04 Abril 2015
“Es como un ángel que desenmascaró a la mafia”
Susana Trimarco recordó que sólo ella sigue buscando a su hija y dijo que investiga dos nuevas pistas, pero que no confía en la Justicia “Es como que a mi hija se la tragó la tierra. ¿Cómo puede ser que el Estado y la Justicia no nos hayan dado respuestas?”, se quejó la mamá de Marita
SOLA CON SU RECUERDO. Susana Trimarco sostiene una foto donde aparecen Marita y Micaela, la hija de la joven, que hoy tiene 16 años. LA GACETA / FOTO DE Inés Quinteros Orio
Una profunda angustia interrumpió el sueño de Susana Trimarco, ayer a la madrugada. Antes de que amaneciera, la mamá de Marita Verón abrió los ojos, recordó que se cumplían 13 años de su desaparición y no pudo reconciliar el sueño. “Este 3 de abril es retroceder 13 años y recordar ese momento de terror que vivimos cuando arrancaron a mi hija de mi vida, es muy triste”, dijo la presidenta de la fundación María de Los Ángeles, sentada en un sillón de su oficina.
Desde la mañana del 3 de abril de 2002, Trimarco no deja de preguntarse dónde estará, con quién estará y cómo estará la hija que le arrebataron a los 23 años.
- ¿Sueña mucho con Marita?
- Siempre la sueño. Hará como 40 días la soñé parada al lado de mi cama, así, con el pelito largo como estaba cuando desapareció. Me hablaba, me decía algo del padre porque tenía muy buena relación con él. La veía ahí y cuando me desperté no estaba ella, fue como un flash y desapareció. Esos golpes te hacen mal, te hacen ilusionar y la realidad es otra. Es triste lo que nos pasó y lo que vemos acá todos los días. Escucharlas a las chicas (víctimas rescatadas), todas las cosas que les hacen y que se te represente tu hija, que eso le están haciendo, es muy duro. Jamás voy a abandonar a mi hija. Voy a seguir luchando por todas las víctimas porque en cada una de ellas la veo a mi hija.
Dos pistas
“A Marita sigo buscándola yo sola, porque la Justicia no la busca”, aclaró Trimarco. “Hay mucha información que recibo y que no la comparto con la Justicia porque todo lo que va a la Justicia se hace agua, queda en la nada”, se quejó.
Tantos años de buscar, de investigar y pelear por Marita le enseñaron a Trimarco a manejarse. “Ahora toda la información que puede ser un camino creíble la investigo yo. Y de última no lo denuncio acá, voy directamente a las autoridades nacionales. No confío en la Justicia”, afirmó.
Las esperanzas de Trimarco siguen intactas y en este momento están depositadas en dos pistas que ella misma sigue, y de las cuales prefiere no revelar datos.
- ¿Cree que esta vez esas pistas pueden ser ciertas?
- Sí, puede ser. Desde 2007 hasta la fecha 8.100 mujeres han sido rescatadas, desde que nació la Oficina de Rescate en el Ministerio de Justicia de la Nación. No es poca cosa. Entonces ¿por qué no puede aparecer mi hija? Ya pasaron 13 años y es como que la tierra se la tragó. ¿Cómo puede ser que el Estado y la Justicia no nos hayan dado respuestas? ¡Y hay tantos casos! Yo me siento madre de todas las víctimas.
- ¿De dónde saca esa fuerza?
- Vivo para esto, nada más. No me puedo tomar vacaciones porque siento que si me voy le estoy soltando la mano a mi hija. No puedo vivir sin saber qué hago por mi hija. Por eso siento que soy la voz de todas esas madres que no pueden tener la fortaleza que tengo yo. Y pienso que ‘Mica’ (la hija de Marita) también tiene esa personalidad, a sus 16 años es una chica muy valiente, con mucha fortaleza.
“Los Ale”
Trimarco siempre estuvo convencida de que una red mafiosa, conducida por Rubén “La Chancha” Ale, fue la responsable del secuestro de su hija para su explotación sexual. Cuando habla de “Los Ale” -como los llama- sus ojos ponen al descubierto una bronca incontenible.
“No voy a parar hasta que paguen por todo lo que han hecho ‘Los Ale’, que se creían dueños de la provincia. Empresarios de la droga y la prostitución. Cuando empecé a investigar la desaparición de mi hija descubrí toda la trama que había por detrás, donde están involucrados políticos, Poder Judicial y Policía”, disparó.
“¿Quién ha tenido los huevos suficientes para desenmascarar a los sinvergüenzas estos? Yo. Porque todos están prendidos. En la Legislatura hay muchos que están prendidos con ‘La Chancha’, que los tiene bien agarraditos de los huevitos (sic). Ninguno tiene la valentía que tengo yo porque a mí me destruyeron a mi familia. Mi hija es como un ángel que desenmascaró toda la mafia en esta provincia”, continuó Trimarco.
