15 Mayo 2015
LA RIOJA.- El obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, llevará al Vaticano la investigación diocesana sobre el martirio de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, y el laico Wenceslao Pedernera, víctimas de la última dictadura militar, para promover su canonización.
El prelado viajará a Roma la semana próxima para entregar ante la Congregación para las Causas de los Santos el expediente diocesano de los "Mártires del Chamical", asesinados en 1976 días antes que el obispo riojano Enrique Angelelli.
Colombo presidirá mañana el acto de cierre de la etapa diocesana de la investigación, primer paso antes de remitir la documentación para que la Santa Sede considere la declaración del martirio "in odium fidei" (en el odio de la fe) de los dos sacerdotes y el laico que trabajaron por la causa de los pobres en La Rioja.
El obispo labrará en esa ceremonia las actas finales y cerrará las cajas que contienen unas 7.500 páginas de documentación que avalan el proceso de canonización de Murias, Longueville y Pedernera.
Colombo viajará al Vaticano la semana que viene, previa escala en El Salvador, donde el 23 de mayo participará de la ceremonia de canonización del arzobispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 mientras celebraba misa en la capilla de un hospital.
El 18 de julio de 1976 el párroco francés Longueville y su vicario Murias, pertenecientes al Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, fueron secuestrados en la parroquia El Salvador, de la localidad de Chamical.
Sus cuerpos fusilados, con los ojos vendados, aparecieron en un descampado al sur de la ciudad. Murias tenía signos de torturas. Hoy, el sitio se denomina Los Mártires y un oratorio honra sus memorias.
En tanto, Pedernera, colaborador de Angelelli, fue acribillado a balazos el 25 de julio de 1976 por un grupo de hombres encapuchados que irrumpió en su casa y le dispararon delante de su esposa e hijos.
En agosto de 2006, al cumplirse 30 años del asesinato de Angelelli, el cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, reivindicó en una misa en La Rioja la figura de Murias, Longueville y Pedernera, al asegurar que "dieron su sangre para la Iglesia".
Esta semana también se conoció oficialmente que la Santa Sede dio vía libre para que la diócesis de La Rioja siga el mismo proceso destinado a beatificar y declarar el martirio de monseñor Angelelli.
La religiosa Emile de Villeneuve, fundadora de las Hermanas Azules que trabajaron junto con Angelelli, fue canonizada recientemente por el pontífice argentino. (DYN)
El prelado viajará a Roma la semana próxima para entregar ante la Congregación para las Causas de los Santos el expediente diocesano de los "Mártires del Chamical", asesinados en 1976 días antes que el obispo riojano Enrique Angelelli.
Colombo presidirá mañana el acto de cierre de la etapa diocesana de la investigación, primer paso antes de remitir la documentación para que la Santa Sede considere la declaración del martirio "in odium fidei" (en el odio de la fe) de los dos sacerdotes y el laico que trabajaron por la causa de los pobres en La Rioja.
El obispo labrará en esa ceremonia las actas finales y cerrará las cajas que contienen unas 7.500 páginas de documentación que avalan el proceso de canonización de Murias, Longueville y Pedernera.
Colombo viajará al Vaticano la semana que viene, previa escala en El Salvador, donde el 23 de mayo participará de la ceremonia de canonización del arzobispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 mientras celebraba misa en la capilla de un hospital.
El 18 de julio de 1976 el párroco francés Longueville y su vicario Murias, pertenecientes al Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, fueron secuestrados en la parroquia El Salvador, de la localidad de Chamical.
Sus cuerpos fusilados, con los ojos vendados, aparecieron en un descampado al sur de la ciudad. Murias tenía signos de torturas. Hoy, el sitio se denomina Los Mártires y un oratorio honra sus memorias.
En tanto, Pedernera, colaborador de Angelelli, fue acribillado a balazos el 25 de julio de 1976 por un grupo de hombres encapuchados que irrumpió en su casa y le dispararon delante de su esposa e hijos.
En agosto de 2006, al cumplirse 30 años del asesinato de Angelelli, el cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, reivindicó en una misa en La Rioja la figura de Murias, Longueville y Pedernera, al asegurar que "dieron su sangre para la Iglesia".
Esta semana también se conoció oficialmente que la Santa Sede dio vía libre para que la diócesis de La Rioja siga el mismo proceso destinado a beatificar y declarar el martirio de monseñor Angelelli.
La religiosa Emile de Villeneuve, fundadora de las Hermanas Azules que trabajaron junto con Angelelli, fue canonizada recientemente por el pontífice argentino. (DYN)