El “canomóvil” y el enorme motorhome treparon a regañadientes la subida de la explanada de la Casa de Gobierno. En medio del tumulto, la figura del candidato a gobernador José Cano (Acuerdo para el Bicentenario) parecía flotar, rodeada de colaboradores y militantes que lo tironeaban y prácticamente no lo dejaban tocar el suelo. Desde arriba del colectivo sin techo que hizo de escenario, el líder de La Bancaria, Eduardo Bourlé, gritaba órdenes e indicaciones. Que el colectivo no se moviera y que nadie más subiera. Cuando Cano apareció en el primer piso del vehículo de campaña, estallaron los aplausos y los cánticos.
A una semana de la primera manifestación en la plaza Indepencia en rechazo al presunto fraude electoral, el líder de la oposición local fue por primera vez a una de las manifestaciones y dio un breve discurso con una escenografía inédita: a sus espaldas estaba la Casa de Gobierno.
Diez minutos
La cita opositora había sido fijada a las 20. Cano y su compañero de fórmula, Domingo Amaya, habían convocado a marchar desde la plaza Urquiza hasta la Independencia. Sin el intendente capitalino (viajó a Buenos Aires) y casi una hora más tarde, comenzó la caminata. Bocinazos de automovilistas y gritos de aliento desde los bares acompañaron en el camino.
La llegada a la zona de la plaza fue precedida por una lluvia de votos que tapizó de blanco la esquina de 25 de Mayo y San Martín. En el paseo público ya había columnas de manifestantes independientes y de partidos de izquierda.
Después de la subida de los vehículos, un joven prendió una treintena de velas sobre un cordón del ingreso principal a la sede del Poder Ejecutivo. Las velas no llegaron a consumirse y el acto de 10 minutos ya había concluido.
El único orador de la noche fue el diputado Cano. A su lado, en la tarima móvil, estuvieron su par de bancada Ricardo Alfonsín; Germán Alfaro (intendente capitalino electo según el escrutinio provisorio); Bourlé, Federico Masso (Libres del Sur), Agustín Romano Norri (concejal electo según el recuento provisorio) y Alberto Lebbos (padre de Paulina, la joven asesinada en 2006), entre otros.
“Sólo quiero agradecer al pueblo de Tucumán que ha demostrado que vale la pena luchar por valores. No se manifestó a favor de un candidato, sino de un sistema político que tiene que cambiar”, arrancó Cano. Centenas de banderas celestes y blancas de plástico se levantaron.
El presidente del radicalismo local instó al Gobierno provincial que conduce José Alperovich a que convoque con urgencia a la Legislatura para tratar y sancionar un nuevo sistema electoral. “Necesitamos una ley que se adecue a la Constitución, que implemente el voto electrónico y que penalice las prácticas clientelares”, requirió.
Gritó “¡Tucumán! ¡Tucumán!” y la multitud replicó sus alaridos. Saludó a los postulantes de otras agrupaciones, como el Partido Obrero, y requirió la inmediata liberación del postulante a comisionado comunal de Los Ralos José Kobak y otros dirigentes de esa fuerza detenidos en un confuso episodio la noche de los comicios (se esperaba que durante la madrugada recuperaran la libertad).
Cano mencionó una sola vez a su contrincante, el oficialista Juan Manzur (Frente para la Victoria) y quien se proclamó ganador tras el escrutinio provisorio. “Lo vi reírse a Manzur en el cruce que tuvimos en TV. Y la verdad es que hay muy pocas cosas para reírse en Tucumán. Tenemos que luchar para que no tengamos en la provincia más jubilados marchando (por el 82% móvil) ni más familiares de víctimas de la impunidad”, enrostró. Volvió a agradecer, esta vez en nombre del ausente Amaya y de todos los candidatos del frente opositor.
“Vale la pena luchar por valores. Solamente los déspotas califican de golpista a un pueblo que se manifiesta. Les pido que manifestemos en paz”, expresó en relación a la convocatoria del justicialismo para los próximos días. Adelantó que la de anoche fue la última vez que participaba de una movilización. Por último, habló a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y a Alperovich y les pidió el compromiso público de que se abra cada una de las 3.000 urnas del 23 de agosto.
“Los dirigentes tenemos que tener en claro que esta es la casa del pueblo (por la Casa de Gobierno), que nadie se sienta dueño. Muchas gracias a todos y mucha fuerza para pelear todos juntos por una provincia más justa y equitativa”, concluyó. Llamó, por último, a cantar el Himno Nacional.
La desconcentración fue lenta y muchos manifestantes prometieron volver durante las próximas noches, tal como lo vienen haciendo desde hace una semana.