11 Marzo 2015
Las lluvias de las últimas dos noches perdonaron a Yerba Buena, luego de un fin de semana de terror: el sábado pasado, durante el temporal de la madrugada, cayeron las defensas del Río Muerto, sobre la ruta 338, y desapareció el pavimento completo de la calle Bartolomé Hernández, entre Santo Domingo y Las Higueritas, entre otros trastornos.
Desde la Municipalidad de esa ciudad informaron que se puso en marcha un plan de contención, que incluye la remoción de ripios y áridos arrastrados por la correntada, la limpieza de canales y la reparación de las calles.
Entre el lunes y el martes, por ejemplo, los operarios trabajaron en la avenida Aconquija al 2.500, donde trataron de sacar las piedras y el barro provenientes de las calles transversales. También estuvieron en la avenida Solano Vera, desde el Camino de Sirga hacia el sur, ocupados en idéntica tarea.
Desde la Dirección de Obras Públicas adelantaron que repararán los muros de contención del canal Caínzo.
La secretaría de Políticas Sociales municipal indicó, además, que se habilitó el centro asistencial Carrillo como lugar de recepción de donaciones. Se necesita agua mineral, leche, pañales, ropa de niños, chapas y zapatillas. Por ahora, las familias damnificadas en la ciudad piedemontana llegan a 150.
El intendente, Daniel Toledo, dijo que el municipio adquirirá una hectárea para poder reubicar a los pobladores del río Muerto, que resultaron perjudicados con la crecida. Asimismo, dijo se prohibirá la posterior reurbanización en ese lugar.
Desde la Municipalidad de esa ciudad informaron que se puso en marcha un plan de contención, que incluye la remoción de ripios y áridos arrastrados por la correntada, la limpieza de canales y la reparación de las calles.
Entre el lunes y el martes, por ejemplo, los operarios trabajaron en la avenida Aconquija al 2.500, donde trataron de sacar las piedras y el barro provenientes de las calles transversales. También estuvieron en la avenida Solano Vera, desde el Camino de Sirga hacia el sur, ocupados en idéntica tarea.
Desde la Dirección de Obras Públicas adelantaron que repararán los muros de contención del canal Caínzo.
La secretaría de Políticas Sociales municipal indicó, además, que se habilitó el centro asistencial Carrillo como lugar de recepción de donaciones. Se necesita agua mineral, leche, pañales, ropa de niños, chapas y zapatillas. Por ahora, las familias damnificadas en la ciudad piedemontana llegan a 150.
El intendente, Daniel Toledo, dijo que el municipio adquirirá una hectárea para poder reubicar a los pobladores del río Muerto, que resultaron perjudicados con la crecida. Asimismo, dijo se prohibirá la posterior reurbanización en ese lugar.