04 Marzo 2015
Los rumores sobre el cambio de conducción del PAMI local bulleron en las últimas semanas. Inclusive, habían trascendido algunos nombres que luego fueron desmentidos. El secretario general de “La Cámpora” local, Jesús Salim, confirmó que requirieron al gerente de la institución Luis Larcher que se aleje del cargo y que realizaron gestiones en Buenos Aires con ese fin. Sucede que el médico había llegado al puesto de la mano de la organización kirchnerista, a mediados de 2013.
Salim consignó que Larcher ya no pertenece a las filas de la agrupación que lidera en el ámbito nacional Máximo Kirchner. “Cuando ingresamos a un organismo publico, tratamos de transformar ciertas prácticas. Creemos que hasta el momento eso no se ha podido dar por diferentes circunstancias que tienen que ver con años de abandono del organismo. Por lo tanto, precisamos mayor dinamismo y mejorar las prestación de salud para los beneficiarios”, explicó el legislador. Añadió, inmediatamente que no dudan del “profesionalismo y la formación técnica” de Larcher, pero que se precisaría un cambio porque opinan que se necesita además una gestión más “dinámica” y “cercana a los centros de jubilados”.
“Hubo un pedido de La Cámpora para que dé un paso al costado. Al ser un cargo en el que se lo ungió desde la organización, debería dejarlo. Fue propuesto por mí para ocupar ese lugar. En el PAMI se precisa fuerza de cambio, esto es lo que no vemos”, reiteró. Salim aseguró, sin embargo, que ofrecieron al médico seguir prestando funciones en otra área.
Larcher visitó ayer la Casa de Gobierno junto a una docena de centros de jubilados y se reunió con el gobernador, José Alperovich. Lo invitó, aseguró, a la inauguración de una sede en Banda del Río Salí.
“No sé sobre las declaraciones del legislador (por Salim). Oficialmente nadie me hizo ningún pedido”, negó. Consignó que sigue trabajando en su oficina: “esta es una década ganada y llena de beneficios para los jubilados. Cuando me ofrecieron esto, me comprometí a atender las necesidades de la gente. Si bien falta, hoy mejoró mucho la atención”.
Larcher expresó que es peronista, kirchnerista y que seguirá en La Cámpora “hasta que no me notifiquen fehacientemente que ya no estoy”. “Hubo agresiones y violencia contra mi persona, con rumores. Pero no les doy importancia. Estoy para trabajar”, concluyó.
Las versiones se habían desencadenado tras una asamblea en la que empleados expresaron su descontento por traslados. Los trabajadores habían manifestado que se habrían tomado medidas “arbitrarias”. Algunos habían solicitado el desplazamiento de Larcher.
Salim consignó que Larcher ya no pertenece a las filas de la agrupación que lidera en el ámbito nacional Máximo Kirchner. “Cuando ingresamos a un organismo publico, tratamos de transformar ciertas prácticas. Creemos que hasta el momento eso no se ha podido dar por diferentes circunstancias que tienen que ver con años de abandono del organismo. Por lo tanto, precisamos mayor dinamismo y mejorar las prestación de salud para los beneficiarios”, explicó el legislador. Añadió, inmediatamente que no dudan del “profesionalismo y la formación técnica” de Larcher, pero que se precisaría un cambio porque opinan que se necesita además una gestión más “dinámica” y “cercana a los centros de jubilados”.
“Hubo un pedido de La Cámpora para que dé un paso al costado. Al ser un cargo en el que se lo ungió desde la organización, debería dejarlo. Fue propuesto por mí para ocupar ese lugar. En el PAMI se precisa fuerza de cambio, esto es lo que no vemos”, reiteró. Salim aseguró, sin embargo, que ofrecieron al médico seguir prestando funciones en otra área.
Larcher visitó ayer la Casa de Gobierno junto a una docena de centros de jubilados y se reunió con el gobernador, José Alperovich. Lo invitó, aseguró, a la inauguración de una sede en Banda del Río Salí.
“No sé sobre las declaraciones del legislador (por Salim). Oficialmente nadie me hizo ningún pedido”, negó. Consignó que sigue trabajando en su oficina: “esta es una década ganada y llena de beneficios para los jubilados. Cuando me ofrecieron esto, me comprometí a atender las necesidades de la gente. Si bien falta, hoy mejoró mucho la atención”.
Larcher expresó que es peronista, kirchnerista y que seguirá en La Cámpora “hasta que no me notifiquen fehacientemente que ya no estoy”. “Hubo agresiones y violencia contra mi persona, con rumores. Pero no les doy importancia. Estoy para trabajar”, concluyó.
Las versiones se habían desencadenado tras una asamblea en la que empleados expresaron su descontento por traslados. Los trabajadores habían manifestado que se habrían tomado medidas “arbitrarias”. Algunos habían solicitado el desplazamiento de Larcher.
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