05 Marzo 2015
Jazmín Stuart rompió hace tiempo el molde que la encasillaba como una bonita actriz joven y se aventuró en terrenos más complejos, como la dirección de cine. Su primer largometraje llegó hace cinco años, cuando codirigió “Desmadre” junto a Juan Pablo Martínez, y ahora debuta en soledad con “Pistas para volver a casa”, una película que ella misma guionó y que se sostiene en las actuaciones de Érica Rivas (la estupenda novia de la última historia de “Relatos salvajes”) y Juan Minujin (doble aparición esta semana, ya que actúa en una escena de “Focus”).
La historia se abre como un paquete de sorpresas que tiene distintas cajas en su interior. Gira alrededor de una pareja de hermanos cuarentones que deben rescatar a su padre, accidentado en una ruta cuando iba a tratar de encontrar a su esposa (y madre de los protagonistas), que los había abandonado hace 30 años.
Ese viaje de los hermanos está cargado con la necesidad de reconstruir una familia que siempre fue disfuncional (y que replicaron en sus propias historias personales, cargadas de frustraciones y sueños interrumpidos) y de encontrar respuestas a viejas preguntas, mientras que se descubren conocedores de muchas más cosas que pensaban el uno del otro. No por nada, el primer nombre del guión era “La búsqueda del tesoro”, que finalmente mutó a “Pistas...”
“Creo que es una película de personajes y que si no fuera por la complejidad que muestran, hay un montón de cosas que no pasarían. El cine es un juego de oposiciones, de contrapuntos entre la fragilidad y la fortaleza. Mi temor era transmitir tanto que el actor no pudiera a su vez hacerlo propio, y siempre cuando un personaje pasa del guión a la pantalla hay cosas que se pierden y otras que se ganan. Érica y Juan aportaron un montón de cosas a los personajes, y los hicieron carne”, le dijo Stuart a la agencia Télam.
Bajo la estructura de una road movie, la directora los lleva de la ciudad en la que viven a un espacio rural donde se descompone el auto en el que viajan. En realidad, tienen muchas cosas más descompuestas que su vehículo.
La historia se abre como un paquete de sorpresas que tiene distintas cajas en su interior. Gira alrededor de una pareja de hermanos cuarentones que deben rescatar a su padre, accidentado en una ruta cuando iba a tratar de encontrar a su esposa (y madre de los protagonistas), que los había abandonado hace 30 años.
Ese viaje de los hermanos está cargado con la necesidad de reconstruir una familia que siempre fue disfuncional (y que replicaron en sus propias historias personales, cargadas de frustraciones y sueños interrumpidos) y de encontrar respuestas a viejas preguntas, mientras que se descubren conocedores de muchas más cosas que pensaban el uno del otro. No por nada, el primer nombre del guión era “La búsqueda del tesoro”, que finalmente mutó a “Pistas...”
“Creo que es una película de personajes y que si no fuera por la complejidad que muestran, hay un montón de cosas que no pasarían. El cine es un juego de oposiciones, de contrapuntos entre la fragilidad y la fortaleza. Mi temor era transmitir tanto que el actor no pudiera a su vez hacerlo propio, y siempre cuando un personaje pasa del guión a la pantalla hay cosas que se pierden y otras que se ganan. Érica y Juan aportaron un montón de cosas a los personajes, y los hicieron carne”, le dijo Stuart a la agencia Télam.
Bajo la estructura de una road movie, la directora los lleva de la ciudad en la que viven a un espacio rural donde se descompone el auto en el que viajan. En realidad, tienen muchas cosas más descompuestas que su vehículo.
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Juan Minujín