27 Marzo 2015
Las inundaciones en Córdoba afectaron unas 300.000 hectáreas productivas (el 5% del total provincial) según los últimos datos de la Bolsa de Cereales de esa provincia. La mayor parte es cultivo de soja, aunque también hay daños significativos en la cuenca lechera del departamento San Justo. Las pérdidas se estiman en U$S 300 millones menos para la soja y $ 100 millones mensuales para los tambos que, en en tres meses, podrían normalizar su funcionamiento.
Diego Cedriani, delegado del Renatea, calcula en 1.000 los peones afectados, número que incluye a los eventuales. Explicó a La Nación que hay despidos específicos en establecimientos muy afectados por el temporal y finalización de contratos.
En las zonas inundadas hay unos 30.000 trabajadores rurales: “el relevamiento por ahora es en áreas periurbanas porque en la mayoría de los campos todavía no se puede entrar; en 20 días habrá un panorama más claro”, apuntó. También constataron problemas en 42 plantas de silos, aunque el nivel de daño no se determinó.
Néstor Roulet, ex presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera (Cartez), cree que de las 15,5 o 15 millones de toneladas de soja estimadas para esta cosecha en Córdoba habrá 1 millón menos, además de una baja del rinde promedio por hectárea en torno del 5%. El dirigente advirtió que, de todos modos, buena parte de los cálculos dependen de cómo sigan las condiciones climáticas. Hay soja lista para cosechar hace 10 días, pero “no hay piso” para que ingresen las máquinas.
Paisaje de “silos a pleno”
Luego resaltó que se viene un paisaje de “silos a pleno”, porque los caminos para mover la producción están rotos. “Hay que prepararse para que nos empiecen a criticar porque donde haya una lomada habrá una bolsa hasta tanto se pueda volver a transitar”, ironizó.
Juan Manuel Garzón, economista del Ieral, de la Fundación Mediterránea, señaló que el temporal terminó de complicar un año difícil para los productores que ya arrastraban una pérdida fuerte de rentabilidad. Los márgenes brutos del ciclo 2014/2015 en un campo de Marcos Juárez se ubicarán al 50% de lo que fueron en las últimas 11 campañas; la situación no difiere mucho según los granos.
La pérdida por las inundaciones se suma a la baja del precio internacional de los granos, que oscila entre 25 y el 30% respecto de la cosecha anterior, dependiendo el período de comercialización del grano.
Diego Cedriani, delegado del Renatea, calcula en 1.000 los peones afectados, número que incluye a los eventuales. Explicó a La Nación que hay despidos específicos en establecimientos muy afectados por el temporal y finalización de contratos.
En las zonas inundadas hay unos 30.000 trabajadores rurales: “el relevamiento por ahora es en áreas periurbanas porque en la mayoría de los campos todavía no se puede entrar; en 20 días habrá un panorama más claro”, apuntó. También constataron problemas en 42 plantas de silos, aunque el nivel de daño no se determinó.
Néstor Roulet, ex presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera (Cartez), cree que de las 15,5 o 15 millones de toneladas de soja estimadas para esta cosecha en Córdoba habrá 1 millón menos, además de una baja del rinde promedio por hectárea en torno del 5%. El dirigente advirtió que, de todos modos, buena parte de los cálculos dependen de cómo sigan las condiciones climáticas. Hay soja lista para cosechar hace 10 días, pero “no hay piso” para que ingresen las máquinas.
Paisaje de “silos a pleno”
Luego resaltó que se viene un paisaje de “silos a pleno”, porque los caminos para mover la producción están rotos. “Hay que prepararse para que nos empiecen a criticar porque donde haya una lomada habrá una bolsa hasta tanto se pueda volver a transitar”, ironizó.
Juan Manuel Garzón, economista del Ieral, de la Fundación Mediterránea, señaló que el temporal terminó de complicar un año difícil para los productores que ya arrastraban una pérdida fuerte de rentabilidad. Los márgenes brutos del ciclo 2014/2015 en un campo de Marcos Juárez se ubicarán al 50% de lo que fueron en las últimas 11 campañas; la situación no difiere mucho según los granos.
La pérdida por las inundaciones se suma a la baja del precio internacional de los granos, que oscila entre 25 y el 30% respecto de la cosecha anterior, dependiendo el período de comercialización del grano.