08 Febrero 2015
La necesidad de contar con un terreno en el que construir la casa con el dinero del Procrear, generó un negocio propicio para los estafadores. Así armaron los fraudes que se conocieron a fines de enero, cuando la Justicia allanó una oficina del 5° piso de un edificio ubicado en calle Maipú primera cuadra y detuvo a tres personas. La semana pasada hubo nuevas medidas y se detuvo a otros tres sospechosos, y en los próximos días podría haber más involucrados.
Facundo Maggio, abogado de las dos parejas que se constituyeron como querellantes, contó que el modus operandi que utilizaron en los dos casos fue similar. “Una de las parejas había sido sorteada en el Procrear y la otra estaba por participar del sorteo. En ambos casos son profesionales que usaron sus ahorros y se contactaron con un supuesto corredor inmobiliario”, explicó el letrado.
La operación era, en apariencia, seria. El corredor les mostró las escrituras de los terrenos (en los dos casos se trataba de propiedades de Yerba Buena) y luego de hacerlos entrar en confianza, fueron citados a una escribanía. “En presencia del escribano les entregaron la seña, hicieron boleto de compraventa y aparecieron los supuestos propietarios, con sus documentos de identidad”, dijo Maggio.
La operación en apariencia era legal, pero los propietarios no eran tales, sino que habían truchado los documentos de identidad. Al enterarse de esta situación, dos biólogos realizaron la denuncia y se contactaron con el corredor para finiquitar la operación.
“El supuesto propietario les dice que como el escribano estaba de vacaciones, iban a ir a otra oficina en el 5° piso de Maipú primera cuadra. En ese caso la escribana que estaba presente no era escribana”, afirmó el querellante.
Una fuente del Colegio de Escribanos comentó que ese allanamiento se realizó en un estudio jurídico, por lo que antes de ingresar hubo que darle intervención al Colegio de Abogados para que enviara un veedor.
Maggio aseguró que las dos parejas tuvieron confianza en la operación, porque al principio fueron a una escribanía. El titular de ese registro ya declaró como testigo en la Justicia.
Habría otras parejas que también habrían sido víctimas de esta organización, aunque todavía no se presentaron en las dependencias de la fiscalía de Instrucción de la II° Nominación, que subroga Adriana Giannoni.
El presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios, Fernando Guzmán, había recomendado corroborar las matrículas de los corredores inmobiliarios en la sede del colegio que los agrupa (funciona en calle 9 de Julio 36, primer piso) y llevar un escribano de confianza a la hora de concretar la transacción. Si no se cuenta con un notario de confianza, en la página del Colegio de Escribanos se encuentra el listado de los registros habilitados y los nombres de sus titulares.
Facundo Maggio, abogado de las dos parejas que se constituyeron como querellantes, contó que el modus operandi que utilizaron en los dos casos fue similar. “Una de las parejas había sido sorteada en el Procrear y la otra estaba por participar del sorteo. En ambos casos son profesionales que usaron sus ahorros y se contactaron con un supuesto corredor inmobiliario”, explicó el letrado.
La operación era, en apariencia, seria. El corredor les mostró las escrituras de los terrenos (en los dos casos se trataba de propiedades de Yerba Buena) y luego de hacerlos entrar en confianza, fueron citados a una escribanía. “En presencia del escribano les entregaron la seña, hicieron boleto de compraventa y aparecieron los supuestos propietarios, con sus documentos de identidad”, dijo Maggio.
La operación en apariencia era legal, pero los propietarios no eran tales, sino que habían truchado los documentos de identidad. Al enterarse de esta situación, dos biólogos realizaron la denuncia y se contactaron con el corredor para finiquitar la operación.
“El supuesto propietario les dice que como el escribano estaba de vacaciones, iban a ir a otra oficina en el 5° piso de Maipú primera cuadra. En ese caso la escribana que estaba presente no era escribana”, afirmó el querellante.
Una fuente del Colegio de Escribanos comentó que ese allanamiento se realizó en un estudio jurídico, por lo que antes de ingresar hubo que darle intervención al Colegio de Abogados para que enviara un veedor.
Maggio aseguró que las dos parejas tuvieron confianza en la operación, porque al principio fueron a una escribanía. El titular de ese registro ya declaró como testigo en la Justicia.
Habría otras parejas que también habrían sido víctimas de esta organización, aunque todavía no se presentaron en las dependencias de la fiscalía de Instrucción de la II° Nominación, que subroga Adriana Giannoni.
El presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios, Fernando Guzmán, había recomendado corroborar las matrículas de los corredores inmobiliarios en la sede del colegio que los agrupa (funciona en calle 9 de Julio 36, primer piso) y llevar un escribano de confianza a la hora de concretar la transacción. Si no se cuenta con un notario de confianza, en la página del Colegio de Escribanos se encuentra el listado de los registros habilitados y los nombres de sus titulares.