18 Marzo 2015
PUNTO CRÍTICO. A la altura del puente de La Sala, el río San Javier pasó de tener 15 a 50 metros de ancho después de las últimas tormentas. prensa sat
Los vecinos de San Javier, de la Sala, El Corte y de la parte más alta de Yerba Buena no logran comprenderlo: ¿cómo es posible que, con tanta agua que ha caído, ellos vean sus cañerías secas durante días? Pero la explicación es la misma: la enorme cantidad de agua, que ha fracturado en tres partes el acueducto que trae agua desde Anfama, la principal vía de provisión de estas zonas. Y, hasta tanto se pueda reparar en su totalidad el acueducto, se está echando mano a tomas alternativas para llevarles agua a esos vecinos, informó Augusto Guraiib, gerente de Operaciones de la SAT
El punto más crítico, donde ha sufrido mayor daño la cañería de 30 kilómetros, fue a la altura del puente de La Sala. La inusitada crecida del río San Javier arrasó con el acueducto y también con el puente. “En el tramo que atraviesa el ducto el río tenía normalmente un ancho de 15 metros. Después de las últimas tormentas, ha quedado de 50 metros. El agua, literalmente, se ha llevado puesto el caño”, explicó Guraiib.
No se trata de una simple conexión, como en otros casos. La reparación de este tramo implica una nueva obra de ingeniería para que el ducto pueda atravesar el ensanchado lecho del río. El proyecto está listo y en estos momentos se tramita el financiamiento y los materiales necesarios. “Una vez que reunamos todo eso, el plazo de obra será de unos 30 días. Hasta que eso se termine, el acueducto no podrá estar operativo”, lamentó el ingeniero.
Los otros dos tramos cortados fueron a la altura del río Mataderos y el kilómetro 10,5 del camino a Anfama.
Actualmente San Javier está siendo abastecida con el agua de la toma La Cordobesa, que también tuvo que ser recuperada después del temporal. En tanto, el servicio en buena parte de El Corte y la zona más alta de Yerba Buena (la que normalmente también se abastece de Anfama), cuenta solamente con la provisión de la toma Las Piedras, que alimenta la cisterna ubicada en Lomas de Imbaud.
Además de las reparaciones mayores, la SAT informó que se tuvieron que hacer otras de menor escala que comenzaron a manifestarse a medida que se fue restableciendo el servicio.
El punto más crítico, donde ha sufrido mayor daño la cañería de 30 kilómetros, fue a la altura del puente de La Sala. La inusitada crecida del río San Javier arrasó con el acueducto y también con el puente. “En el tramo que atraviesa el ducto el río tenía normalmente un ancho de 15 metros. Después de las últimas tormentas, ha quedado de 50 metros. El agua, literalmente, se ha llevado puesto el caño”, explicó Guraiib.
No se trata de una simple conexión, como en otros casos. La reparación de este tramo implica una nueva obra de ingeniería para que el ducto pueda atravesar el ensanchado lecho del río. El proyecto está listo y en estos momentos se tramita el financiamiento y los materiales necesarios. “Una vez que reunamos todo eso, el plazo de obra será de unos 30 días. Hasta que eso se termine, el acueducto no podrá estar operativo”, lamentó el ingeniero.
Los otros dos tramos cortados fueron a la altura del río Mataderos y el kilómetro 10,5 del camino a Anfama.
Actualmente San Javier está siendo abastecida con el agua de la toma La Cordobesa, que también tuvo que ser recuperada después del temporal. En tanto, el servicio en buena parte de El Corte y la zona más alta de Yerba Buena (la que normalmente también se abastece de Anfama), cuenta solamente con la provisión de la toma Las Piedras, que alimenta la cisterna ubicada en Lomas de Imbaud.
Además de las reparaciones mayores, la SAT informó que se tuvieron que hacer otras de menor escala que comenzaron a manifestarse a medida que se fue restableciendo el servicio.