24 Agosto 2015
CRUCE. La fiscala Ruiz (izquierda) plantea la anomalía a la veedora Manrique.
Se dice en la jerga electoral que una urna está “embarazada” cuando desde antes de que comience la votación se encuentran en ella boletas ya “sufragadas”. Esto fue lo que ocurrió apenas se empezó a votar en la escuela Alfredo Cossón, ubicada en la zona suroeste de la capital, según lo denunció una fiscal general del Acuerdo para el Bicentenario (ApB).
Más allá de una demora de media hora, la votación había comenzado con normalidad en el establecimiento educativo, situado en Coronel Zelaya al 1.600. Hasta que la fiscal general del ApB Antonella Ruiz denunció que la urna de la mesa Nº 259 estaba cerrada, y con votos del oficialismo adentro.
La zona es muy conocida por la rivalidad política que mantienen el alperovichista Armando “Cacho” Cortalezzi -interventor de la Caja Popular de Ahorros, y candidato a concejal en los comicios de ayer- y edil capitalino Christian Rodríguez -buscaba ayer ser legislador-, referente del sector que lidera el intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya. De hecho, María Elena Cortalezzi, actual concejal capitalina y hermana de “Cacho” se encontraba desde temprano en la escuela, coordinando a los votantes de su espacio. De manera activa, la dirigente -se postulaba para legisladora- iba y venía, e intercambiaba palabras con la veedora de la Junta Electoral Provincial (JEP) Fátima Manrique.
Amén de la incomodidad de las instalaciones y del hacinamiento de los electores, la votación se desarrollaba con relativa normalidad. Hasta que Ruiz denunció la irregularidad en la urna Nº 959. “Llegamos, y la presidenta de mesa no se había presentado. En su lugar, de vocal estaba una puntera de Cortalezzi. Estaba la urna cerrada y le pedí que la abriera para iniciar la votación. En su interior había unas 30 boletas del oficialismo. Tuvo de vaciar la urna, pero la irregularidad ya se había dado”, comentó a LA GACETA la joven estudiante de Comunicación Social.
Abogados y escribano
Al rato, ingresaron dos abogados del ApB, junto a un escribano público, para constatar la irregularidad. Otro fiscal general que también había denunciado el hecho pidió que su nombre no trascendiera por temor a represalias. “Vivo en la zona, y la verdad que temo por mi familia. Días atrás ya me habían amenazado”, se excusó.
Los abogados y fiscales generales del ApB Mariana Pérez Lucena y Gustavo Gómez Urrutia increparon a la veedora Manrique para que diera explicaciones sobre lo ocurrido. La mujer negó que se haya podido constatar la irregularidad, aunque no sabía responder cuál era el número de la mesa cuestionada y tampoco conocía el número total de mesas habilitadas con las que contaba la escuela Cossón. El diálogo entre la veedora y los fiscales generales se desarrolló de esta manera:
-Veedora: todas las urnas llegaron con el acta. En la única mesa que pasó (una irregularidad) es una de allá (sic).
-Fiscal general: ¿la mesa 959 está constituida con todas las autoridades de mesa?
-Veedora: yo entiendo que todas las mesas quedaron constituidas con presidente de mesa, porque el correo entregó a todas. En una se dio una situación, donde no llegó ni el presidente ni el vocal; es en una mesa que está allá (señala con el dedo hacia la multitud), que no sé cuál es. Soy un sola persona y a gatas pude acceder (a la escuela). Cuando yo llegué no había luz. Los gendarmes, que con buena predisposición algo entendían de electricidad, arreglaron la luz. La directora jamás se apersonó.
-Fiscal general: pero una fiscal general denuncia que pasadas las 8 había una urna con 30 votos del oficialismo adentro…
-Veedora: no, eso es imposible, es mentira.
-Fiscal general: ¿por qué dice usted que fue mentira? ¿Usted estuvo en ese momento?
-Veedora: estuve en todas; y en esa mesa. Incluso en la última me quedé como hasta las 8.30 en una mesa de allá, que no se decir el número, porque no se constituyó ni el presidente ni el vocal.
-Fiscal general: ¿usted estuvo en todas en el mismo momento?
-Veedora: sí, en todas.
-Fiscal general: Pero, no entiendo, ¿cómo pudo estar al mismo tiempo en todas las mesas?
-Veedora: yo estaba cuando las abrían y, justamente, pedía que las abran para corroborar eso.
-Fiscal general: ¿cuántas mesas tiene la escuela?