- ¿Cómo cambió la sociedad desde que desapareció Marita?
- La sociedad cambió muchísimo. Antes la gente tenía miedo de acercarse a mí porque yo estaba denunciando a los terroristas más grandes de la provincia, que eran ‘Los Ale’. Pero nunca me enojé con la gente, yo me ponía en su lugar, tenían mucho miedo. En cambio, hoy voy por la calle y las personas me abrazan, me besan, se ponen a llorar, rezan por mí. Y yo pienso: ‘Dios mío, solamente estoy buscando a mi hija y haciendo todo lo que tengo que hacer, no hay nada del otro mundo’. Como ciudadana y como madre desenmascaré una mafia muy grande que se estaba apoderando de las personas. Ahora las mamás anotan las chapas patentes de los taxis a los que suben sus hijos y preguntan todo el tiempo dónde están. Creo que mi hija ha sido el eje para despertar. Fue como decirles a las otras madres: ‘fíjense lo que me pasó a mí y estén atentas a que no les pase a ustedes’.
- ¿En algún momento se sintió traicionada?
- (Alejandro) Noguera (Fiscal de Cámara) me desilusionó. En esa foto (señala un portarretratos con marco rojo) me acompañó al ‘Sheraton’ en un seminario de trata de personas que realizó Aníbal Fernández cuando era ministro de Justicia de la Nación. El muy sinvergüenza y delincuente, que por un lado estaba sentado al lado mío para la foto, por otro lado le estaba pasando información a ‘La Chancha’ Ale y a (Ángel) “El Mono’ Ale. A esa gente hay que desenmascararla y no hay que tenerles miedo, menos ahora”.
Las críticas
Sin que se le pregunte, Trimarco se anticipó a responder críticas. “Me critican por todo este edificio y esto no es de ‘La Trimarco’, como dicen. Esto es del Estado. Todo lo que construí y puse acá fue con amor, para que vengan los pobres y estén en un lugar digno. El día que yo no esté van a decir: ‘algo ha hecho La Trimarco’. No me prendo en esas críticas. Sé lo que hago día a día, vivo para esto y nadie me obliga a hacerlo”, aclaró.
- ¿Qué le preocupa?
- Voy a cumplir 61 años, no soy una nenita, me apura el tiempo de saber de mi hija. Viajo mucho y no sé qué me puede pasar algún día. Tengo una nieta que tiene 16 años, es menor todavía. Le pido a Dios que por lo menos me de vida hasta que ‘Mica’ cumpla 21 años y se sepa manejar sola. La estoy preparando para que pueda crecer y defenderse el día que yo no esté, que no le hagan daño como le hicieron a su madre y que ella pueda seguir con la fundación, buscando a su mamá.
Desde la mañana del 3 de abril de 2002, Trimarco no deja de preguntarse dónde estará, con quién estará y cómo estará la hija que le arrebataron a los 23 años.
- ¿Sueña mucho con Marita?
- Siempre la sueño. Hará como 40 días la soñé parada al lado de mi cama, así, con el pelito largo como estaba cuando desapareció. Me hablaba, me decía algo del padre porque tenía muy buena relación con él. La veía ahí y cuando me desperté no estaba ella, fue como un flash y desapareció. Esos golpes te hacen mal, te hacen ilusionar y la realidad es otra. Es triste lo que nos pasó y lo que vemos acá todos los días. Escucharlas a las chicas (víctimas rescatadas), todas las cosas que les hacen y que se te represente tu hija, que eso le están haciendo, es muy duro. Jamás voy a abandonar a mi hija. Voy a seguir luchando por todas las víctimas porque en cada una de ellas la veo a mi hija.
Dos pistas
“A Marita sigo buscándola yo sola, porque la Justicia no la busca”, aclaró Trimarco. “Hay mucha información que recibo y que no la comparto con la Justicia porque todo lo que va a la Justicia se hace agua, queda en la nada”, se quejó.
Tantos años de buscar, de investigar y pelear por Marita le enseñaron a Trimarco a manejarse. “Ahora toda la información que puede ser un camino creíble la investigo yo. Y de última no lo denuncio acá, voy directamente a las autoridades nacionales. No confío en la Justicia”, afirmó.
Las esperanzas de Trimarco siguen intactas y en este momento están depositadas en dos pistas que ella misma sigue, y de las cuales prefiere no revelar datos.
- ¿Cree que esta vez esas pistas pueden ser ciertas?
