27 Noviembre 2015
NO LO DEJÓ NI ACOMODARSE. Patricio Toranzo, acompañado por Daniel Montenegro, aprovechó una mala salida de Marcelo Barovero para anotar el primer gol de Huracán cuando recién comenzaba el partido. telam
Tantas copas en tan poco tiempo parecen haber embriagado a River, que de un tiempo a esta parte -más precisamente desde la obtención de la tercera Libertadores y la Suruga Bank- no logra hacer pie. A la letanía interminable que fue el final del torneo afista, en el que su fútbol de toque y profundidad se fue desmigajando de a poco, anoche se le sumó la frustración de saber que no podrá defender el título en la Copa Sudamericana.
Aunque al final se despertó y logró ponerle una gran cuota de suspenso a la semifinal, terminó pagando el desconcierto con el que empezó. El empate 2 a 2 convirtió en finalista a Huracán, que había ganado 1 a 0 en el Monumental.
En la primera parte, fue casi todo de Huracán. Patricio Toranzo aprovechó una mala salida de Marcelo Barovero para enviar la pelota a la red cuando todavía no se habían cumplido tres minutos de juego. Mazazo de bienvenida para el “millonario”, que a pesar de tener la obligación de salir a buscar el partido desde el arranque por esa derrota en la ida, durante los primeros 45 minutos pareció estar con la cabeza en otra parte. Más precisamente en Japón, donde el mes que viene su camino quizás se cruce con el del temible Barcelona, por el Mundial de Clubes.
River salió a matar o morir en busca del empate, pero se equivocó de camino. Incapaz de encontrarle la vuelta por tierra, terminó cayendo en el pelotazo para nadie. Y Ramón Ábila, que estaba hecho una fiera, marcó el segundo a los 26’, anticipándose a la salida de Barovero.
En la segunda parte, River siguió abusando del bochazo con destino incierto, hasta que la entrada de Luis González cambió todo. Lucas Alario convirtió un pase de “Lucho” en asistencia para Rodrigo Mora, que sacó un sablazo al ángulo de Marcos Díaz. 2-1.
Acto seguido, Alario tuvo el empate solo frente al arquero, pero esta vez ganó Díaz. Si bien a River le faltaban dos goles para ganar, con uno le alcanzaba para hacer que Huracán entrara en estado de desesperación.
Y lo consiguió, otra vez gracias a la calidad inoxidable de “Lucho” González, que dejó a Mora solo frente al arquero. Doblete del uruguayo y “agarrate Catalina”. Con nueve por jugarse más el descuento, Huracán lucía entregado y el “millo” totalmente decidido a ir por todo. Alario tuvo el tercero, pero su misil se fue apenas por arriba. En la siguiente, volvió a pivotear de espaldas al arco para habilitar a Mora, pero el remate del uruguayo no tuvo el mismo destino esta vez. Para colmo, Carlos Sánchez se pasó se mambo con un alcanzapelotas y vio la roja.
Ahora sí, en Núñez ya pueden pensar tranquilos en el viaje a Japón.
Aunque al final se despertó y logró ponerle una gran cuota de suspenso a la semifinal, terminó pagando el desconcierto con el que empezó. El empate 2 a 2 convirtió en finalista a Huracán, que había ganado 1 a 0 en el Monumental.
En la primera parte, fue casi todo de Huracán. Patricio Toranzo aprovechó una mala salida de Marcelo Barovero para enviar la pelota a la red cuando todavía no se habían cumplido tres minutos de juego. Mazazo de bienvenida para el “millonario”, que a pesar de tener la obligación de salir a buscar el partido desde el arranque por esa derrota en la ida, durante los primeros 45 minutos pareció estar con la cabeza en otra parte. Más precisamente en Japón, donde el mes que viene su camino quizás se cruce con el del temible Barcelona, por el Mundial de Clubes.
River salió a matar o morir en busca del empate, pero se equivocó de camino. Incapaz de encontrarle la vuelta por tierra, terminó cayendo en el pelotazo para nadie. Y Ramón Ábila, que estaba hecho una fiera, marcó el segundo a los 26’, anticipándose a la salida de Barovero.
En la segunda parte, River siguió abusando del bochazo con destino incierto, hasta que la entrada de Luis González cambió todo. Lucas Alario convirtió un pase de “Lucho” en asistencia para Rodrigo Mora, que sacó un sablazo al ángulo de Marcos Díaz. 2-1.
Acto seguido, Alario tuvo el empate solo frente al arquero, pero esta vez ganó Díaz. Si bien a River le faltaban dos goles para ganar, con uno le alcanzaba para hacer que Huracán entrara en estado de desesperación.
Y lo consiguió, otra vez gracias a la calidad inoxidable de “Lucho” González, que dejó a Mora solo frente al arquero. Doblete del uruguayo y “agarrate Catalina”. Con nueve por jugarse más el descuento, Huracán lucía entregado y el “millo” totalmente decidido a ir por todo. Alario tuvo el tercero, pero su misil se fue apenas por arriba. En la siguiente, volvió a pivotear de espaldas al arco para habilitar a Mora, pero el remate del uruguayo no tuvo el mismo destino esta vez. Para colmo, Carlos Sánchez se pasó se mambo con un alcanzapelotas y vio la roja.
Ahora sí, en Núñez ya pueden pensar tranquilos en el viaje a Japón.
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