-Veedora: Ehhh, no me acuerdo. No tuve tiempo de hacer ni siquiera mi acta. Estoy haciendo lo que puedo.
Bien entrado el mediodía, la hora del almuerzo “echó” a los votantes a sus casas. Por la tarde, la situación en la escuela Cossón se desarrolló con normalidad.
Más allá de una demora de media hora, la votación había comenzado con normalidad en el establecimiento educativo, situado en Coronel Zelaya al 1.600. Hasta que la fiscal general del ApB Antonella Ruiz denunció que la urna de la mesa Nº 259 estaba cerrada, y con votos del oficialismo adentro.
La zona es muy conocida por la rivalidad política que mantienen el alperovichista Armando “Cacho” Cortalezzi -interventor de la Caja Popular de Ahorros, y candidato a concejal en los comicios de ayer- y edil capitalino Christian Rodríguez -buscaba ayer ser legislador-, referente del sector que lidera el intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya. De hecho, María Elena Cortalezzi, actual concejal capitalina y hermana de “Cacho” se encontraba desde temprano en la escuela, coordinando a los votantes de su espacio. De manera activa, la dirigente -se postulaba para legisladora- iba y venía, e intercambiaba palabras con la veedora de la Junta Electoral Provincial (JEP) Fátima Manrique.
Amén de la incomodidad de las instalaciones y del hacinamiento de los electores, la votación se desarrollaba con relativa normalidad. Hasta que Ruiz denunció la irregularidad en la urna Nº 959. “Llegamos, y la presidenta de mesa no se había presentado. En su lugar, de vocal estaba una puntera de Cortalezzi. Estaba la urna cerrada y le pedí que la abriera para iniciar la votación. En su interior había unas 30 boletas del oficialismo. Tuvo de vaciar la urna, pero la irregularidad ya se había dado”, comentó a LA GACETA la joven estudiante de Comunicación Social.
Abogados y escribano
Al rato, ingresaron dos abogados del ApB, junto a un escribano público, para constatar la irregularidad. Otro fiscal general que también había denunciado el hecho pidió que su nombre no trascendiera por temor a represalias. “Vivo en la zona, y la verdad que temo por mi familia. Días atrás ya me habían amenazado”, se excusó.
Los abogados y fiscales generales del ApB Mariana Pérez Lucena y Gustavo Gómez Urrutia increparon a la veedora Manrique para que diera explicaciones sobre lo ocurrido. La mujer negó que se haya podido constatar la irregularidad, aunque no sabía responder cuál era el número de la mesa cuestionada y tampoco conocía el número total de mesas habilitadas con las que contaba la escuela Cossón. El diálogo entre la veedora y los fiscales generales se desarrolló de esta manera:
-Veedora: todas las urnas llegaron con el acta. En la única mesa que pasó (una irregularidad) es una de allá (sic).
-Fiscal general: ¿la mesa 959 está constituida con todas las autoridades de mesa?
-Veedora: yo entiendo que todas las mesas quedaron constituidas con presidente de mesa, porque el correo entregó a todas. En una se dio una situación, donde no llegó ni el presidente ni el vocal; es en una mesa que está allá (señala con el dedo hacia la multitud), que no sé cuál es. Soy un sola persona y a gatas pude acceder (a la escuela). Cuando yo llegué no había luz. Los gendarmes, que con buena predisposición algo entendían de electricidad, arreglaron la luz. La directora jamás se apersonó.
-Fiscal general: pero una fiscal general denuncia que pasadas las 8 había una urna con 30 votos del oficialismo adentro…
-Veedora: no, eso es imposible, es mentira.
-Fiscal general: ¿por qué dice usted que fue mentira? ¿Usted estuvo en ese momento?
-Veedora: estuve en todas; y en esa mesa. Incluso en la última me quedé como hasta las 8.30 en una mesa de allá, que no se decir el número, porque no se constituyó ni el presidente ni el vocal.
-Fiscal general: ¿usted estuvo en todas en el mismo momento?
-Veedora: sí, en todas.
-Fiscal general: Pero, no entiendo, ¿cómo pudo estar al mismo tiempo en todas las mesas?
-Veedora: yo estaba cuando las abrían y, justamente, pedía que las abran para corroborar eso.
-Fiscal general: ¿cuántas mesas tiene la escuela?
-Veedora: Ehhh, no me acuerdo. No tuve tiempo de hacer ni siquiera mi acta. Estoy haciendo lo que puedo.
Bien entrado el mediodía, la hora del almuerzo “echó” a los votantes a sus casas. Por la tarde, la situación en la escuela Cossón se desarrolló con normalidad.