El alejamiento del intendente Domingo Amaya del alperovichismo ya comenzó a generar los primeros movimientos internos en el massismo comarcano. Los peronistas locales que integran la mesa del Frente Renovador esperaban una señal del jefe municipal para avanzar hacia un armado provincial con vistas a los comicios de agosto. Los tigres tucumanos no encontraban la manera de decirle a su líder nacional que sus genes peronistas eran incompatibles con los del candidato del Acuerdo Cívico y Social (ACyS), José Cano. Aseguran que no estaban dispuestos a tragarse semejante sapo político. Y más aún cuando comenzaron a entender que en la estrategia electoral de Massa es más importante el radical que sus acólitos “perucas”.

Pero el hecho concreto que les dio motivos a los massistas para resolver no apoyar a Cano en los comicios provinciales fue el acercamiento que el radical tuvo en los últimos días con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. El primer massista en fustigar los vaivenes del titular de la UCR local fue el concejal de Yerba Buena Mauricio Marcoccia. El edil yerbabuenense, quien busca gobernar la “Ciudad Jardín”, calificó de “poco seria” la actitud del radical que mantiene una bígama relación con Massa y Macri. Mientras al tigrense le dice que necesita de su apoyo para poder llegar a la gobernación, a Macri le susurra al oído que en el armado local los macristas serán fundamentales para alcanzar la gobernación. Hace dos semanas, cuando Cano se reunió con Macri en Capital Federal este le pidió que el candidato a la vicegobernación de su espacio sea del PRO. De paso, también le habló de la Intendencia de la San Miguel de Tucumán y de la Intendencia de Yerba Buena. En la capital tucumana el macrismo realizó una fuerte apuesta con el tucumano Facundo Garretón. Y en la “Ciudad Jardín”, la candidatura del legislador Alberto Colombres Garmendia comenzó a tomar forma.

Este confuso y alambicado panorama que mezcla relaciones entrecruzadas entre el PRO y el Frente Renovador motivó a los massistas tucumanos a comenzar a mirar hacia el edificio de 9 de Julio y Lavalle, sede de la Intendencia capitalina. Ayer al mediodía, en una reunión realizada en un hotel céntrico de la ciudad, los massistas Julio Díaz Lozano, José “Mellizo” Orellana, Marcoccia y una decena de dirigentes del peronismo disidente celebraron el alejamiento de Amaya de las huestes alperovichistas. Ahora, el “Colorao” es visto por este grupo -el ex legislador Víctor Arias también integra este lote- como la opción peronista que mejor cumple con sus expectativas.

Aviso clasificado: Amaya busca vice

La danza de nombres sobre quien será el acompañante de Amaya en una eventual fórmula electoral comenzó correr de boca en boca por los pasillos de la Intendencia. El rumor trascendió los límites capitalinos y cabalgó a campo traviesa por el interior. Pero desde hace unos meses, la dupla conformada por Amaya y José Orellana comenzó a ser tomada en serio. En el amayismo consideran que “El Mellizo” sería el único hombre del sur capaz de contrarrestar el aparato que ostenta en la Sección Oeste el senador Sergio “La Burra” Mansilla. Porque para la Sección Este, el amayismo cuenta con la experiencia de Olijela Rivas.

Sin embargo, ayer también comenzó a sonar otro nombre: el del radical y presidente del instituto Belgraniano de Tucumán, Luis Yanicelli. El dirigente que en 2013 batalló por ocupar la banca de senador que dejó vacante Cano -finalmente la obtuvo la actual senadora Silvia Elías de Pérez -es ahora visto por un grupo de amayistas como una opción más que aceptable. Yanicelli, quien ayer se incorporó al gabinete de Amaya como asesor ad honorem, podría transformarse en la pata radical que necesita el amayismo.

Asesor universitario para Manzur y Yedlin

El alejamiento de Amaya del alperovichismo no alteró el clima en la Casa de Gobierno. La fórmula Juan Manzur-Osvaldo Jaldo sigue recorriendo pueblos y realizando encuentros políticos como si no hubiera sentido el cimbronazo. Es más, la dupla oficial cuenta ahora con el asesoramiento de un viejo operador del radicalismo. Con medio centenar de kilos menos, el radical José Hugo Saab sigue siendo un hombre de peso en la política tucumana. Tras el receso estival, el funcionario de la UNT fue convocado por su amigo personal, el gobernador José Alperovich, para que trabaje en la campaña y aconseje a Manzur y, fundamentalmente, al candidato a intendente por la capital, Pablo Yedlin. Las definiciones políticas se adelantaron y comenzaron a parir en el mes más corto del año.

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