- Sí, puede ser. Desde 2007 hasta la fecha 8.100 mujeres han sido rescatadas, desde que nació la Oficina de Rescate en el Ministerio de Justicia de la Nación. No es poca cosa. Entonces ¿por qué no puede aparecer mi hija? Ya pasaron 13 años y es como que la tierra se la tragó. ¿Cómo puede ser que el Estado y la Justicia no nos hayan dado respuestas? ¡Y hay tantos casos! Yo me siento madre de todas las víctimas.
- ¿De dónde saca esa fuerza?
- Vivo para esto, nada más. No me puedo tomar vacaciones porque siento que si me voy le estoy soltando la mano a mi hija. No puedo vivir sin saber qué hago por mi hija. Por eso siento que soy la voz de todas esas madres que no pueden tener la fortaleza que tengo yo. Y pienso que ‘Mica’ (la hija de Marita) también tiene esa personalidad, a sus 16 años es una chica muy valiente, con mucha fortaleza.
“Los Ale”
Trimarco siempre estuvo convencida de que una red mafiosa, conducida por Rubén “La Chancha” Ale, fue la responsable del secuestro de su hija para su explotación sexual. Cuando habla de “Los Ale” -como los llama- sus ojos ponen al descubierto una bronca incontenible.
“No voy a parar hasta que paguen por todo lo que han hecho ‘Los Ale’, que se creían dueños de la provincia. Empresarios de la droga y la prostitución. Cuando empecé a investigar la desaparición de mi hija descubrí toda la trama que había por detrás, donde están involucrados políticos, Poder Judicial y Policía”, disparó.
“¿Quién ha tenido los huevos suficientes para desenmascarar a los sinvergüenzas estos? Yo. Porque todos están prendidos. En la Legislatura hay muchos que están prendidos con ‘La Chancha’, que los tiene bien agarraditos de los huevitos (sic). Ninguno tiene la valentía que tengo yo porque a mí me destruyeron a mi familia. Mi hija es como un ángel que desenmascaró toda la mafia en esta provincia”, continuó Trimarco.
- ¿Cómo cambió la sociedad desde que desapareció Marita?
- La sociedad cambió muchísimo. Antes la gente tenía miedo de acercarse a mí porque yo estaba denunciando a los terroristas más grandes de la provincia, que eran ‘Los Ale’. Pero nunca me enojé con la gente, yo me ponía en su lugar, tenían mucho miedo. En cambio, hoy voy por la calle y las personas me abrazan, me besan, se ponen a llorar, rezan por mí. Y yo pienso: ‘Dios mío, solamente estoy buscando a mi hija y haciendo todo lo que tengo que hacer, no hay nada del otro mundo’. Como ciudadana y como madre desenmascaré una mafia muy grande que se estaba apoderando de las personas. Ahora las mamás anotan las chapas patentes de los taxis a los que suben sus hijos y preguntan todo el tiempo dónde están. Creo que mi hija ha sido el eje para despertar. Fue como decirles a las otras madres: ‘fíjense lo que me pasó a mí y estén atentas a que no les pase a ustedes’.
- ¿En algún momento se sintió traicionada?
- (Alejandro) Noguera (Fiscal de Cámara) me desilusionó. En esa foto (señala un portarretratos con marco rojo) me acompañó al ‘Sheraton’ en un seminario de trata de personas que realizó Aníbal Fernández cuando era ministro de Justicia de la Nación. El muy sinvergüenza y delincuente, que por un lado estaba sentado al lado mío para la foto, por otro lado le estaba pasando información a ‘La Chancha’ Ale y a (Ángel) “El Mono’ Ale. A esa gente hay que desenmascararla y no hay que tenerles miedo, menos ahora”.
Las críticas
Sin que se le pregunte, Trimarco se anticipó a responder críticas. “Me critican por todo este edificio y esto no es de ‘La Trimarco’, como dicen. Esto es del Estado. Todo lo que construí y puse acá fue con amor, para que vengan los pobres y estén en un lugar digno. El día que yo no esté van a decir: ‘algo ha hecho La Trimarco’. No me prendo en esas críticas. Sé lo que hago día a día, vivo para esto y nadie me obliga a hacerlo”, aclaró.
- ¿Qué le preocupa?
- Voy a cumplir 61 años, no soy una nenita, me apura el tiempo de saber de mi hija. Viajo mucho y no sé qué me puede pasar algún día. Tengo una nieta que tiene 16 años, es menor todavía. Le pido a Dios que por lo menos me de vida hasta que ‘Mica’ cumpla 21 años y se sepa manejar sola. La estoy preparando para que pueda crecer y defenderse el día que yo no esté, que no le hagan daño como le hicieron a su madre y que ella pueda seguir con la fundación, buscando a su mamá.
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