Por Julio Marengo
01 Diciembre 2015
TODOS LOS DOMINGOS. Con los primeros rayos del sol, la feria de El Manantial se arma sobre la ruta 301, obligando a los vehículos a desviarse. la gaceta / foto de inés quinteros orio (archivo)
El domingo fue la gota que rebasó el vaso. Una pista de salud nueva en El Manantial fue ocupada por la feria que se instala todos los fines de semana en esa localidad y que ocupa parte de la tuta nacional 301 (ex 38). “Ya basta. Nosotros hacemos obras, estamos renovando el pueblo, hicimos una pista de salud que todavía no está inaugurada, instalamos palmeras y pintamos. Los feriantes no tuvieron mejor idea que atar los vientos de las carpas en las palmeras recién instaladas. También cortaron los precintos de seguridad y subieron autos y camionetas a la pista. Esto ya no se puede tolerar. El domingo no van a montar la feria”, dice con firmeza Juan Carlos Bernard, el nuevo delegado comunal de El Manantial.
Con las energías de haber asumido hace menos de un mes, el nuevo jefe de la comuna le acaba de declarar la guerra a la feria y asegura que pedirá apoyo de la Provincia y de la Policía para impedir que se arme la feria. Argumentos sobran, dice: “no respetan nada, lo que tocan lo destruyen. Además, están bloqueando una ruta nacional, poniendo en riesgo la seguridad vial. Ya hubo accidentes en otros momentos, con gente herida y todo. Nosotros tenemos la obligación de preservar la vida humana”, dice con voz de plomo.
Bernard sabe que no será una misión fácil: las ferias irregulares disperas por la provincia, que tienen un constante crecimiento tanto de vendedores como clientes, generan conflictos serios entre los municipios y los vecinos. Y, en este caso, con los conductores que viajan desde el sur de la provincia hacia la capital, ya que tienen que hacer un desvío porque los feriantes ocupan un tramo de 400 metros de ruta sobre la mano que conduce a San Miguel de Tucumán. Este nuevo intento de erradicación de la feria se suma a la lucha judicial que encararon los vecinos de Villa Luján para evitar que la feria se instalara los viernes en la plaza, caso en el que la Justicia les dio la razón e instó a la Municipalidad capitalina a impedir el armado de ese mercado a cielo abierto.
“Nosotros entendemos que es un problema social. Son unos 300 puestos con sus empleados que viven de esto, pero no podemos seguir tolerando este atropello”, sentenció el delegado, quien realizó una denuncia judicial por destrozos del espacio público.
La feria
Carnes, verduras, ropa, calzados, juguetes, accesorios y diversas propuestas gastronómicas conforman la oferta de la feria de El Manantial. Hasta septiembre de 2013, su sede fue la plaza principal de la localidad pero a causa de las obras de remodelación del paseo y del adoquinado de la calle Cristo Rey, se trasladó a la ruta. Desde entonces, vecinos, automovilistas y puesteros conviven en un ambiente delicado. Bernard, que era subdelegado en la gestión 2011-2013, admite que los intentos de desalojar la feria nunca llegaron a buen puerto. “Creo, fundamentalmente, que faltó firmeza del delegado anterior”, concluye.
Con las energías de haber asumido hace menos de un mes, el nuevo jefe de la comuna le acaba de declarar la guerra a la feria y asegura que pedirá apoyo de la Provincia y de la Policía para impedir que se arme la feria. Argumentos sobran, dice: “no respetan nada, lo que tocan lo destruyen. Además, están bloqueando una ruta nacional, poniendo en riesgo la seguridad vial. Ya hubo accidentes en otros momentos, con gente herida y todo. Nosotros tenemos la obligación de preservar la vida humana”, dice con voz de plomo.
Bernard sabe que no será una misión fácil: las ferias irregulares disperas por la provincia, que tienen un constante crecimiento tanto de vendedores como clientes, generan conflictos serios entre los municipios y los vecinos. Y, en este caso, con los conductores que viajan desde el sur de la provincia hacia la capital, ya que tienen que hacer un desvío porque los feriantes ocupan un tramo de 400 metros de ruta sobre la mano que conduce a San Miguel de Tucumán. Este nuevo intento de erradicación de la feria se suma a la lucha judicial que encararon los vecinos de Villa Luján para evitar que la feria se instalara los viernes en la plaza, caso en el que la Justicia les dio la razón e instó a la Municipalidad capitalina a impedir el armado de ese mercado a cielo abierto.
“Nosotros entendemos que es un problema social. Son unos 300 puestos con sus empleados que viven de esto, pero no podemos seguir tolerando este atropello”, sentenció el delegado, quien realizó una denuncia judicial por destrozos del espacio público.
La feria
Carnes, verduras, ropa, calzados, juguetes, accesorios y diversas propuestas gastronómicas conforman la oferta de la feria de El Manantial. Hasta septiembre de 2013, su sede fue la plaza principal de la localidad pero a causa de las obras de remodelación del paseo y del adoquinado de la calle Cristo Rey, se trasladó a la ruta. Desde entonces, vecinos, automovilistas y puesteros conviven en un ambiente delicado. Bernard, que era subdelegado en la gestión 2011-2013, admite que los intentos de desalojar la feria nunca llegaron a buen puerto. “Creo, fundamentalmente, que faltó firmeza del delegado anterior”, concluye.
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