01 Febrero 2015
PARA TODOS LOS BOLSILLOS. La oferta hotelera, de cabañas, de esparcimiento cultural, de artesanías y de gastronomía es generosa en Tafí del Valle. la gaceta / foto de osvaldo ripoll (archivo)
En el balance del tramo más importante del verano 2015 en Tafí del Valle, tanto la parte privada como la pública coinciden en que se ha registrado un leve aumento en ocupación hotelera - un 4 por ciento respecto del 2014. Pero hay optimismo en un punto: observan que el tiempo de estadía se va extendiendo; que Tafí va convirtiéndose en un destino en sí mismo, y no sólo en un “paso a...”.
“Esta es una temporada bastante mejor que las anteriores; con una capacidad de entre más del 50 y el 60 por ciento en promedio de capacidad hotelera cubierta; pero Tafí está dejando de ser de paso, porque tiene muchas actividades para hacer, y hay una variedad tanto en hoteles como en cabañas, y en gastronomía: y hay para todos los gustos y bolsillos”, afirma Juan “Mocho” Medina, arquitecto y tafinisto por adopción.
“Esperamos desarrollar Tafí del Valle como un destino turístico que tenga muchos atractivos, tanto en actividades como en servicios para quienes nos visitan. Y lo estamos logrando. No hay que perder de vista que cada veraneante que viene genera entre uno y medio puesto de trabajo. Y eso es importante para que la gente no tenga que dejar el lugar donde nació en busca de trabajo”, añadió Medina, quien es presidente (mandato cumplido) de la Cámara de Hoteles y afines de Tafí del Valle, en la que están nucleados propietarios de cabañas, de algunas estancias, de algunos hoteles y de artesanos.
“Muchísima gente hoy opta por tomar servicios de alojamiento en Tafí del Valle, y desde aquí moverse a San Miguel de Tucumán, Cafayate, Ruinas de Quilmes, Santa María. Y tienen razón, porque aquí tienen precios más accesibles y menos dificultades para moverse que si lo hubieran hecho en la gran ciudad. Aquí, un visitante que quiera ir a la Feria de Simoca o a las ruinas de Quilmes está en poco tiempo. Y no tuvo que atravesar ninguna zona insegura, ni de tránsito denso, y mientras tanto disfruta el paisaje”, apuntó. “Tafí del Valle no es caro, más allá de su fama, si lo relacionamos con San Miguel de Tucumán o Termas de Río Hondo. Los fines de semana vienen los turistas de la llanura y muchos santiagueños, y hay variedad de alojamiento. Existe, además, una interesante variedad de artesanos y de espacios culturales, observó el empresario.
Sin embargo, en su balance de este tramo del verano 2015 y en su análisis del devenir tafinisto, no se guardó algunas críticas.
“El tema es que hay que cuidar a Tafí, porque es un ecosistema de altura, es frágil, y no puede seguir creciendo como lo viene haciendo hasta ahora: la especulación inmobiliaria de San Miguel de Tucumán se ha trasladado a Tafí. Por la fragilidad del sistema no podemos darnos el lujo de probar “a ver qué pasa”. Quienes hemos podido visitar Córdoba en los años 70 hemos visto que la especulación inmobiliaria allí ha hecho desastres, ha contaminado lagos. Allí se puede ver cómo lo que antes eran villas veraniegas se han transformado en un conurbano: de Icho Cruz a Cosquín sin ver un árbol, en lo que todo antes eran villas y campiña”, enfatizó Medina.
A su vez, destacó que debe haber una atención más fuerte en el “riquísimo patrimonio arqueológico e histórico, que no está muy buen cuidado, como ocurre, por ejemplo, con el área de los Menhires”. “Hay una especie de negligencia en el uso de esos espacios”, observó.
“Esta es una temporada bastante mejor que las anteriores; con una capacidad de entre más del 50 y el 60 por ciento en promedio de capacidad hotelera cubierta; pero Tafí está dejando de ser de paso, porque tiene muchas actividades para hacer, y hay una variedad tanto en hoteles como en cabañas, y en gastronomía: y hay para todos los gustos y bolsillos”, afirma Juan “Mocho” Medina, arquitecto y tafinisto por adopción.
“Esperamos desarrollar Tafí del Valle como un destino turístico que tenga muchos atractivos, tanto en actividades como en servicios para quienes nos visitan. Y lo estamos logrando. No hay que perder de vista que cada veraneante que viene genera entre uno y medio puesto de trabajo. Y eso es importante para que la gente no tenga que dejar el lugar donde nació en busca de trabajo”, añadió Medina, quien es presidente (mandato cumplido) de la Cámara de Hoteles y afines de Tafí del Valle, en la que están nucleados propietarios de cabañas, de algunas estancias, de algunos hoteles y de artesanos.
“Muchísima gente hoy opta por tomar servicios de alojamiento en Tafí del Valle, y desde aquí moverse a San Miguel de Tucumán, Cafayate, Ruinas de Quilmes, Santa María. Y tienen razón, porque aquí tienen precios más accesibles y menos dificultades para moverse que si lo hubieran hecho en la gran ciudad. Aquí, un visitante que quiera ir a la Feria de Simoca o a las ruinas de Quilmes está en poco tiempo. Y no tuvo que atravesar ninguna zona insegura, ni de tránsito denso, y mientras tanto disfruta el paisaje”, apuntó. “Tafí del Valle no es caro, más allá de su fama, si lo relacionamos con San Miguel de Tucumán o Termas de Río Hondo. Los fines de semana vienen los turistas de la llanura y muchos santiagueños, y hay variedad de alojamiento. Existe, además, una interesante variedad de artesanos y de espacios culturales, observó el empresario.
Sin embargo, en su balance de este tramo del verano 2015 y en su análisis del devenir tafinisto, no se guardó algunas críticas.
“El tema es que hay que cuidar a Tafí, porque es un ecosistema de altura, es frágil, y no puede seguir creciendo como lo viene haciendo hasta ahora: la especulación inmobiliaria de San Miguel de Tucumán se ha trasladado a Tafí. Por la fragilidad del sistema no podemos darnos el lujo de probar “a ver qué pasa”. Quienes hemos podido visitar Córdoba en los años 70 hemos visto que la especulación inmobiliaria allí ha hecho desastres, ha contaminado lagos. Allí se puede ver cómo lo que antes eran villas veraniegas se han transformado en un conurbano: de Icho Cruz a Cosquín sin ver un árbol, en lo que todo antes eran villas y campiña”, enfatizó Medina.
A su vez, destacó que debe haber una atención más fuerte en el “riquísimo patrimonio arqueológico e histórico, que no está muy buen cuidado, como ocurre, por ejemplo, con el área de los Menhires”. “Hay una especie de negligencia en el uso de esos espacios”, observó.
NOTICIAS RELACIONADAS