Pidieron sobreseer al encargado de un camping donde decían que murió Paulina

Luis Olivera, encargado del camping “27 de Agosto”, había sido señalado como el supuesto testigo que formuló una versión del crimen de Paulina que involucraba a los “hijos del poder”

LA FIESTA. El fiscal Diego López Ávila investigó la versión que involucraba a “los hijos del poder” pero no halló pruebas para sustentar una acusación.  la gaceta / foto de INÉS QUINTEROS ORIO (archivo) LA FIESTA. El fiscal Diego López Ávila investigó la versión que involucraba a “los hijos del poder” pero no halló pruebas para sustentar una acusación. la gaceta / foto de INÉS QUINTEROS ORIO (archivo)
23 Febrero 2015
Una de las hipótesis de “los hijos del poder” fue la primera que investigó el fiscal Diego López Ávila, apenas asumió la investigación en junio de 2013. Esa premisa indicaba que Paulina Lebbos había muerto en una fiesta realizada el 26 de febrero de 2006 en una casa ubicada en un camping de El Cadillal, al caerse de una mesa. Pero las pruebas que se fueron recolectando fueron debilitando esta versión, y el viernes se solicitó el sobreseimiento del encargado del lugar, Luis Olivera, quien estuvo imputado por encubrimiento.

La primera vez que apareció esta pista, en realidad, fue el 13 de noviembre de 2007, cuando una persona se presentó en el mostrador de la Fiscalía de Instrucción de la II° Nominación, que en ese entonces de Carlos Albaca, y dijo que la muerte de Paulina había ocurrido en el camping “27 de abril”, en El Cadillal. Según esa versión, en ese lugar se había realizado una fiesta de la que habían participado Sergio Kaleñuk, Guillermo Rojkés y otras personas.

Albaca dispuso que Gendarmería Nacional verificara esa información. El 16 de noviembre, la fuerza nacional informó que había investigado los datos, y rectificó que el nombre del camping era “27 de agosto”. Se constató que Alberto Kaleñuk, secretario privado del gobernador, era propietario de una casa, que era utilizada generalmente los fines de semana.

“Mediante entrevistas en forma reservada con personas que concurren al mencionado camping, las mismas manifiestan que la mencionada casa es de construcción reciente por lo que infieren que a la fecha del hecho dicha casa se encontraría en construcción”, concluyó el informe. Albaca no siguió investigando esa pista.

Pero el 8 de junio de 2013, ya con López Ávila a cargo de la pesquisa, se presentó en tribunales Federico Decoud Griet, quien dijo que había ido a un asado en El Cadillal y que había escuchado que Olivera mencionaba que en ese camping había muerto o habrían matado a Paulina. En este caso ya mencionaban a un hijo de Alberto Kaleñuk y a un hijo del gobernador José Alperovich,

Raúl Roberto Durango sería la persona que le dio los datos a Decoud Griet, y quien le habría dicho que la casa de Kaleñuk fue arrasada quedando únicamente el piso de cerámico. Además, habló de una muerte accidental, del freezer en el que habrían puesto el cuerpo, y de que Olivera ayudó a encubrir todo. Las otras personas mencionadas, que habrían escuchado a Olivera reconocer ese hecho, fueron Germán Gómez Lasalle y Agustín Lobo Bugeau.

Al haber discrepancias en las declaraciones de las cuatro personas, se realizaron diversos careos, sobre todo con Olivera, quien negó la versión. El único que mantuvo la misma versión fue Durango, en tanto que los otros, de acuerdo al requerimiento de elevación a juicio, atemperaron su versión.

Los allanamientos, las inspecciones y las pericias realizadas al lugar no arrojaron datos positivos, y las personas mencionadas como sospechosas no habrían estado en El Cadillal el 26 de febrero de 2006. Además, la vivienda de Kaleñuk fue construida posteriormente a esa fecha. Por eso, la pista El Cadillal se descartó.

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