El Gobierno turco acusa al Papa de promover el racismo

El caso armenio, en el centro de la polémica

14 Abril 2015
ESTAMBUL.- El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, acusó al papa Francisco de promover el racismo en Europa con sus declaraciones del domingo, cuando afirmó que los armenios fueron las víctimas del “primer genocidio del siglo XX”. Las palabras del pontífice fueron “funestamente elegidas, equivocadas y absurdas”, afirmó el jefe gubernamental.

Según el primer ministro turco, esas declaraciones se basan en una “interpretación errónea de la historia. Al mismo tiempo, contribuyen al aumento del racismo en Europa”, agregó Davutoglu.

En una misa realizada en la Basílica de San Pedro, con motivo de la recordación del centenario de la masacre de armenios por parte del Imperio Otomano, el papa Francisco se refirió el domingo a ese episodio como “el primer genocidio del siglo XX”. Le siguieron los cometidos por el “nazismo y el estalinismo”, sostuvo.

Tras su mensaje, el Ministerio de Exteriores turco convocó al nuncio apostólico del Vaticano acreditado en Turquía y poco después llamó a consultas a su embajador en el Vaticano.

Los armenios consideran un genocidio la persecución del Imperio Otomano contra su pueblo.

Durante la Primera Guerra Mundial, millones de armenios fueron expulsados del territorio otomano y muchos de ellos asesinados. Según distintas fuentes históricas, las deportaciones llevadas a cabo en 1915-1916 provocaron la muerte de entre 200.000 y 1,5 millones de personas.

Turquía, sucesora jurídica del Imperio Otomano, rechaza referirse a los hechos en términos de genocidio y asegura que los otomanos lucharon contra la sublevación en su territorio de las milicias armenias, respaldadas por el gobierno ruso.

Según el Ministerio de Exteriores turco, el Gobierno de Ankara habría deseado que el Papa orase por todas las víctimas de la Primera Guerra Mundial, “sin diferenciar entre cristianos, musulmanes o judíos”.

Por el contrario, el presidente armenio, Serzh Sarsyan, alabó las palabras del papa como una “fuerte señal” a la comunidad internacional de que un genocidio que no se condena representa un “peligro para toda la humanidad”.

La referencia de Francisco, gratamente recibida por los armenios, dio un significativo impulso y visibilidad a este atávico reclamó de Ereván y la diáspora armenia, calculada en unos 8 millones de personas por todo el mundo, y pocas horas después que la Comisión Europea (CE) instara a Turquía y a Armenia a promover más pasos para concluir su reconciliación y normalizar sus relaciones diplomáticas. (DPA-Télam)

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