23 Agosto 2015
CLAUDIA SCHAEFER. Tenía 44 años y tres hijos menores de edad. foto en facebook
BUENOS AIRES.- El empresario Gustavo Fernando Farré, acusado de asesinar a puñaladas a su ex esposa en una casa del exclusivo country “Martindale” del partido bonaerense de Pilar, se negó a declarar ante la Justicia. Su abogado consideró que se podría tratar de un caso de “emoción violenta”.
Fuentes judiciales y el defensor de Farré, Gustavo Álvarez, informaron que el imputado fue conducido ayer al mediodía ante la fiscala Carolina Carballido, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Delitos Conexos a la Violencia de Género de Pilar, y se abstuvo de declarar.
“Como imputado, lo que se hizo es una indagatoria en la cual se abstuvo. Momentáneamente no declaró”, dijo Álvarez. Y agregó que “si bien hay una presunción importante” de que su cliente asesinó a su ex esposa, Claudia Schaefer, “eso deberá confirmarse” con las pericias.
“Es casi seguro que pudo haber actuado bajo un estado de emoción violenta”, lanzó el abogado, y adelantó que va a “apuntalar esa teoría”. Sobre este aspecto, allegados al acusado manifestaron que el hombre tenía prescriptos antidepresivos que aparentemente no recordó tomar el viernes y que “podrían haber controlado su alteración emocional” en el momento en el que peleaba con Schaefer.
El estado en que se encontraba Farré al momento del crimen es clave, ya que si se comprueba que actuó bajo emoción violenta, en caso de ser condenado se le impondrá reclusión de tres a seis años o prisión de uno a tres años, según estipula el Código Penal. En cambio, si se determina que era plenamente consciente de sus actos, le correspondería una pena de prisión o reclusión perpetua por tratarse de un homicidio calificado, ya que la mujer era su ex cónyuge.
Por otra parte, la fiscala Carballido se trasladó nuevamente hasta el country para supervisar la inspección de los vehículos de la víctima y del imputado, en los que peritos científicos buscaron elementos útiles para la investigación. Carballido ordenó la realización de un peritaje sobre los teléfonos celulares de ambos y esperaba el informe de la autopsia. Además, fueron enviados a analizar los dos cuchillos secuestrados en la escena del crimen, en busca de rastros y huellas que confirmen la presunción de que fueron utilizados para apuñalar a la víctima.
El hecho ocurrió el viernes, pasadas las 11.30. La pareja, que atravesaba un conflictivo divorcio y estaba separada de hecho, se había encontrado en el country. En un momento en que los abogados de ambos dialogaban afuera de la casa, la pareja se apartó a una habitación, donde comenzó una discusión. Fuentes del caso contaron que tanto la madre de Farré como los abogados vieron por una ventana cómo el hombre acuchillaba a la mujer. Entonces rompieron la ventana, pero Schaefer ya estaba muerta desangrada, principalmente por un profundo corte en el cuello. (Télam)
Fuentes judiciales y el defensor de Farré, Gustavo Álvarez, informaron que el imputado fue conducido ayer al mediodía ante la fiscala Carolina Carballido, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Delitos Conexos a la Violencia de Género de Pilar, y se abstuvo de declarar.
“Como imputado, lo que se hizo es una indagatoria en la cual se abstuvo. Momentáneamente no declaró”, dijo Álvarez. Y agregó que “si bien hay una presunción importante” de que su cliente asesinó a su ex esposa, Claudia Schaefer, “eso deberá confirmarse” con las pericias.
“Es casi seguro que pudo haber actuado bajo un estado de emoción violenta”, lanzó el abogado, y adelantó que va a “apuntalar esa teoría”. Sobre este aspecto, allegados al acusado manifestaron que el hombre tenía prescriptos antidepresivos que aparentemente no recordó tomar el viernes y que “podrían haber controlado su alteración emocional” en el momento en el que peleaba con Schaefer.
El estado en que se encontraba Farré al momento del crimen es clave, ya que si se comprueba que actuó bajo emoción violenta, en caso de ser condenado se le impondrá reclusión de tres a seis años o prisión de uno a tres años, según estipula el Código Penal. En cambio, si se determina que era plenamente consciente de sus actos, le correspondería una pena de prisión o reclusión perpetua por tratarse de un homicidio calificado, ya que la mujer era su ex cónyuge.
Por otra parte, la fiscala Carballido se trasladó nuevamente hasta el country para supervisar la inspección de los vehículos de la víctima y del imputado, en los que peritos científicos buscaron elementos útiles para la investigación. Carballido ordenó la realización de un peritaje sobre los teléfonos celulares de ambos y esperaba el informe de la autopsia. Además, fueron enviados a analizar los dos cuchillos secuestrados en la escena del crimen, en busca de rastros y huellas que confirmen la presunción de que fueron utilizados para apuñalar a la víctima.
El hecho ocurrió el viernes, pasadas las 11.30. La pareja, que atravesaba un conflictivo divorcio y estaba separada de hecho, se había encontrado en el country. En un momento en que los abogados de ambos dialogaban afuera de la casa, la pareja se apartó a una habitación, donde comenzó una discusión. Fuentes del caso contaron que tanto la madre de Farré como los abogados vieron por una ventana cómo el hombre acuchillaba a la mujer. Entonces rompieron la ventana, pero Schaefer ya estaba muerta desangrada, principalmente por un profundo corte en el cuello. (Télam)