque a Mariúpol. Según el Ejército ucraniano, el barrio residencial fue alcanzado por cohetes del tipo Grad. Los separatistas dijeron que sus combatientes no dispararon.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), en tanto, aseguró que el ataque fue lanzado desde territorio controlado por prorrusos.
Esta escalada de violencia amenaza la posibilidad de una solución pacífica del conflicto. La situación en la convulsa región Este de Ucrania se ha deteriorado notablemente desde la reunión del miércoles en Berlín entre los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Rusia, Ucrania y Francia.
Aunque la OSCE se declaró dispuesta a mediar entre las partes en conflicto, los separatistas se han negado por el momento a asistir a nuevas conversaciones en Minsk. Zajarchenko dijo que solo está dispuesto a hablar con Poroshenko.
Según datos de la ONU, el conflicto en el este de Ucrania ha causado desde abril de 2014 la muerte de más de 5.000 personas. (DPA)